Es mentira que haya existido un negro santo, bueno, de verdad. San Benito y que fue moro, es decir no tan negro. Al referido Benito lo canonizaron santo para atraer a la religión católica a los esclavos. Pero este santo realmente jamás existió, como digo, y forma parte sencillamente de todo un negocio político que se suele hacer con las creencias y con la fe. No han sido los esclavos los que han sacado provecho de San Benito sino Baltazar Porras quien inventó la celebración del Bicentenario de la Canonización de San Benito de Palermo con una serie de paganos actos, que ha contemplado viajaderas, comilonas de exquisiteces y recreos de primera, como siempre. Esta celebración incluyó peregrinación a su tierra natal Palermo, en Roma, paseo por el Vaticano y la Tierra Santa, durante los días de 12 al 28 de abril 2007. Todo una total gozadera, y quien paga esta juerga, de una banda de holgazanes, es el estado venezolano.
La verdad es que esta revolución mantiene felices y bien buchones a los grandes jerarcas de la Iglesia católica, y aún estos bandidos se quejan.
El programa de la peregrinación se inició, con traslado en un confortable jet de Alitalia, el 12 de abril, en primera clase. El día de la llegada a Palermo en la mañana hubo recepción, luego traslado al lugar de alojamiento en la casa de espiritualidad (a unos ocho kms. de Palermo). Luego de un baño en jakuzi, se pasó a un copioso almuerzo que incluía vino de la casa, diversos quesos y postres frescos campestres. Por la tarde, después de una reparadora siesta, se visitó la Catedral del Monreale y se oró ante el cuerpo de San Benito en Santa Maria de Jesús. Más tarde regreso al hotel. Cena, juego de cartas, tertulia, café con galletas y descanso.
Para el sábado 14, la cosa fue mucho mejor: después del desayuno se hizo una visita a la ciudad de Palermo; se recorrieron la Catedral, la capilla Palatina, la Martorana, San José, casa profesa, Monte Pellegrino (donde estuvo también San Benito como eremita). El almuerzo contó con fuentes de perdices, jamón patanegra y cordero; la cena no fue menos sustanciosa; más tarde se recrearon con una película del Agente 007, en estreno.
El día domingo15 de abril, después del desayuno, subieron al eremitorio de San Benito (20 minutos a pie, porque no hay carretera). Más tarde se pasó a una liturgia de la palabra en el sitio donde supuestamente San Benito iba a rezar y donde se encuentra el árbol que dicen fue su bastón; de aquí regresaron a la Iglesia del Convento, donde a las 11,30 a.m para celebrar la Misa que fue presidida por Monseñor Baltazar Porras. Don Baltazar además disertó sobre la devoción hacia San Benito en Venezuela. Con esta Liturgia nuestro Monseñor dio inicio oficialmente a la conmemoración del Año Bicentenario de la Canonización de San Benito de Palermo. Otra vez almuerzo y siguió visita a la ciudad de Palermo (alternativa: visita a la catedral de Cefalù). En la noche, concierto de música en el convento de Santa Maria de Jesús y nuevamente juego de cartas y ropilla.
El día lunes 16 de abril, después del desayuno, se hizo una visita a San Fratello, pueblo donde nació San Benito, que está un poquito lejos de Palermo; vino cena en el hotel, traslado al aeropuerto de Palermo, rumbo a Roma.
En Roma, martes 17 de Abril, el programa especial contempló: baño en la piscina del hotel, conversatorio en el Restaurant petit, y degustación de diversos vinos del sur de Italia. El Miércoles 18, después de desayuno, visita guiada al Vaticano, audiencia con su Santidad Benedicto XVI (con programa especial que incluyó degustación de tapas andaluzas y mediterráneas). Jueves 20 de Abril, paseo por la ciudad, de manera libre y recatada. Jueves 20, descanso y visita a centros comerciales (compra de souveniers y regalos), traslado al aeropuerto. Viernes- 20 al 27, PEREGRINACION A TIERRA SANTA. Llegada y traslado en autocar a Jerusalén. Cena y alojamiento en el hotel.
Abril 21 - JERUSALÉN. Visita al Monte de los Olivos: lugares de la Ascensión y el Pater Noster. Bajada al Dominus Flevit (panorama de la Ciudad Santa). Huerto de los Olivos, gruta de la traición, tumba de la Virgen, basílica de Getsemaní (celebración de la Eucaristía). San Pedro «in Gallicantu». Aperitivos y almuerzo en el lugar.
Por la tarde. Puerta de San Esteban, iglesia de Santa Ana y piscina probática. Torre Antonia: capillas de la Flagelación y de la Condena, Lythostrotos. Vía Dolorosa (Vía Crucis). Basílica del Santo Sepulcro: Calvario y Santo Sepulcro. Cena y alojamiento en el hotel.
Abril 22 - JERUSALÉN. - Salida a Ain Karem: iglesia de San Juan Bautista y santuario de la Visitación.
Por la tarde. Salida hacia Belén: campo de los Pastores (celebración de la Eucaristía). Subida a Belén: basílica de la Natividad, iglesia de Santa Catalina, grutas de San José y San Jerónimo. Vuelta a Jerusalén. Cena y alojamiento en el hotel.
Abril 23 - JERUSALÉN. - Visita al Muro de las Lamentaciones. Explanada del Templo. Mezquitas de Omar y El-Aksa. Monte Sión: santo Cenáculo, basílica de la Dormición de la Virgen, tumba de David, Cenáculo franciscano (celebración de la Eucaristía). Tarde libre. Degustación de pasteles, cena y alojamiento en el hotel.
Abril 24 - JERUSALÉN - TIBERÍADES. - Eucaristía en la basílica del Santo Sepulcro. Salida hacia Betania: iglesia y tumba de Lázaro. Desierto de Judea y Mar Muerto. Ruinas de Qumran y cuevas de los manuscritos del Mar Muerto. Jericó: excavaciones de la ciudad más antigua del mundo. Degustación de vinos de la zona.
Por la tarde. Viaje a Tiberíades. Parada en el río Jordán: renovación de las promesas bautismales. Llegada al lago de Tiberíades. Cena y alojamiento en el hotel. Refrigerio con variedad de frutas secas.
Abril 25 - GALILEA. - Monte de las Bienaventuranzas (celebración de la Eucaristía). Tabgha: iglesia de la multiplicación de los Panes y Peces, capilla del Primado de Pedro. Cafarnaum: ruinas del pueblo, sinagoga y casa-iglesia de San Pedro. Travesía en barco por el lago.
Por la tarde. Subida al monte Thabor. Visita a Caná de Galilea. Cena, vinos blancos egipcios y alojamiento en el hotel.
Abril 26 - TIBERÍADES - NAZARET - TEL AVIV. – Pensión completa. Salida hacia Nazaret: iglesia de San José, poblado evangélico. Basílica de la Anunciación (celebración de la Eucaristía). Continuación a Haifa: monte Carmelo y santuario «Stella Maris».
Por la tarde. Visita a Cesarea marítima y a la antigua Jaffa. Santuario de San Pedro y barrio artístico. Llegada a Tel Aviv. Cena y alojamiento en el hotel.
Abril 27 - TEL AVIV - Desayuno y salida hacia el aeropuerto y fin de la peregrinación.
el precio de esta gran farsa y francachela comprendía:
a. Todos los servicios de hoteles que se detallaban en el itinerario, en hoteles de primera categoría, ocupando habitaciones de dos camas y de matrimonio, con baño y en régimen de media pensión.
b. Todas las visitas y excursiones a realizar en Tierra Santa, como se detallaba en el itinerario, en autocar y acompañados por un guía conocedor de los Santos Lugares.
d. El pago de entradas a todos los lugares visitados.
e. Impuestos, tasas y servicios reglamentarios en hoteles y restaurantes.
g. Propinas a maleteros y camareros.
h. Subida en taxi al monte Tabor.
i. Travesía en lancha por el mar de Galilea.
San Benito, qué de milagros haz hecho y sigues haciendo, sobre todo a través de nuestro monseñor Porras que al menos asume el gran sacrificio de trasladarse a tan penosos lugares para pedir por nosotros pecadores.
Terminados los saraos en Italia y en Tierra Santa, la cosa continúa en Mérida. Le toca gozar a otros y se traen al padre Fernando Trupias, custodio del cuerpo incorrupto de San Benito de Palermo, para que realice visitas a varias comunidades del estado Mérida. Para las grandes comilonas se dispone del presupuesto de la ULA. Esta visita del custodio de los restos del Santo negro en Palermo Italia, es propicia para entregar una reliquia de San Benito a la comunidad de San Rafael de Mucuchies.
Después de una gran comilona en San Rafael pasaron a Timotes: cochinos, sancocho de gallinas, buenos jamones y quesos importados. La comitiva quedó muy impresionada por toda la atención recibida, sobre todo por un vino de cosecha especial traído para la ocasión de España.
Luego siguieron las fiestas por el estado Zulia, y otros estados del Occidente de Venezuela, que poseen una especial adoración por San Benito.
Cuentan las leyendas que San Benito de Palermo, nació en 1526 en San Fratello, antes llamado San Filadelfo, provincia de Mesina (Sicilia), de padres cristianos, Cristóbal Manassari y Diana Larcari, descendientes de esclavos negros. Que de adolescente cuidaba el rebańo del patrón y desde entonces, por sus virtudes, fue llamado el Santo Moro.
A los veintiún ańos entró en una comunidad de ermitaños, fundada en su región natal por Jerónimo Lanza. Cuando los ermitaños se trasladaron al Monte Pellegrino para vivir en mayor soledad, Benito los siguió, y a la muerte de Lanza fue elegido superior por sus compañeros”. Ejerció el oficio de cocinero con gran espíritu de sacrificio y de caridad sobrenatural. Se le atribuyeron muchos milagros, no sabemos cuáles.
Nombrado luego “maestro de novicios”, atendió a este delicado oficio de la formación de los jóvenes con tanta santidad, que se creyó que tenía el don de escrutar los corazones y cuando salía del convento, la gente lo rodeaba para encomendarse a sus oraciones.
Recibió los últimos sacramentos, y el 4 de abril de 1589 expiró a la edad de 63 ańos, pronunciando las palabras de Jesús moribundo: “En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”. Su culto se difundió ampliamente y vino a ser el protector de los pueblos negros. Fue canonizado por Pío VII el 24 de mayo de 1807. Toda esta historia se la sabe de memoria el rector Lester Rodríguez de la ULA, y cada vez que la refiere le saca a sus seguidores muchos aplausos. Lester es devoto de San Benito. En fin, un santo que nadie conoce en Italia y que aquí realiza un papel de primer orden entre las clases populares.