Si nos vamos por la tangente como diría un matemático, nos encontramos con casos dignos de buen olfato para los que andan a la caza de singularidades, no obstante, puede uno equivocarse, porque la fauna política en este país es bien variada como para tener cuidado y sumamente rica en expresiones que enrarecen el medio, si es que éste no está contaminado de ambigüedades que, al rodar de los días te dejan un léxico apabullante de necedades digno de no imitarse.
En tal caso, hay que desenrollar más temprano que tarde el trompo de las angustias que baila en sentido contrario a las agujas del reloj en la oposición reaccionaria y golpista, amante del poder sumiso, generador de miserias y corruptelas que al compás de la música que le toquen se abrazan a la oligarquía criolla para arrollar con un vals de egoísmo todo lo que vaya en provecho del pueblo, derivado o salido de las ideas socialistas que el Gobierno Nacional practica en múltiples misiones y atenciones productores de beneficios socio-económico, aunque el beneficio de la acción aclare, justifique y resuelva situaciones a veces más de allá que de acá, pero como buenos opresores-cancerberos coaligados a gobiernos anteriores no desperdician el medio, ni momento en que puedan actuar para despotricar del Estado y sus dirigentes, por tal motivo, se embarcan en cualquier aventura, conscientes como están que con los votos del colectivo no tienen asidero a la esperanza de volver al poder , aunque a ese colectivo lo desconocen, lo desprecian, porque para ellos sólo tiene valor, la sociedad civil, derivados y apátridas, además, sin la ayuda externa no son nadie y como están bien conectados se imbrican a la ilusión de amenazar y después actuar para morir en la orilla castrados de cansancio y desilusión, maldiciendo de odio y rencor hasta el infinito sus penalidades, atrapados en un pasado que no tiene, ni tendrá presente, soñando con marchas gigantescas que alboroten el avispero de la comunicación mediática a su alcance y manejo.
Y en ese ir y venir se van encogiendo dentro y fuera del país y apelan a figuras políticas desfasadas que vienen del invernadero rutinario del olvido político-partidista de la vieja guardia como rufianes sietemesinos que con solo verse en un espejo se asustan de su imagen difusa que en otrora pudieron ser, pero no supieron adaptarse en función del bien ajeno y se fueron a la acera del frente a convivir en correspondencia con sus deslealtades mezquinas más afines a sus compromisos capitalistas de engorde usurero, traicionando para siempre la fe de sus seguidores.
Todo lo que signifique o persiga un bien para las mayorías les molesta, llámense leyes habilitantes, decretos, resoluciones, a veces sin conocer sus contenidos opinan y reflejan lo contradictorio más como capricho que análisis y se contradicen hasta la saciedad, mienten una y otra vez, sin importarle nada, no respetan a nadie, ni tienen un ápice de vergüenza en la esfera nacional e internacional y cuando los inhabilitan por ladrones lloran y se quejan a organismos que nada tienen que ver con sus penurias, pero jamás demuestran su inocencia y últimamente se han convertido en reservorio de los contrarrevolucionarios traidores, aceptando deshechos de nuestras filas, sean éstos, militares o civiles, que como piltrafas humanas se van por los caminos que siempre debieron transitar y que la única lección que nos dejan es la que nunca volverán ni que se vistan de Baltasar Porras como el lobo de Caperucita Roja.