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Durante un tiempo a Luis se le vislumbró como uno de los hombres con más garra política dentro del MVR. La oposición lo odiaba por el asunto de “la lista”, pero él sabía defenderse bien. De la noche a la mañana, la adiposidad física y mental comenzó a hacer estragos en su persona. En un lapso de pocos meses aumentó treinta kilos y aquel rostro vivo, ágil, desapareció. No puede hoy con su alma ni con su barriga, y se le ve hasta cómico con ese koala que lo hace aparecer más redondo de la cuenta.
En este momento puede decirse que Tascón hiede tanto como Ismael García. Si “El Nacional” hace lo imposible por rebajarse hasta el infinito para ganarle a “El Universal”, Tascón se esfuerza por superar en bajeza y miserias al Ismael.
Realmente esta es la gente, que como dice la Biblia, vendió su progenitura por un plato de lentejas.
Ahora Tascón se regocija pidiendo un paro de transporte; se regodea en anunciar que se avecina un caos de tal magnitud que seguramente no tendremos elecciones el 23 de noviembre.
Tascón, pues, se corrompió. Se degeneró. Lanzó aquellas acusaciones contra José David Cabello, que no teníamos por qué negarlas a priori, pero que ahora en función de su rara conducta, seguramente llevaban alguna oscura presión por dentro. Porque él, el puro, el Le enfant terrible de la Asamblea Nacional, le vemos de pronto defendiendo a Baduel y muy amarteladito con el gobernador Acosta Carlez, por el sólo hecho de que su esposa es la Secretaria General de Gobierno en Carabobo. Obsérvese que ahora Acosta Carlez está sacando toda su propaganda por Globovisión, y los medios más ultradechistas del país. Ya el redomado canalla de “Las Verdades de Miguel” está anunciando que Acosta Carlez ganará en Carabobo.
Inflado como una morsa, bufando como un toro, ahora a Luis se le ve por Caracas, con cuatro pelagatos, dizque lanzado a la conquista de la Alcaldía Metropolitana. Que desgracia la nuestra que en cuanto aparece alguien que aparenta tener ciertas cualidades para la lucha revolucionaria, a las primeras de cambio se deja comprar por un puñado de dólares.
Está totalmente claro que a Tascón le dieron una buena chupeta en la oposición. Uno de los hombres más odiados por la oposición, ahora está del otro lado gozoso y feliz, y Federico Alberto Ravell ha ordenado que le coloquen a unos de sus muchachos para que le recoja todo lo que diga contra el gobierno, todo lo que proteste y clame contra Chávez. Exactamente lo que hicieron con Ismael. Ya me han contando que le están preparando a Tascón un programa por Globovisión, por canal i o por RCTV. Veremos, pues…
