El diario de Oscar Heck – el 1 de septiembre del 2024

Desde el 28 de julio, aquí donde vivo, se ha ido la luz unas 30 veces. El viernes pasado durante el apagón nacional, se fue la luz durante 12 horas consecutivas, el sábado 5 veces, una vez durante 6 horas, y hoy domingo, dos veces hasta ahora, una vez durante 10 horas consecutivas.

Nadie por estos lados ha podido dormir adecuadamente durante 3 noches consecutivas porque sin luz, no hay ventilador para alejar los zancudos, además, el calor es insoportable, aun de noche.

La gente sale a trabajar trasnochada.

Bueno …

Trataré de presentarles lo siguiente (más abajo) de manera concisa ya que el tema es muy complejo y extenso. La idea se basa en la siguiente pregunta.

¿Por qué nuestro sistema eléctrico está en tan malas condiciones y empeorando cada día?

Bueno, antes de comenzar a responder a esa pregunta, quiero resaltar las siguientes consideraciones:

1- No tomaré en cuenta (abajo) el elemento de los supuestos sabotajes contra nuestro sistema eléctrico nacional ya que desde que el actual presidente de Venezuela y su gente han repetido como loros esa misma justificación del sabotaje (hace años ya), ellos jamás han presentado pruebas de ningún tipo.

Nada (que yo sepa).

Pero, digamos que hubieran pruebas, bueno, esos supuestos sabotajes representarían una negligible parte de los miles de apagones y fallas eléctricas que hemos vivido a nivel nacional desde el 2013, o sea, serían irrelevantes en el contexto general de la situación en la cual estamos viviendo con respeto a la electricidad.

2. La otra cosa, y no sé si ustedes lo han notado, es que el actual presidente de Venezuela, desde que llegó al poder en el 2013, ha cambiado sus ministros y directores de empresas estatales cada varios meses, como si la designación de cargos fuera una mesa de roulette en un casino, Y lo ha hecho constantemente, y sigue haciéndolo de manera regular.

En otras palabras, no existe casi ningún ministro del gobierno o director de empresas estatales que habría tenido suficiente tiempo en su respectivo cargo para familiarizarse bien (o adecuadamente) con su cargo y con los elementos y detalles operativos de su respectivo ámbito de actividad antes de ser otra vez designado a un nuevo puesto en algún otro ministerio o empresa estatal.

¿Ven a qué me refiero?

Esta forma de gobernar o de gerenciar o de dirigir las operaciones del Estado, es fatal, ya que cuando el cargo es pasado rápidamente de una mano a otra, y así sucesivamente, lo que ocurre es que se pierde una enorme cantidad de información operativa crítica.

Por ejemplo, cuando un nuevo director(a) de PDVSA entra a su cargo, y aun si conociera perfectamente la industria petrolera, él (ella) tendría que familiarizarse con miles de contratos de abastecimiento, de ventas, de almacenamiento, de mantenimiento, de subcontratación, de nóminas, de fiscalización, de contenciones legales, contratos bancarios, y cosas así.

¿Cuánto tiempo necesitaría uno para familiarizarse con esos miles de contratos (aun siendo un experto)?

Bueno, yo les puedo decir, porque trabajé casi toda mi vida haciendo ese tipo de cosas, y les puedo decir con 100% de certeza, que se demoraría meses, sino años.

Ven, si a un director de empresa, o a un ministro, no se le permite suficiente tiempo para familiarizarse con los detalles operativos pertinentes a su cargo, bueno, la empresa o el ministerio sufrirá daños irremediables y aun irreparables, lo cual a menudo implicaría la quiebra o la privatización.

Por eso mismo nuestro país se encuentra en la situación en la cual estamos. Este mismo concepto se aplica a lo siguiente.

NUESTRO SISTEMA ELÉCTRICO

Ya que les presenté esas dos consideraciones arriba, intentará hacerles la siguiente presentación en forma puntual, sin entrar en detalles ni especificaciones ni explicaciones. Es una forma conceptual de ver el problema. Espero que les sea entendible. Gracias.

1- Existe un sistema eléctrico adecuadamente funcional a nivel nacional donde los obreros especializados, técnicos, y profesionales son bien pagados y gozan de buenos beneficios y jubilaciones. Esos empleados son apreciados por sus parejas y familiares ya que les proveen un nivel de vida satisfactorio, donde la familia viviría bien y cómoda.

2- De repente, sus salarios son recortados del 90% y pierden sus beneficios, además de poner en riesgo sus jubilaciones, lo cual se transformaría en una tragedia familiar.

Simultáneamente, el nivel de vida a la cual la familia está acostumbrada, se derrumba, toca piso, entonces, el empleado empieza a paniquear y empieza a rebuscar otras fuentes de ingreso, pero, siendo honesto, no puedo conseguir nada a menos de involucrarse en la corrupción interna de la empresa eléctrica nacional o en cosas como el contrabando y el robo, entonces, ¿qué hace ese empleado honesto?

Ven, si él no hace nada, él perderá su amada pareja y sus hijos, y sus familiares lo tratarán como un perdedor, o peor.

¿Verdad?

3- Finalmente, el empleado entrega su renuncia y se va del país en búsqueda de un trabajo digno en el sector eléctrico de otro país que le proporcione el mismo nivel de vida a su familia. Espera así no perder su pareja e hijos, y mantenerse con la cabeza en alta.

4- Ahora …

¿Quién lo reemplazaría en la empresa eléctrica del Estado venezolano?

… particularmente tomando en cuenta el hecho de que los salarios de miseria siguen siempre vigentes mientras el costo de la vida va siempre en aumento.

Bueno, los únicos obreros especializados, técnicos, y profesionales que probablemente lo reemplazarían, serían unos jóvenes sin experiencia, unos borrachos, ineptos, irresponsables, y vivos quienes aceptarían ser pagados una miseria sin beneficios, quienes compensarían sus salarios de miseria con el robo de materiales pertenecientes a la empresa, y otros chanchullos parecidos (yo sé de muchos).

¿Verdad?

Sí.

Tal vez no en todos los casos, pero probablemente sí en la mayoría de los casos, y a nivel nacional.

5- Y así sucesivamente, hasta que no quedé casi nada de materiales ni herramientas para hacerle el debido mantenimiento al sistema eléctrico nacional.

6- Es más, entre esos jóvenes sin experiencia, y los borrachos, ineptos, irresponsables y vivos, ciertamente habrían quiénes, si les daría la gana, y sin remordimiento alguno, y además en camaradería con de los demás parecidos, lanzarían una barra de acero dentro de las turbinas hidroeléctricas del Guri, simplemente porque sí, o tal vez para vengarse por ser tan maltratados por el actual Estado venezolano.

¿Por qué no?

Es que, ya no tendrían nada más que perder.

7- Bueno, después, digamos a los ocho meses, el actual presidente de Venezuela cambia al ministro de electricidad, y ese ministro cambia al director de la empresa eléctrica nacional para darle el puesto a digamos su amante quien no sabe nada sobre la electricidad, pero, peor todavía, ni el nuevo ministro, ni el nuevo director tendrían ni la menor idea de lo que estaría ocurriendo operacionalmente dentro de la empresa (ni tampoco conocerían nada sobre los robos por ejemplo), ni tampoco sabrían nada sobre lo que estaría ocurriendo dentro de las empresas que contratarían para el ministerio.

Y así sucesivamente, año tras año, nuestra empresa eléctrica nacional va cayéndose a pedazos, y por ende, todo nuestro sistema eléctrico nacional también, y por ende, nuestra producción nacional, y por ende, nuestro país, y por ende, nuestras vidas.

CONCLUSIÓN

En esencia, el supuesto continuado sabotaje a nuestro sistema eléctrico nacional al cual el actual presidente de Venezuela y su gente se refieren con tanta aparente convicción y vehemencia, sería (es) simplemente un autosabotaje dirigido por el actual presidente de Venezuela y su gente, ¿por qué?, bueno, porque, de él (el actual presidente de Venezuela) haber decretado en primer lugar que se mantuvieran en vigencia los salarios dignos con sus correspondientes benéficos, nada de esto hubiera ocurrido. Esa cadena de gravísimas repercusiones demostrado arriba, jamás habría ocurrido.

En base a mis observaciones …

Exactamente lo mismo ha estado ocurriendo dentro de todos los ministerios del actual gobierno de Venezuela, en casi todas las empresas estatales, y aun dentro de las instituciones del Estado, las cuales están (si no me equivoco) regidas por los mismos decretos presidenciales firmados por el actual presidente de Venezuela donde se redujeron los salarios del 90%.

Por eso nuestro sistema eléctrico nacional está y seguirá en ruinas. Por eso nuestro país está y seguirá en ruinas. Por eso nosotros los ciudadanos honestos y trabajadores de Venezuela, estamos en ruina.

Hay que poner en la presidencia de nuestro país a alguien que sepa gobernar, que sepa gerenciar y dirigir las operaciones del Estado.

Si no, moriremos, y por allí vamos.

oscar@oscarheck.com

 



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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