¡Cuidado con “Valerio” León Natera¡
Douglas León Natera, Presidente de la Federación Médica Venezolana, pretende convertirse en una suerte de Carlos Ortega, de Carlos Fernández o de Juanito alimaña, entiéndase, Juan Fernández, el de la gentuza del petróleo, al pretender mezclar al gremio médico honesto y trabajador de este país con el golpismo fascista que derrocó al presidente Chávez el pasado 11 de Abril de 2002.
Todos vimos por la TV, el día trece de Abril de 2002, después de la usurpación de el Poder por parte de Pedro Carroña o El Breve, cómo esta especie de doctor Valerio apareció en los jardines del Palacio de Miraflores, confundido y abrazado con la canalla fascista, anunciando la suspensión del paro médico inconsulto que él y su clan decretaron como parte de la agenda golpista de abril de 2002, con la cual pretendió involucrar a médicos venezolanos en esta fascinerosa aventura aprovechándose de su rol de Presidente de la Federación Médica Venezolana.
¡Este señor no es líder del gremio médico honesto de este país, ni de nada!. Los médicos honestos de este país trabajan y cumplen sus horarios en los hospitales, haciendo su práctica profesional al servicio de las comunidades, cosa que él no hace desde hace mucho tiempo. En todo caso, León Natera, representa a médicos adecos y copeyanos; todos vagos de oficio, que cobran sin trabajar; que parasitan los espacios sociales del edificio sede de la Federación Médica, libando whisky del bueno y jugando dominó; es decir, genuinos herederos de su beodo maestro el Dr. Jaime Lusinchi, lamentablemente ex presidente de este país. Él no representa esa comunidad de médicos que acude a los Congresos Cientificos con un trabajo de investigación debajo del brazo que aporte al arte y la ciencia médica; él, sólo representa la pobreza humana encarnada en la noble investidura de ser médico.
Es necesario alertar a las nuevas generaciones de médicos del peligro que corren al dejarse conducir y confundir por esta especie dinosáurica de galenos en vías de extinción que pretende llevarlos al matadero; como lo hicieron los altos ex gerentes de PDVSA con los tontos útiles, hoy también extrabajadores petroleros, que arriesgaron su estabilidad laboral siguiéndole el juego a estos miserables mercaderes de la política venezolana que venden su conciencia por tres lochas a los intereses de la alta burguesía nacional y foránea.
Nunca en mis 26 años de ejercicio profesional he visto algún proyecto de salud elaborado por la Federación Médica Venezolana, que conlleve soliviantar los graves problemas de ella. Nunca han aparecido con alguna carpeta de trabajo para sentarse a discutir estos problemas; no lo hicieron, incluso, ni cuando se estaba elaborando el proyecto de Carta Magna, conocida hoy como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Sólo he visto, en estos años de ejercicio, una representación gremial haciendo llamados a huelgas en reclamo siempre de dos cosas: Insumos y reivindicaciones salariales, que terminan, cuando son cubiertas las segundas y son olvidadas las primeras.
Acá hay que hablar claro y raspao.
Cuando el Estado elabora un programa social y humanitario como lo es el Plan Barrio Adentro, que pretende convertirse en una especie de ensayo de modelo de gestión primaria de salud, no se puede llamar al saboteador a que participe de él. La integración de la comunidad médica venezolana a este programa debe ser de naturaleza personal, desinteresada, de vocación; obviando a estos golpistas seudo dirigentes; que siempre han actuado de intermediarios en las contrataciones colectivas del gremio médico con el Estado en donde les queda su tajada tradicional del primer mes de esos convenios, dinerillo este que se viven en juergas y borracheras, a costillas de los estúpidos que todavía cotizan en esas casas de partido en que han convertido, estas lacras, los Colegios de Médicos. Allí la verdadera arrechera de “Valerio” León Natera y su combo.
Con esta posición no estoy siendo demagogo, ya que por esta misma página www.aporrea.org hemos sido severos críticos de la gestión en materia de salud de la administración Chávez, en donde hemos catalogado de ineptos y de incapaces a funcionarios de su gobierno como es el caso del hoy expresidente del Seguro Social, Edgar González, y la actual titular de Salud, María Urbaneja quien, en nuestro criterio, debe ser removida de tan importante cargo por incompetente.
Esta reflexión pretende alertar, sobre todo, a los médicos más jóvenes; los que ingresaron y egresaron de las escuelas de medicina sin tener posiblemente claro que la razón que mueve el acto médico es desinteresado y abnegado; principio, etimológico y filosófico de la medicina y no, el de la medicina mercantilista que ellos han visto reflejada en esta clase médica dirigencial que pretende embarcarlos en una aventura golpista.
El que tenga ojos que vea y el que tenga oidos que oiga.
(*)Médico