Año nuevo, vida nueva, con poca dicha y felicidad para la gran mayoría, con gobierno nuevo con el mismo presidente que mientras que, varios de ellos aumentaron el sueldo a sus empleados en sus respectivos países de Latinoamérica, Maduro como presidente no ha dicho ni sí ni no, es decir, en otras palabras, no lo ha considerado importante, ni mucho menos realizable. Por lo que la frialdad de Maduro seguirá igual o peor, porque mejor no puede ser, si todo sube y, el pobre cada vez más pobre, aunque las cifras no se conozcan y, quizás así la vida los lleve a oír la fogosa frase de agarrando aunque sea fallo. Porque la guerra económica continuará y mientras el Norte exista y además con Trump en el poder, posible es morir de ambición por más que el presidente se vista de comandante en jefe como Fidel Castro para arengar a su pueblo que no las tiene nada fácil de flacas ilusiones, aunque se diga que de ambiciones también se vive y, lo más posible sea que la espera de mejores condiciones de vida no sea haga de promesa larga dentro de la larga cadena de injusticias que empeoran la pacífica salud en general.
Entonces que ofrecerle al pueblo, o mejor dicho, que le ofrecen los gobernantes al pueblo de Venezuela a su favor que no sea más de lo mismo que así fue como adormecieron al pueblo cubano que, año tras año vive rebosado de problemas y de penurias a su libre albedrío y de inconformismos y, así sigue tras la misma cantaleta que pareciera irse apoderando de Venezuela como una hermandad de consuelo de que algún día llegarán los beneficios que ya estamos en el 2025 y, las soluciones no las hay, no caben en la mente de Maduro ni en blanco y negro que ponen a la gente a sufrir de histeria colectiva y además con lo que pueda pasar del 10 de enero en lo adelante como una interrogante a plenitud de inconformismos como si soplaran vientos de grandeza hacia la prosperidad, pues debería haber algún beneficio e inquieta que aumento no habrá, por lo que la espera inquieta y más sino se obtienen mejoras y, entonces, ayudemos al pueblo a tratar de que viva mejor, dejando de adquirir y consumir todos los productos de la dieta diaria que son dañinos para la salud. Que algo es algo que no beneficie a los aprovechadores de sus enfermedades e inconformidades.
Hay varios artículos de la dieta diaria que los venezolanos deben salir de ellos como son: las harinas de maíz y de trigo, aceites vegetales, azúcar, arroz, pastas, papas, pan, yuca, salsa de tomate, margarinas, cambur, plátanos, cereales, carbohidratos de todo tipo, cuidado con las frutas que contienen mucha fructosa.
Que pueden comer para tener buena salud, entre ellos: huevos la cantidad que quieran diario, aguacate, batata, auyama. Quesos (todo tipo) y no le tengan miedo a la sal, esa no mata, la azúcar sí, alimenta el cáncer, ciega a la gente, provoca diabetes, los hipertensos van a mejorar si me siguen, póngales granos de sal al agua que consumen. Hay que freír los alimentos con mantequilla y manteca de cochino, hay que comer carne de todo tipo, bovino y de cochino, chicharrón, aceite de oliva, tomates, ajo, pimentón, cebolla, coliflor, pescados, pollos, vainitas, mariscos.
A vivir saludablemente y tendrán mejor tipo de vida y no se enfermarán y, a caminar, a correr, a hacer ejercicios físicos y a pensar que todo es posible, aunque Maduro los castigue con lo del aumento.
Entonces, con la mala salud no se juega, por lo que hay que saber qué comer y qué no comer para tener larga vida que la vida es una sola y, vale la pena vivirla sin que otros nos obliguen a vivirla consumiendo artículos dañinos para la salud, sin bebidas alcohólicas para mejores y felices años y que la voluntad les acompañe siempre que no hay mal que dure para siempre. Recuerden que por la boca muere el pez. Pero nuestra paz es importante y nuestra salud mental también que, los políticos pasan, Chávez demostró querer a su pueblo y siempre lucho por su bienestar y por una Patria única y no dejó de cantarle al bravo pueblo con su himno nacional.
A vivir que el vivir es lo más grandioso de nuestra existencia y si soñamos mejor todavía pues, no viviremos del recuerdo y la mayor felicidad del vivir lo da el amor.
