Que María Corina Machado (MCM) la inhabilitada y Edmundo González Urrutia (EGU) sean la opción del imperio y sus aliados para recolonizar a Venezuela y tomar el control de la mayor reserva petrolera del planeta y fuente de cuantiosos minerales y materias primas (oro, diamante, coltán, sílice, tierras raras, etc.) en Suramérica no sorprende.
Que se este utilizando un proceso electoral como medio para deslegitimar al gobierno y al proceso que por mas de 25 años ha puesto los recursos al servicio del pueblo y en contra del manejo de elites, al servicio de los intereses estadounidense, no tiene nada de novedoso.
Que quienes tienen un guion preelaborado de "cantar fraude", siempre que los resultados electorales les son adversos, es lo mas normal que podemos ver en el ejercicio de la política opositora de las últimas dos décadas.
Que la guerra que hicieron a Chávez, desde que asumió la Presidencia (1998) hasta que lo desaparecieron físicamente (2013), sea la guerra continuada que le hacen hoy a Nicolas Maduro es otra evidencia incontrovertible de que adversan es al proyecto de una Nación que esta empeñada en liberarse de la dependencia económica-petrolera en la que la ha mantenido EE UU y sus aliados desde principios del siglo XX.
Hay que reconocer que es lamentable que haya gente del pueblo que ha sido victima de las sanciones económicas, impuestas por el imperio y sus cómplices, sea manipulada por el "mariacorinismo" en nombre de un falso "cambio" y un ilusorio "futuro" ocultando que el propósito final de su programa es volver a la "Venezuela feliz" que según ellos existía antes de Chávez.
Es cierto que el actual gobierno tiene muchas cosas por rectificar y mejorar, pero más allá de los cambios necesarios, que el pueblo no se deje confundir con los peones que buscan el poder para instaurar el programa político que el imperio hace décadas ha diseñado para Venezuela.
