Estaba leyendo el periódico muy tranquilo, cuando mi hijo me preguntó:
* Papá ¿Por qué los superhéroes vienen todos de Estados Unidos? Yo no he visto ninguno que sea de aquí. Fíjate que ni siquiera en las comiquitas vienen a visitarnos.
Me quedo pensando en la vaina mientras me acomodo en la silla y le digo:
* Lo que pasa es que así es la cultura de ellos, siempre piensan que las cosas solo se resuelven con poderes extraordinarios. Le hacen creer a la población que esos personajes son buenos, que se encargan de luchar contra la maldad seguros de que siempre vencerán sin que les hagan un rasguño y que mantienen a raya a los villanos. Pero lo más importante es que comprendas que eso es pura fantasía.
* Pues no entiendo –me dice el carajito- porque aquí también hay villanos y pasan cosas malas…
* Bueno si- le interrumpí- pero lo que debes tener presente es que nadie va a venir a resolverte tus problemas. Las cosas se arreglan con la ayuda de la familia, de los vecinos, de la comunidad. Hay gente que sin tener superpoderes hace milagros para ayudar a los necesitados. Eso se llama ser solidario (dije esto seguro de que me había hecho entender).
* Mira Papá, yo le escribí la carta al Niño Jesús y tú y mi Mamá siempre me han dicho que él todo lo puede. Así que yo creo que es más poderoso que todos los superhéroes juntos, o sea que él es un super, superhéroe ¿me entiendes? Y yo le estoy diciendo que mande para acá a la Liga de la Justicia.
* ¿La Liga de La Justicia?
* Siii, a Superman, Batman y Robin, La mujer Maravilla, Linterna Verde, Aquaman…
* ¡Nooo chamo, sácate eso de la cabeza! Te estoy diciendo que eso es pura fantasía.
* ¿Si? ¿Entonces el Niño Jesús también es pura fantasía? Hasta ahora me ha traído todo lo que le he estado pidiendo en estos años.
* Yo te estoy hablando es de los superligados esos vale, no del Niño Jesús. Eso es otra cosa- ya me estaba sintiendo atrapado por la implacable lógica infantil- Tu lo has dicho, él te trae tus juguetes y siempre está pendiente de ti…
* Si ya eso lo sé, pero el no está pendiente de los adultos y los adultos se la pasan haciendo cosas malas, sobre todo los políticos.
* Esos son rollos de los adultos, hijo. No te preocupes, vive tu mundo sin estar pendiente de eso, ya tendrás tiempo cuando crezcas.
* Lo que pasa Papá es que te la pasas hablando de eso y dices que te preocupas y mi Mamá se pone a hablar de lo mismo, a mí me parece que la solución más sencilla es que los Superhéroes vengan a arreglar todo ese problema de la impunidad y corrupción y otras que cosas que me parecen que son muy malas y si yo se lo pido al Niño Jesús, cuando él los mande para acá no les va quedar otra que obedecerle.
En ese momento pude optar por hacerme el molesto y dar por terminada la conversación o seguir eludiendo sus argumentos. Pero le dije:
* Uummh. ¿Ya terminaste esa carta?
* Aún no, me falta pedir unas cosas
* Tráela, vamos a terminar de hacerla entre los dos.
Mientras mi hijo corría a su cuarto entusiasmado en busca de la bendita carta, pensé: ¿Cuando tendremos un “superhéroe” que simple y llanamente tenga las bolas de hacer cumplir las leyes? ¿Cuando alguien será capaz de cumplir con sus responsabilidades? ¿Cuando tendremos una “Liga de la Justicia” decente? Por ahora abrigo más esperanzas en las cartas al Niño Dios y en la fe de un chamo de ocho años.
Solo el Pueblo salva al Pueblo.
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