Se estima que en el mundo hay unas 6.809 lenguas, de las cuales 2.058 se hablan en África. De estas últimas más de 300 están en peligro de desaparecer en el siglo XXI. Otras tantas, lenguas indígenas de América Latina, también están en peligro de extinción, al igual que muchas más en otras regiones del mundo. Es por esto que, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Sesión Plenaria del 16 de mayo del 2007, a través de la Resolución A/RES/61/266, declaró el año 2008 como el Año Internacional de las Lenguas. De esta manera, la Asamblea General reconoció que el multilingüismo promueve la unidad en la diversidad y el entendimiento internacional, por lo que es importante proteger las distintas lenguas, que equivale a proteger y promover las diferentes culturas.
La idea de dedicar un año a las lenguas se gestó en la Conferencia General de la UNESCO, en París, en el 2005, por iniciativa del Embajador de Francia, Jean Marc de la Sablière, quien manifestó que en términos lingüisticos y culturales, el multilingüismo equivale al multilateralismo, así como enfatizó en la importancia del derecho que tienen los seres humanos a usar la lengua propia, comunicarse y en consecuencia entender y ser entendido.
En ese sentido, en el marco de los preparativos para la XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada el año pasado en Santiago de Chile, la República Bolivariana de Venezuela, a través de su Embajador ante la Organización de Estados Americanos(OEA), Jorge Valero, presentó una propuesta en la que se plantea la firma de una declaración oficial para respaldar la conveniencia de aprobar un tratado internacional, mediante el cual se protejan las lenguas indígenas y, en general, todas las lenguas en peligro de extinción que hay en el mundo.
Por otra parte, en la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela está en proceso de aprobación la Ley de Idiomas Indígenas, la cual tiene por objeto regular el uso, promoción, preservación, defensa y fomento de los idiomas autóctonos venezolanos, basado en el derecho originario de los pueblos y comunidades étnicas al uso, protección y difusión de sus idiomas, como medio de comunicación y expresión cultural. Igualmente en dicha ley se plantea la creación de la Academia de Idiomas Indígenas, para darle consistencia institucional a tal iniciativa, por lo que idiomas como el warao, el wayúu, el kariña, entre otros, podrán revitalizarse y pasar a formar parte de ese proceso de multilingüismo impulsado desde las Naciones Unidas. Una contribución de Venezuela al Año Internacional de las Lenguas.
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