Ninguno de sus enemigos pudo estar más cerca del Presidente, que la Señora Marisabel Rodríguez. Afortunadamente, a ella tal vez le tembló el pulso en el momento de hundir el puñal hasta la cacha.
De alguna otra manera Ismael y Baduel pudieron intentar hacer lo mismo y también fracasaron. No obstante, hoy sus voces suenan como maracas de cascabel, desde la “Globobillete”.
La necesidad inmediata de este trío de serpientes no pareciera ser otra que acumular riqueza material y eso les impidió compartir la lucha junto al Presidente. Este “trío de cascabel”, como las aguas del río que vienen hacia el declive, se precipita raudo hacia la oscuridad, lugar a donde deben ir todos los de su estirpe, bien lejos del sentir del pueblo, que si es como los rayitos del sol, mil veces preferible al amarillo del oro.
Los tres se han quedado sin excusas para justificar la traición, nada de lo que digan tiene asidero ante un pueblo que lo que quiere es ver el mundo tal como es y no como el gringo pretende hacérselo ver desde las pantallas de televisión y desde las portadas del periódico mezquino, mediante posiciones de fuerza que sólo engendran peligros históricos.
Cambiar, implica ruptura con algo. ¿Con quien rompió la Señora Marisabel?-¿Con quien rompió Ismael GarCIA?-¿Con quien rompió Baduel?
Bueno, pretender adivinar esas respuestas es como valorar factores extremadamente complejos pero es evidente que se trata de personas aleves, infelices, que se habituaron a sus miedos y prefirieron refugiarse en una tranquilidad ficticia, antes que enfrentar la dificultad junto con todos.
Federico-testaferro del gringo- les untará las manos con manteca de marca “Los tres cochinitos” mientras el gringo se mueve a la sombra pretendiendo hacer suyo, nuestro petróleo.
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