En estos momentos
cuando el “Simón Bolívar” ya se encuentra buscando su orbita estacionaria
donde deberá de cumplir la misión de paz de impulsar la integración
latinoamericana, nuevas oportunidades despegan para que los provechosos
y oportunos adelantos tecnológicos disponibles por nuestra contemporaneidad
nos permitan reconocernos desde nuestras propias y originarias raíces
de nuestra identidad.
Imperioso y
urgente venía siendo para nuestros pueblos que los respectivos espectros
radioeléctricos pudiesen algún día estar verdaderamente al servicio
de promover y transmitir la creación cultural y artística de nuestras
propias verdades. Impulso y garantía para que el imaginario creador
de nuestro genuino y contestatario valor tenga la suficiente autonomía
y libertad de expresión para competir, en igualdad de oportunidades
y de condiciones, con los cancerígenos refritos
del extranjero.
Inocente o
no resulta llamativo que un día después del importante acontecimiento
la página Web de correo electrónico Hot Mail bajo el encabezado
del exitoso acontecimiento ilustrara la noticia con una fotografía
premeditadamente en posición invertida, claramente dando la impresión
como si el cohete hubiera tomado un rumbo catastróficamente nefasto.
El escozor
principal viene justificadamente fundado ante la aseveración de que
el “Simón Bolívar” servirá para impulsar el socialismo en la
región. Socializar y democratizar el acceso de las telecomunicaciones
a los sectores más distantes y marginados resulta nada alentador y
conveniente para quienes habiendo hegemónicamente capitalizado el dominio
absoluto de esta primera herramienta de la tecnología moderna, deciden
exclusivamente bajo sus propios intereses expansionistas que es lo mejor
para nosotros y para el papel que debemos sumisamente cumplir dentro
de su Mercado Global. Irónicamente entreteniéndonos e informándonos
a partir sobre nuestra supuesta condición subdesarrollada
y tercer mundista.
El descalabro
financiero capitalista internacional deja de antemano prever quienes
terminarán pagando los platos rotos. La implementación de esta
pretensión les requerirá un descomunal esfuerzo mediático tendiente
a sofocar los esperados brotes de descontento que incuestionablemente
surgirán. Hasta ahora tal ha sido su capacidad y dominio sobre su población
que incluso el candidato republicano John MCcain aun se haya con probabilidades
reales para la presidencia de ese país, sorprendentemente sorteando
todo posible y esperado voto-castigo del pueblo norteamericano.
Definitivamente el “Simón Bolívar” ha llegado a una muy buena hora. A partir de unas pocas semanas los pueblos latinoamericanos tendrán la oportunidad de ver el lado oculto y verdadero del capitalismo. Verdaderamente informarse sobre de qué manera sus gobiernos particularmente enfrentan una crisis exclusivamente nacida por la avaricia de los ricos y poderosos, y que por sus consabidas artimañas pretenderán que desvergonzadamente sea pagada por los más desposeídos del mundo.