Amigo mío, acabamos de descubrir la culpa y en conclusión se determina que, SIN REVOLUCIONARIOS NO SE HACE REVOLUCION; el problema no es hoy y lo sabemos todos, fue ayer y no debe ser mañana; en el tiempo que tenemos de revolución, la estructura de la IV Republica mantiene tentáculos, que hacen difícil poner la Cultura en función de atender la formación del nuevo hombre.
No vamos a decir que con lo que llamamos Cultura, podría revertirse lo que paso este domingo 2-D, pero si tratar de entender la necesidad que tenemos de empezar a trabajar sobre este aspecto, en beneficio de que mañana no tengamos a alguien que pueda decir, que no fue a votar porque no cobro la beca o con cualquier otra excusa carente de fortaleza ideológica, tire el esfuerzo que viene construyendo este pueblo y después que el daño esta hecho, es que toma conciencia del error y llora la consecuencia de la culpa.
El descuido es evidente, la desatención de los que deben atender con los recursos al pueblo, esta diluida más en forma que en fondo, no se esta cumpliendo, por lo menos en la medida que debe hacerse; no se puede construir un pensamiento revolucionario inculcando y proyectando la alienación como fundamento, es una contradicción, lo necesario es sencillo de proyectar, saber quien esta ayudando y porque camino; la revolución no se equivoca, solo los hombres pueden hacerlo porque son el cerebro de la revolución.
Para determinar lo que es Cultura hasta ahora no se le ha encontrado método, tal vez no lo hay, a excepción del esfuerzo y la constancia, en función de fortalecer el pensamiento y la idea; la proliferación del facilismo a penetrado nuestro pueblo en medida considerable, por una masa amorfa (llamada imperio) que en esta sociedad tiene el remoquete de Cultura, no es cuestión de los hacedores, la culpa principal es la deformación que hemos sufrido en los últimos años y que esta exigiendo en el esquema un cambio radical.
Las revoluciones necesitan esfuerzos y la ayuda que debe generar lo que llamamos Cultura, sobre todo en proceso de formación, tiene como fin agilizar el pensamiento y quien puede pensar con criterio tiene opción a decidir y establecer diferencia, para que la manipulación no adquiera la fuerza demostrada en estos días por los medios de comunicación.
Cada sector tiene parcela que defender, la Cultura pataleando entre bandas no se defiende ni ella misma, solo tiene el objetivo de converger ante los gremios, meterse entre los polos, para que el despertar del pensamiento ayude en la discusión y los involucrados a través del entretenimiento y la dialéctica sientan que el esfuerzo de los cultores es una posibilidad.
Hay posiciones que son necesarias analizar en las conductas de los coordinadores, preguntarnos: ¿los objetivos están claros? ¿Lo que estamos proponiendo, forma parte de lo que estamos buscando? o la interrogante necesaria, ¡lo estamos haciendo! los resultados hasta ahora son distintos a lo que necesita un pueblo en construcción de una nueva propuesta y estamos dispuestos a clarificar, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.