Los meses de agosto y septiembre han sido muy movidos políticamente hablando en Venezuela, cuando nos encontramos con un sector opositor que presentan una gran carga de odio político y unos altísimos niveles de intolerancia al que piensan distinto, que aplicando actitudes totalmente fascistas, utilizaron a los llamados "comanditos del terror" para mandar asesinar a 27 personas, por cometer el delito político de "parecer chavista" y además dejaron a más de 100 personas heridas.
Después de las elecciones presidenciales realizadas en Venezuela, el día 28 de julio del 2024 y en especial desde el momento en que "el candidato tapa – afiche" y su amiga la inhabilitada política ultraderechista, decidieron cantar fraude electoral y desconocer el triunfo del chavismo, para que salieran a la calle "las brigadas del odio" antichavistas, para destruir instalaciones públicas (escuelas y hospitales) y aprovechar para quemar las sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y derribar las estatuas del Comandante Hugo Chávez.
En un hecho curioso, por la insólita irracionalidad del fanatismo político antichavista, cuando dijeron "hay que atacar el bolívar, ya que esa es una moneda pavosa y chavista", por lo tanto, se ensañaron con la moneda nacional, utilizando el dólar paralelo para intentar devaluar a la moneda nacional, ya que mantiene una brecha muy significativa con el llamado dólar BCV, en una relación de 36 a 44.
El ensañamiento político de la derecha internacional es frontal, cuando solo reconocen el triunfo electoral de la persona que llegó en segundo lugar y aspiran que en muy corto tiempo aplicar "la operación Guaidó", que consiste en autoproclamar (con el apoyo del gobierno estadounidense y la unión europea) al candidato opositor y convertirlo en el presidente encargado de un fantasmal gobierno interino.
En estos momentos, la Organización de Estados Americanos (OEA) a través del secretario general, Luis Almagro y el Presidente de Chile, Gabriel Boric, mantienen una feroz presión internacional en contra del chavismo en general y contra el gobierno nacional presidido por Nicolás Maduro, en lo particular, cuando no aceptan los resultados electorales, ya que se autonombraron como árbitros electorales extraterritoriales.