No está fácil, eso de asimilar las declaraciones de Wladimir Villegas en torno a las posiciones asumidas por el del PPT y el PCV, con respecto al PSUV y al presidente Chávez. Esto no puede entenderse como una actitud “inocente”, repentina e imprevista sin pensar en un enfrentamiento con el proceso venezolano y su principal figura; quizás porque se afectaron intereses familiares o el despecho por el ninguneo político personal, se convirtieron en el disparador para enfilar armas contra el líder presidente y por carambolas contra el PSUV y el proceso mismo. A lo mejor le dan un programa en Globoterror como a Ismael.
Afirmar que no solo se apoya al presidente Chávez a través de las filas del PSUV es diferente, muy diferente, a apoyar el proceso que indiscutiblemente lideriza Chávez; proceso este que no puede darse el lujo de regresar al pasado, corriendo el riesgo de perder algunas Alcaldías o Gobernaciones, por presentar candidaturas divididas, lo cual sería nefasto para la Revolución, aún más, cuando estas elecciones (N23), ya no tienen el carácter táctico, sino estratégico; cosa difícil de entender y digerir cuando la izquierda está gobernando y con el Sur bien definido de construir el socialismo del siglo XXI.
Se podría aceptar en cuanto al PSUV, (instancia recién nacida a la que se le ven muchas costuras aún cuando se reconoce el avance que él implica) que su accionar esta mas cerca del extinto MVR y que no cumple su tarea de exigir una dirección colectiva y una mayor injerencia del partido en la conducción de la revolución bolivariana, alineada con la inmensa capacidad de trabajo y liderazgo de Chávez: rescatando para sí la conducción de la revolución bolivariana, pues en el socialismo la historia la hacen los pueblos y no los líderes; que los batallones y circunscripciones tienen muchas deficiencias en su funcionamiento y que se están quedando para movilizaciones electorales y no se constituyen en referencia organizativa y política en sus respectivos espacios.
Acerca del “acumulado histórico del P.C.V” (argumento que dieron para no unirse al PSUV cuando no existen diferencias ideológicas fundamentales) y su rebelión frente a los candidatos del PSUV; acusando categóricamente a éste, de adelantar el mayor de los sectarismo, olvidando lo que hacían en el pasado, estos militantes “históricos” del P.C.V ante los señalamientos del Comité Central. Ni hablar de lo que trajo el estalinismo a la utopía comunista.
Sobre los “cuadros del PPT”, hay que decirlo: son derivados adecos y pepetosos traidores que, se cuadran donde “haiga” posibilidades de cuadrar un negocio con lo que sea poder en la rebatiña electorera. Que de paso, han tenido más cargos e importantes que cualquier otro partido de la revolución, en nombre de la Alianza Patriótica.
“HISTORICOS” Y “CUADROS”
Solo la unidad hizo posible la irrupción del proceso revolucionario en Venezuela. La unidad es fundamental para la revolución venezolana con miras al socialismo en el siglo XXI
La ausencia de disciplina revolucionaria de los actuales dirigentes del PCV y del PPT frente a las candidaturas de los PSUVistas, apuñalando la revolución bolivariana en nombre de ella, con acciones divisionistas: confrontando las candidaturas de sus cúpulas (sin simpatías ni arrastre popular y otras corrompidas) con las del PSUV en algunas gobernaciones y alcaldías en las venideras elecciones regionales de noviembre 23.
La revolución y los revolucionarios no se decretan pero tampoco se excluyen, son indivisibles y son el nutriente, por demás, de los pueblos luchadores en todo proceso revolucionario. Esto es esencial en el proceso venezolano. Sumar voluntades políticas a las fuerzas revolucionarias, es lo que esta etapa reclama y la mejor manera de ser solidarios con las “esperanzas del poder popular de: todo el poder para el pueblo”.
Muchos compatriotas y el electorado confuso del chavismo, en algunos estados y municipios no se identifican con los candidatos del PSUV: lo fundamental es defender la revolución a como dé lugar, y esperar a que la batalla de ideas y la lucha de clases vayan depurando el proceso del enemigo interno; dejando atrás a quien no esté en condiciones de servirle al pueblo. Hay que considerar que montar tienda aparte, puede abrir un flanco por donde se pueden colar algunos de los candidatos auspiciados del imperio o de la desaparecida IV republica que tanto daño le hicieron al país.
No es la hora ni el momento histórico adecuado para servir en bandeja, a los golpistas y sus medios, las debilidades y amenazas que pudieran quebrar el incipiente proceso revolucionario que, está en gestación. Seria un crimen, cuando no un suicidio y eso, hay que tenerlo en cuenta. Hoy es el tema electoral quien se encarga de quitarles el disfraz a los oportunistas.
“Si fuéramos capaces de unirnos… Qué hermoso y qué cercano estaría el futuro!”
Ernesto “Ché” Guevara
yocatari@yahoo.es