Tremenda sorpresa en las adyacencias del río Potomac, en The White House, cuando el “violento”, “loco” y “amigo de terroristas”, se lanzó en paracaídas y aterrizó en medio del escenario con un discurso de PAZ. Iba armado con un lenguaje demoledor, el cual dejó al enemigo gringo desarmado.
Al Uribe no le quedó otro camino que salir corriendo a estrechar manos y a buscar abrazos. La cara del Presidente CORREA, fue todo un poema mientras Mr. Narco, buscaba desesperado estrechar la diestra de este digno hombre que lo miraba "como gallina que mira sal”.
Todos los programas de las súper computadoras empezaron a echar humo, porque el “target” era formar un bochinchón entre fronteras hermanas, para seguir justificando su presencia en bases militares latinoamericanas. Hubo que reprogramar las bichas para que minimizaran el siguiente paso, el cual seguramente sería meter unos paramilitares por el Zulia y “tomar” cualquier villorrio para “contestar la amenaza” del de Sabaneta.
Debemos decir y eso lo sabe Hugo Rafael que ha estallado una precaria paz pues no será hoy, no será mañana, pero los “halcones” gringos y cachacos, no van a dejar el “business” en peligro. Hemos ganado un poco de tiempo o de “time” como dirían en Washington.
Todo el mundo habla de los 15 Mil millones de dólares que los del norte le han ingresado a Colombia para mantener el escenario, pero no debemos olvidar el chorro de dólares que produce “el negocio de la droga”. Dicen que es la empresa más rentable del planeta. Si a todo esto le añadimos que la presencia norteamericana en el corazón de Suramérica, flanquea a las fuentes de las necesidades más inmediatas de la humanidad: Petróleo y Agua. El petróleo ahora a más de 100$ localizado al norte y el agua que pronto hará crisis en el mundo, localizada al sur. Añadamos la biodiversidad de la Amazonia, el gas Boliviano y la enorme capacidad productora de alimentos de Argentina y tendremos a unos gringos muy agitados.
Es por ello que debemos administrar avaramente esta precaria y corta paz. En primer lugar diversificar a fondo nuestra dependencia alimentaria para no depender mucho de lo que cruce desde Cúcuta a San Antonio, en el Táchira o lo que entre en menor medida por el Zulia. Por otro lado debemos “retirar” esos 10 batallones de la frontera y reforzar la línea con un macro programa cívico-militar.
Igualmente creo que debemos imitar a los sajones (tienen una oficina dedicada a estudiar exclusivamente a Venezuela) poniendo a funcionar una oficina dedicada a estudiar a fondo, en tiempo real y con muchas buenas computadoras, todo lo que se mueva, respire o tiemble en la frontera y un poco mas allá.
Tenemos que tener a tiro de pájaro estos trajines en la base militar bushana de “Tres Esquinas” y todas las otras 10 o 15 que ya tienen en el territorio mártir de Colombia.
Militarmente tenemos que tener un Plan “A” y un plan “B” y todas las letras que hagan falta.
Recordemos al Plan “Balboa”, donde el país “Marrón” (Venezuela) era atacado desde el Norte(Mar Caribe) y desde el Oeste(Panamá-Colombia), para quitarnos todo el territorio que comprenden los estados Zulia, Falcón, Portuguesa, Barinas y Apure, situando la frontera cerca de Valencia. Esto comprendía bombardeos de puentes, carreteras y ciudades, situando los “daños colaterales” nuestros en unos 100 Mil muertos en 72 horas.
La cosa no es juego!...y “guerra avisada” aunque pueda matar soldados, por lo menos que no nos agarre descuidados.
Quiero terminar recordando “la batalla que se ganó con trompetas”. Josué 5.13 al 6.27.La Biblia.
“Josué sabía que pronto tendría que atacar a Jericó. Oró a DIOS pidiéndole ayuda. Entonces DIOS le dio un plan muy extraño a Josué. Josué le dijo a sus capitanes. “Tendremos un desfile”. Ninguno de los soldados de Josué había luchado de esa manera antes. ¡Un desfile no era una batalla!.
Por muchos días el ejército de Israel marchó alrededor de Jericó con tímpanos y los sacerdotes cargando El Arca. Al séptimo día dieron la vuelta a la ciudad 7 veces y al final los soldados gritaron tan fuerte como pudieron. ¡Se desplomaron las murallas de Jericó! y la ciudad fue arrasada.”
Creo que debemos desfilar hacia la frontera…No hay muros visibles, pero tal vez en siete días o en siete años, tengamos que gritar y a lo mejor nos oyen otra vez en el ECUADOR y de nuevo en toda Suramérica libre.
En Colombia debe triunfar la Paz verdadera.
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