El asunto es que ese mar de desquiciados, sin propósito en esta vida, incultos y fatuos, deseosos de gozos frívolos, que no dejan de lado esa ilusión de querer vivir en el derroche y la irresponsabilidad…, todos ellos, digo, han quedado descabezados. Tuvieron a Ramos Allup, luego a Rosales, después a Capriles, Leopoldo López y Julio Borges, y ahora han quedado a la deriva con la derrota que les ha infringido el Presidente Maduro. Por lo que ahora, ciertos patarucos como Antonio Ecarri y sobre todo Enrique Márquez, están pensando acaparárselos, monopolizarlos, cogérselos. Ellos ya saben que María Corina ha quedado eliminada para siempre del escenario político nacional. Ese es el punto.

Enrique Márquez, ha venido haciendo esfuerzos indecibles por ocupar el lugar de Edmundo González, pero María Corina lo rechaza de plano por lo de la edad, para ella es todavía muy joven para manejarlo a su antojo, para el papelazo que ha estado urdiendo. Por lo que entonces Enrique Márquez ha optado por volverse el más ridículamente alzado, el más desafiante al "régimen", en el acaparador de la histeria ultra-derechista, para ver si se adueña de una buena tajada del pastel dejado por la Sayona. Por eso, junto al Ecarri, vemos al Enrique Márquez situarse en el punto más radical, más enfermizo y desafiante, diciendo que él no sabe para qué carajo lo convocaron al TSJ, que nada de eso tiene sentido. Y para alimentar su estúpida egolatría sale el mil veces aplastado del Juan Barreto diciendo que el "régimen" quiere judicializarlo…

Ayer pudimos ver cómo ciertos espelucados patarucos, se encontraba estremecedoramente arrechos con el gallo fino, y no se encontraban tranquilos en su plumaje… ¡y qué culequera, Dios mío, en el TSJ!…

El acto en el TSJ, el 2 de agosto, fue histórico. Antes de las 2 de la tarde llegó el presidente, muy puntual. Otro que se presentó antes de la hora señalada fue el Conde del Guácharo. El Presidente saluda a los candidatos con serenidad, pero a pesar de la aparente cordialidad, se les percibe aún heridos por los espuelazos recibidos durante la contienda electoral. Claudio Fermín se mantenía a tres puestos del presidente, haciéndose el loco y concentrado en arreglarse el ruedo de su pantalón. Cero con cero, este fantasma que ha sido parte de los cientos de shows que ha formado la canalla opositora desde 1998. Por su parte, el estafermo de Henrique Márquez llegó con su puñal encaletado, siempre artero y falso. Conversó lleno de hiel con el primer mandatario, expresándole un gran fastidio por el calor que sentía y deseos de retirarse de allí cuanto antes por qué había muchas cosas legalistas que no entendía, ni si quiera para qué lo habían llamado. Quería ser más explícito en datos falsos sobre sus inquietudes, pero prefirió dejarlo para cuando le tocara montar un escandalazo para la prensa. Lo cierto es que a nadie desprecian más María Corina y el Edmundo que Enrique Márquez.

Ninguno es de fiar, Claudio Fermín es adeco y ladino por naturaleza. Con su discursito acanallado ha estado exigiendo que se publiquen los resultados en la página del CNE a sabiendas de que el ente electoral cuenta con varias semanas para colocar toda la data debidamente detallada, estado por estado, municipio por municipio. Pero él quiere también destacarse para ver a cuántos de los derrotados se lleva para su partidito.

El prosopopéyico Antonio Ecarri apeló a su vacuo y floripondioso verbo para cuadrase con Henrique Márquez y darle empuje al golpe de estado en marcha. Con un saco de simplezas, aprovechó el momento para procurar enturbiar aún más las aguas, exigiendo transparencia y "que se acabe la fulana polarización". Lo trataba de decir "filosóficamente", como un académico, pero todo le salía opaco. Es una quincalla de frases que no dan al blanco. Como si no debían producirse dos tendencias marcadas entre un bando y otro, sino una dispersión proporcionada de votos que satisficieran a la nación toda, a la "república" como le gusta decir. Una absoluta ridiculez. Este vacuo y fatuo candidato habló de la "REPRESIÓN" del gobierno, siguiendo la línea de los poderosos medios del mundo contra Venezuela. Ecarri, alumno dilecto de Leopoldo López, se aferró a la narrativa de los poderoso medios del mundo, sosteniendo que en Venezuela no hay violencia de pandilleros asesinos, previamente entrenados en Texas, Perú, Chile y Ecuador, sino manifestaciones de protesta.

El Conde Guacharo, se mantuvo en su línea formal y seria, lo más distante de su profesión de cómico. Luis Brito fue el más contundente, y con su estilo más real, a la final dijo que Henrique Márquez fue enviado al TSJ por Vente Venezuela, y que está metido hasta más allá de los calcañales en los planes conspirativos contra el gobierno bolivariano… Eso fue el grueso de lo que se vio ayer por parte de los patarucos, un deseo de venganza, un odio y una bilis contenida, la estampa de una aplastante derrota en todos sus rostros (a excepción de Brito quien no se llama a engaños y sabe entre qué criminales y banda de traidores a Venezuela, se encuentra). Ayer fue otra jornada de desmontaje del golpe planificado por Estados Unidos, y que aún late en las entrañas de toda los que le ven una larga vida al proceso revolucionario bolivariano…