Píntame angelitos del futuro negro

El lenguaje xenofóbico implícito en los análisis de sesudos latinomericanos se contamina de quienes en el norte, involucran a las diferentes etnias en el simplismo político utilizándolo de manera despectiva. El afrodescendiente, el negro, el demócrata de color, etc, son algunos de los términos tildados al recién electo Presidente de Estados Unidos Barack Obama, quien logró un alto porcentaje de votos apoyado por las llamadas razas de minorías en Estados Unidos como la “negra”, “latina”, “asiática” y otras no menos importantes.

Localmente vivimos la misma experiencia cuando a nuestros líderes se les califica de indios, macacos, monos, tercermundistas, etc, para colocarnos en una especie de raza inferior según el criterio de aquel lenguaje nefasto. El satélite “Simón Bolívar”, avance del desarrollo tecnológico en Venezuela y Latinoamérica, de fabricación asiática, con transferencia del conocimiento y la tecnología misma como hecho sin precedentes, marca la pauta de relaciones con los “chinos” en el intercambio económico, político, social, deportivo y cultural. Algunos medios nacionales tratan de desconocer este hecho trascendental, lo vislumbran como una noticia de paradoja extraña; una por el desarrollo que significa para Venezuela y la esconden como hecho noticioso y la otra publicitada contradictoriamente; por la obra y tecnología de segunda de los chinos según el criterio de los xenófobos.

En el caso de los rusos, la tecnología de armamentismo defensivo comercializado a Venezuela, se define en “desecho” militar soviético por aquello que no se identifica como “Made in USA” cual término alienado del pitiyanquismo. Quizás, pasé de moda por un tiempo, mientras intenten volver los “catires” que dejen una economía oscura en recesión para el mundo y su propio pueblo desde la llamada “Casa Blanca”. Se olvida que la tecnología norteamericana se volvió negra hacia Venezuela, cuando negó los repuestos militares a los aviones F-16 firmado en compromiso y convenio comercial, probablemente inhabilitándolos desde algún satélite en el espacio exterior.

Algunos analistas serios han definido que el futuro de la humanidad estará en Latinoamérica y Asia con sus riquezas, empuje, políticas sociales progresistas y pueblo joven, a diferencia de un norte xenofóbico, excluyente, conspirador, intervencionista o de una Europa vieja, gastada y carentes de recursos naturales con argumentos de “directiva del retorno” para emigrantes, sudacas, indios, negros o sus derivados como nos ven desde la invasión de “Colón” hasta el actual siglo xxi.

Esperemos el futuro del norte cerca del sueño de Luther King, manchado en la oscuridad guerrerista imperial de servidores del demonio blanco como Colin Powell y Condolezza Rice. ¡Si Dios fuera negro compay...todo cambiaría!... ¡píntame angelitos negros!...te pide el poeta con un satélite mas cerca del altísimo.


larryubv2004@hotmail.com


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Larry Márquez Peralta


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