Perversidad de una Manipulación

Cualquier venezolano con dos dedos de frente sabe bien que el proceso bolivariano venezolano es diferente a la Revolución Cubana. Sin embargo, el extremismo golpista manipula con perversidad toda clase de argumentos falaces para intentar presentar a Venezuela como un país en veloz ruta hacia el socialismo y forjar artificiosas comparaciones entre dos revoluciones que son distintas en sus orígenes y proyecciones.

Por razones que no es el caso citar, pero que históricamente tienen plena justificación, la Revolución Cubana evolucionó temprano hacia el socialismo. Existieron circunstancias internacionales y hechos concretos de su realidad que condujeron a Cuba a una ruptura con el sistema basado en las relaciones capitalistas tal como las conocemos en nuestro país. En honor a la verdad debe decirse que la Revolución Cubana no hubiera podido sobrevivir a las terribles consecuencias del cerco, bloqueo y agresión de una potencia como Estados Unidos si no hubiera adoptado una forma de organización política y social que la convirtiera en una fortaleza por su disciplina, cohesión ideológica y unidad de voluntad.

Venezuela ha tomado otro camino para llevar a cabo su deslinde de la vieja estructura semicolonial, degradante y dependiente, característica del pasado. Es una vía original, dictada por peculiaridades propias que no son iguales a la Revolución Cubana ni a ningún otro modelo.

La joven revolución bolivariana no es una revolución comunista. No se propone la instalación de un régimen comunista. La Constitución Bolivariana respeta la propiedad capitalista en todas sus formas. El pensamiento político, todo el contexto ideológico del Estado Venezolano tiene su origen en la ideas y el ejemplo de Bolívar. El Presidente Chávez ha logrado inspirar un marco referencial básico para desarrollar un ideario nacional y latinoamericano a partir de las ideas fundamentales de los Libertadores, que no puede ser calificado de comunismo. Es una ideología a partir de los valores patrióticos, el poder participativo y protagónico del pueblo, la justicias social, la solidaridad y la igualdad, la integración y unidad latinoamericanas.

Sin embargo, la conspiración internacional ha exportado a la política venezolana la manipulación del odio fanático anticomunista y anticubano. Es un recurso para infundir pánico a algunos sectores de las capas medias sumergidos por lo general en un mar de temores, complejos y prejuicios bajo la influencia de una sobredosis de la propaganda que Estados Unidos difunde interesadamente a fin de favorecer sus intereses de gran potencia.

Los intereses militares, económicos y políticos de la ultraderecha norteamericana son la fuente primaria de la manipulación anticubana y anticomunista con objetivos evidentes: obtener subordinación y conquistar espacios para sus mercancías, negocios y hegemonias. Forma parte de una cruzada ideológica dirigida a barrer resistencia y someter voluntades. La conspiración antibolivariana se sumerge en esta perversa manipulación para servir intereses extranjeros y hacer regresar a Venezuela al dominio de los viejos partidos.

Caracas, 6 de Julio de 2003


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Guillermo García Ponce


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