LAS FARC: EXCUSA DEL IMPERIO

Más preciso no pudo haber sido el Presidente al afirmar, con toda valentía, una verdad tan grande como un templo que, no ahora, sino desde décadas las FARC para lo que le han servido al imperio, es para llevar a cabo sus planes de penetración a través de Colombia en la región, con miras a implantar su planes perversos de dominación; para nadie es un secreto que en el país vecino tienen asiento contingentes de soldados gringos, con armas de alta tecnología, con inversiones millonarias para logística en actividades de penetración clandestina y espionaje, lo cual quedó en evidencia el 1º de marzo cuando, mostrando que no tienen límites en sus actividades violatorias de todas las normas del derecho internacional, invadieron un pueblo soberano para producir una masacre que bien pudieron evitar simplemente con pedirle colaboración al gobierno de Ecuador y solicitar la captura de los subversivos. Pareciera más bien que su accionar lo que pretendió, fue ser una muestra de fuerza y poder en la búsqueda de que los gobiernos progresistas y los pueblos de nuestra América se llenen de temor y se inclinen ante los perversos planes para regresar al estado de cosas en que nos pisoteaban y se llevaban a precio de gallina flaca nuestras riquezas, además de tratarnos como el patio trasero de sus casa.-

Por ello, como siempre, no pudo ser más preciso nuestro Comandante al afirmar con certeza que la guerrilla colombiana a quien menos le interesa que se acabe es al gobierno gringo y a su lacayo Uribe, pues si la guerrilla desaparece se les acaba el argumento mediante el cual los países vecinos al conflicto somos blanco apetecible del Imperio.-



Y SE ATREVEN A DECIR QUE AQUÍ NO HAY LIBERTAD DE EXPRESION



“Además de impulsivo, consumidor de coca, con razón el país está cada vez peor”

Lo anterior publicado por el Nazional, en la sección”la frase”, en primera página de su edición digital, es otra muestra contundente que echa por tierra la casi diaria afirmación de que en este país no hay libertad de expresión. Es uno de los millones de detalles, mediante los cuales, calumnian, ofenden, irrespetan a quien les venga en gana y con el ánimo de engañar incautos, insisten hasta el aburrimiento en temas que buscan magnificar un hecho intrascendente como el que significa que un día este Presidente que aquí tenemos, fuera de lote, dijera una gran verdad como es la de que la hoja de coca, por sí sola, no es ni lejos una droga y menos un alucinógeno o estupefaciente, sino simplemente un energizante inofensivo para el organismo que permite sobre todo en las zonas más altas del planeta mantener la actividad necesaria para las labores diarias del trabajo; quienes aun persisten. a estas alturas del partido, en querer endilgarle al comandante el mote de consumidor son unos desdichados sin parangón que por ejemplo olvidan que el mismísimo Papa Juan Pablo II, consumió y no una sino varias veces el té de coca y no por ello vamos a decir que es adicto. Si a eso vamos quienes consumimos café con su cafeína incluida, somos adictos a una droga, que en todas partes del mundo se utiliza y que es producto de exportación y de riqueza económica en muchos países.-

Al leer la tal frase, hay que, por obligación, pensar quién es más culpable de tamaña afirmación, si quien la escribe o quien la publica, y la respuesta es que el medio que se precia de objetivo y equilibrado no lo es tal, en absoluto, pues con su actitud lo que demuestra es su falta de ética y lo bajo que ha caído el periodismo en este país, que ni siquiera es aceptable cuando se sabe a ciencia cierta que lo que los impulsa es el enorme odio gratuito por quien, bien lejos. es el presidente más respetuoso de la libertad de expresión que hayamos conocido en nuestro país.

Ya quisiera yo ver la reacción de un presidente de otro país a quien le irrespetaran su majestad de primer mandatario, por ejemplo en Perú o en la misma Colombia de donde por ejemplo el reportero de Telesur tuvo que salir huyendo por la persecución oficial, por el solo hecho de ejercer su profesión.

De modo que esta frase que al Nazional le pareció tan importante como para darle primera página, pinta cual carroña a un medio que de ser uno de los más importantes del Continente devino en un pasquín de la peor calaña y en vergüenza “nacional”.


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