Venezuela es xenófila. La ACNUR ha reconocido que nuestro país respecto al mundo, es íntegramente acogedor para el desplazado, no existen campos de refugiados, para quienes llegan buscando cobijo en esta tierra de libertades, su incorporación es de inmediato en la sociedad venezolana, al trabajo, a la cultura o al estudio. Consiguen en esta segunda patria la mejor madre: ¡Venezuela!. Esto lo han vivido varias generaciones y millones de personas provenientes de nacionalidades diversas arraigadas en el suelo tricolor.
En un programa de televisión reciente en Televen, la internacionalista Beatriz de Majo, hizo un programa referido a la actitud del venezolano, y, sin la mas mínima sensatez al respecto, etiquetó al gentilicio criollo con adjetivos de flojo e irresponsable en comparación con los extranjeros, sobre todo, europeo... Han pasado mas de 500 años de la resistencia indígena, y aún existen personajes nefastos que tratan de crear un matriz de país que no existe... El venezolano no es pendejo, aunque en esencia es alegre, bonachón, sensible, afable, solidario y con una característica de ocho letras impregnada en las venas: ¡Libertad!. El venezolano es madrugador, el que viva en adyacencias a Caracas como Guarenas, Los Teques o Valles del Tuy, puede decirlo, porque también es emprendedor, se prepara, trabaja con esfuerzo y tesón. Por eso, es muy bien ganado ese espacio de alegría...con matices a lo venezolano y latinoamericano.
Si se hace un recorrido por la historia del siglo pasado y reciente, es fácil darse cuenta, que las oportunidades que ha brindado nuestra tierra, en relación a quienes llegaron refugiados a ella, con una mano adelante y otra atrás, y que, reconocen a bien, en su gran mayoría, el significado de Venezuela como su segunda tierra. Muchos europeos sienten la nostalgia por Venezuela cada vez que se van de vacaciones...les hace falta, la necesitan con sus altas y sus bajas, con el clima de amor que contamina. Lo triste en Venezuela, y eso hay que decirlo, fue que el “boom petrolero” trajo consigo mucha inmigración coleada, tan igual o perversa como la que trajo Colón en sus barcos. Algunos colonias extranjeras crearon sus propios espacios de diversión como uso exclusivo. Es decir, el bonche no es solo criollo (lo que pasa es que ellos no bonchan, se divierten)...los venezolanos como todos los latinos de este clima tropical, somos alegres, festivos, receptivos.
Entre nuestras debilidades se fue arraigando la falta de nacionalismo, he allí la expresión cotidiana: “en este país” en vez de decir “en nuestro país”. La transculturación se mezcló junto a la diversidad de religiones...la televisión complementó el resto, y sino, basta averiguar de donde es oriundo Napoleón Bravo, Martha Colomina, Laureano Márquez o cuanto comunicador habla en nombre de los venezolanos. ¡Basta de voltear la bandera nacional!, ¡basta de mal ponernos ante el mundo!, ¡basta de irrespetar ante la ley, el porcentaje de extranjeros por venezolanos a nivel laboral!... La calidad de mano de obra extranjera frente a la venezolana es simulada para crear hechos aislados, como el caso de los emigrantes haitianos, que son buscados para vender helados y convertirlos en presa fácil de la explotación, allí la esencia del capitalista...la copia del modelo norteamericano en cuanto al latino en EEUU, que poco a poco, se extinguirá de nuestra nación como ejemplo, a propósito de la comparación de la Internacionalista Majo, que se refirió con respecto a la calificada mano de obra colombiana, como de mejor calidad, frente a la también calificada buena mano de obra venezolana, intencionalmente tratando de crear con ello, un resquemor y una xenofobia entre dos pueblos unidos desde siempre. Después de la llegada del Presidente Chávez al poder, Venezuela se convirtió en el segundo país del mundo de conacionales que mas invierten en el exterior... Aquí se pregunta uno: ¿quiénes serán esos venezolanos?, ¿los banqueros que saquearon las finanzas, los corruptos prófugos, los administradores de la antigua Pdvsa o Pedro y Juana la del barrio?.
Se ha demostrado que en La Florida, USA, la mejor mano de obra calificada entre latinos, es la venezolana. La gran mayoría de venezolano que emigra, que es muy poca por cierto, tiene alto nivel cultural y de preparación... cosa muy distinta a lo que recibió Venezuela durante tanto tiempo, que no es selectiva en ese aspecto, como si lo son en Europa, sobre todo en España... Particularmente viví unos años en la pequeña colonia europea de Caracas, llamada La Candelaria. En el año 1995 entre las esquinas de Teñidero a Santo Tomás, frente al Nido Español, conocí y me detuve a conversar con el Comandante Chávez frente al edificio donde habitaba, mucha gente me vió, y desde ese momento, se acentuó mas la discriminación hacia mi persona, tanto de españoles como portugueses que fueron mis vecinos, me veían de reojo por tratar con ese “golpista” negro-indio. Chávez me dijo en aquel momento: “paciencia y coraje compatriota...” Eso sí, antes de mudarme, tuvieron que escuchar muchas veces de mi parte, el mensaje y la música de Ali Primera...como también la caminata por aquellos pasillos, de mi familia de sangre mezclada, ya que, aunque soy blanco, en mis venas quedaron cuatro abuelas llamadas María: la india, la negra, la andina y la canaria, como ocurre con muchos venezolanos.
Los nuevos valores lo construiremos en el hogar, no en un espacio para segregar. La idiosincrasia venezolanista se llenará mas de historia y cultura, la misma que nos fue arrebatada por siglos. Aquí siempre recibiremos a los indios, a los negros, a todos los latinoamericanos, a los asiáticos, a los europeos, en fin, ¡todos serán bienvenidos siempre!...pero, con el eslogan siguiente: ¡Venezuela es otra!. ¿Qué pensará la señora Majo cuando reduzcan las horas laborales?. En mas flojera o menor explotación...porque, ¡bonchones sí, trabajadores también!
Larry Márquez Peralta - 18.06.07 – larryubv2004@hotmail.com