Los
resultados electorales del 23 N, aún cuando están muy frescas sus connotaciones
propiamente electorales ( en lo que tiene que ver con la aritmética comicial ),
comienza a detonar un proceso reflexivo donde aparecen una serie de
indicadores, hipótesis e interpretaciones, en una atmosfera más optimista que
la del 2D. Para ese entonces, específicamente el 3 de Diciembre de 2007,
elaboré un articulo que fue publicado en Aporrea. Org, donde planteo la
sistematización de la experiencia electoral. Con una seguidilla de artículos
publicados en ese mes de Diciembre elaboramos en los comienzos del 2008 un
ensayo sobre “ Los Desafíos Ideológicos
de las tres R”.
Hoy
24 de Noviembre, casi un año después y culminado otro proceso eleccionario, siento que las búsquedas y los
desafíos involucrados en el proceso de rectificación planteado para superar
nuestras fallas, no han sido respondidos coherentemente,
Evadiendo
los peligros de la pareja “triunfalismo-derrotismo”, creo pertinente reiterar algunas
propuestas realizadas en aquel entonces, particularmente algunas formulaciones
en clave metodológica para la evaluación.
En
tal sentido, acudo a la memoria histórica y traigo al presente los contenidos de una conferencia donde
participé conjuntamente con Oscar Jara y Fernando Escobar ( ambos autores
pioneros de la sistematización en nuestra américa )en el marco del Seminario
Internacional sobre Sistematización organizado en el primer trimestre del 2008
por
Buenas
tardes. Voy a intentar transferir una experiencia, y al mismo tiempo
reflexionar y conversar sobre sistematización.
Le
decía al compañero Oscar Jara que en el material sobre los desafíos ideológicos
de las tres R, publicado recientemente a propósito del referendo, realice una
evaluación la cual es la última experiencia donde intenté hacer una
sistematización de las razones del fracaso, o, de los problemas que en términos
electorales se presentaron el 2 de Diciembre de 2007. Le decía a Oscar, que soy
su discípulo, porque de las lecturas que he realizado de sistematización la que
me cautivó en un momento de lectura crítica y autocrítica, fue la de Oscar Jara
sin haberlo conocido personalmente-. Entonces le estaba leyendo una “chuletita”
allí, de lo que no es sistematización, según la interpretación que hago de sus
aportes:
- Sistematizar
no es recurrir a los datos sueltos sin un mapa interpretativo, sin una teoría o
metodología que, le de sentido al referente empírico.
- Sistematizar
no es tomar un dato aislado y convertirlo en explicación única.
- Sistematizar
no es hacer generalizaciones, sin tomar en cuenta la problemática, el contexto
y los sujetos sociales involucrados.
- Sistematizar
no es un recurso para calificar o penalizar la acción, sino una estrategia para
comprender lo sucedido y rectificar.
A
los compañeros de todo el proceso revolucionario venezolano, incluido nuestro
propio Presidente Hugo Chávez, que nos llama ha aplicar las tres R, les planteo
la sistematización. Porque aquí se hacen cambios, se plantean propuestas, y uno
dice a veces de donde salió eso. Por ejemplo, a penas llega un ministro en el
gobierno, cambia de planes y programas sin hacer balances; se empieza a dar
saltos sin contemplar lo que se hizo, no hay continuidad, no hay cultura de la
sistematización y esto es un hecho político. Pareciera, que estamos obligados a
empezar de cero, desconociendo los acervos, los aportes, los elementos que
están presentes en cualquier experiencia. La falta de humildad y criterios de
respeto por el trabajo previo, permite que no se contemplen los aportes que
tiene la gente que nos antecede. En la administración pública, por lo menos en
mi caso, que he pasado por cuatro cambios de ministros -esto es algo que lo
estoy diciendo permanentemente-, he observado que no se sistematizan las
experiencias. No hay continuidad, no hay proceso de crecimiento, no hay elaboración teórica, en términos generales.
La
sistematización también es un problema de paradigma, porque no es cierto que
toda la gente que habla de sistematización tiene el mismo enfoque, la misma
metódica, la misma actitud, allí hay de todo. Efectivamente Oscar, ya habló
algunas cosas sobre los desafíos, los
errores y lo que son las prácticas que se denominan sistematización.
Por
otro lado, reivindico los aportes del movimiento pedagógico colombiano, porque
la experiencia que les voy a referir, y especialmente a mi hermano que esta aquí
–Fernando Escobar-, porque resulta que desde que andamos por estos caminos, el
movimiento pedagógico colombiano fue una fuente de inspiración para nosotros
hace muchas décadas; fue, digamos, de alguna manera, un pivote para plantearnos
los cambios y las transformaciones educativas. En lo que a mi respecta, le rindo tributo, una filiación absolutamente
franca intelectualmente, sobre los aportes que ha hecho el movimiento
pedagógico colombiano, hoy diezmado.
Más
o menos hace ya varias décadas, estuve en Bogotá con los compañeros discutiendo
y resulta que hoy el movimiento pedagógico colombiano está en una fase
regresiva, porque le dieron duro, porque los asesinaron, los persiguieron.
Después, nosotros en los eventos sentíamos que habíamos avanzado y que el
movimiento pedagógico colombiano estaba en una fase de reflujo, sobrevivió
Marco Raúl Mejía, el propio compañero Fernando Escobar, pero hay un gran número
de hermanos del movimiento pedagógico que los desaparecieron, los eventos
decayeron, por cierto eso hay que sistematizarlo ¿Qué paso con el movimiento
pedagógico colombiano, en las últimas décadas? Eso corresponde un poco con lo
que esta pasando ahora con el hermano pueblo colombiano.
Cito
la experiencia colombiana por lo que les
voy ha hablar hoy sobre INVEDECOR, que es el enfoque que nosotros trabajamos como
método de sistematización.Nace exactamente evaluando y sistematizando una
experiencia de Educación Popular, en el IPC (Instituto Popular de Capacitación)
en Medellín. Sobre la base de las conexiones que habíamos tenido con A Luchar, el
movimiento pedagógico y el IPC de entonces, nos invitaron a vivir esa
experiencia evaluativa de 15 años de educación popular; allí se produce para mi
lo que denomino en el texto “El poder en la escuela”- ( hace aproximadamente 20
años) un insight, un destello de consciencia. Eso fue un inventario realizado por un grupo como ustedes, quizás 200 personas, que
evaluaron la experiencia educativa de años del IPC. Tuve la suerte de estar
allí y oír las evaluaciones, por ejemplo voy a nombrar cosas que en esa
ocasión, se me quedaron prendidas y desde ese entonces di un salto que me
produjo lo que Bachelard llamaría una “ruptura epistemológica”, una ruptura en
la teorización.
En
ese momento ocurre que los compañeros que hacen investigación en el Instituto
de Popular de Capacitación, tienen cualquier cantidad de estudios y
publicaciones, pero una pregunta que se hacía alguien en el evento: ¿Cómo
inciden esas investigaciones en la educación, en el área incluso de la capacitación?
que era el nombre que tenían ellos en ese momento. Y pasaba que existía poca
relación, la investigación estaba por un lado y la capacitación por otro. Los
compañeros que estaban en las comunas en Medellín, organizando la comunidad en
función de su vida cotidiana, preguntaban: ¿Cómo inciden las dos cosas (
investigación y educación ) sobre el trabajo que hacemos diariamente? Al
respecto no había conexión, no había un nexo que articulara. Entonces desde ese
momento se me quedó en la mente como evaluación autocrítica: la articulación y
sus ausencias como fallas en la coordinación, falta de sinergia, de concurrencia entre las funciones
investigativas, educativas, comunicacionales y organizativas, siendo palabras
que le ponemos hoy a eso. No había sinergia entre la investigación y la educación o en relación a la organización de la comuna de Medellín. Y
los que estaban en el departamento de propaganda, que era más instrumental,
porque lo que hacían era folletos y cosas así, no tenían una vinculación, no guardaba
relación con las otras tres dimensiones, funciones, áreas de trabajo. Entonces,
me empecé a preguntar ¿Qué razones encuentran los compañeros para que eso
ocurra esto en una estructura que esta en un solo edificio, están todos allí; son
un grupo revolucionario vinculado al movimiento popular en Medellín, además es
nacional e internacionalmente conocido. Me dije tiene que existir una razón
para que exista esa fragmentación, esa dispersión del esfuerzo, esa
atomización, que es cognitiva, que es organizacional, que es hasta dinámica
personal y profesional. Entonces al hacerme la pregunta, se me presentó como un
gusanillo de indagación, de problematización, que me condujo a una reflexión,
que desde ese momento es para mí una ruptura incluso con cierto tipo de
marxismo,con la cultura de la izquierda
tradicional o del pensamiento crítico.
Por
ella ahora voy a plantearles a ustedes el alcance de esa reflexión, una especie
de meta-cognición, para que ustedes tengan un anclaje que les pueda servir para
comprender este debate que hemos planteado
desde hace décadas y desarrollado con muchos de ustedes. Pero sé también que la
gente muchas veces dice: Invedecor, ¿Qué es eso, un fármaco? INVEDECOR, es una
palabra que resulta de la integración de las primeras letras donde están
INvestigación, EDucación, COmunicación y ORganización; y de esa composición de letra nosotros sacamos las siglas. Alguien
puede decir, eso es una suma ecléctica. a una especie de pasticho pedagógico, al que uno le suma investigación, educación, le suma
comunicación y organización, y esta Invedecor; esta es una perspectivas mecánica
del asunto y cuidado con eso, porque esa es la interpretación de la forma
tradicional de asumir la producción del conocimiento.
Cuando
les planteaba que la fragmentación es un
hecho que habíamos constatado en el Instituto de Popular de Capacitación, también
lo constatamos en la universidad venezolana y en la escuela en su conjunto,
cuando la investigación va por un lado, la docencia por otro y la extensión por
otro; esto un lugar común en las universidades, no conozco una universidad que
articule las tres funciones. Eso es una crítica y autocrítica, en Educación
Superior, tenemos ese gran debate sobre Alma Mater, incluso lo tuvimos aquí (en
En
mi caso,formado en corrientes marxistas tradicionales, ( en éste caso del
marxismo-leninismo de inspiración soviética ), me había educado en la onda de
que la revolución consiste en expropiar a los ricos, quitarles la propiedad,
eliminar el libre mercado. Había suscrito que se era el marco de un proceso
revolucionario, y se nos había olvidado -por lo menos a los marxista que he
conocido en América Latina que se orientan por el enfoque soviético- un pequeño
problema, que es lo que ustedes conocen en mi discurso monotemático, porque
tengo una posición obstinada respecto a eso, de que hay un problema con
Es
que
Ese
proceso taylorista de dividir las actividades manuales e intelectuales se
reproduce en la escuela. En el currículo, hago una relación de los aportes de Taylor
al concepto del currículo por asignatura, por materias, por contenidos y todas
esas cosas que ustedes conocen, que se viven en la escuela y se reproduce en la
universidad como currículo oculto a veces.
Lo que acabo de señalar lo conocemos de cerca,
porque somos un equipo que hemos pasado 20 años realizando investigación en
educación. Y he visto las dos cosas, ahora en los últimos dos años en Alcasa,
he visto de cerca, y en carne propia lo pude constatar, de que esto no es una
metáfora. Ese problema de la fragmentación del saber no es una exquisitez de
epistemologos o de filósofos, es una cosa tan concreta en una jornada de trabajo; en lo
que allá se llama prácticas operativas, en el caso de un trabajador
especializado en mantener una celda, son ocho adscripciones en su puesto de
trabajo que, las ejecuta repetitivamente en 24 horas en condiciones severas de
trabajo. Y esa persona pasa 25 años repitiendo 8 prácticas fragmentadas. Eso es
una proyección que se expresa en el currículo, en las asignaturas, en la
división escolar de los horarios, de los espacios de las escuelas, las
facultades. Y si no ponemos en discusión eso, no creo que exista revolución
posible.
Entonces,
el insight que me impregnó, es que me pregunté: ¿Por qué estamos investigando
por un lado y, por otro está la educación? Nosotros nacemos en una sociedad que
esta fragmentada, y lo digo incluso –a veces echando broma- en el trabajo
doméstico, ¿Es que la división social del trabajo no está en nuestros hogares?
En las propias prácticas erótico sexuales?, en nuestro propio cuerpo?; porque a
las mujeres la técnica cosmopolita la dividen en cuanto a su sexualidad y al
hombre también; y nos adocenan,
categorialmente nos colocan dónde está la sensibilidad. Emancipar el cuerpo,
plantearnos otra manera de entender la sexualidad, es una revolución de alto
contenido libertario, porque nosotros estamos parcelados, atomizados, sesgados,
enajenados en ese terreno íntimo, así como lo estamos en la escuela, en el
hospital, en todos lados está
En
el último evento del Movimiento Pedagógico, que cómo hace un mes se realizó en
Maracay, presenté un texto donde digo: “compañeros, aprendamos a combatir un
enemigo que es invisible”. Invisible porque
Convocaba
a los maestros a buscar el origen de la problemática -si algo puedo señalar en
mi obstinación, es que por convicción, por una actitud de compromiso frente a
este problema, del combate permanente a la razón dominante como es este tipo de relación
de producción-, nosotros no podemos estar destruyendo a las personas, atacando
al sujeto, sin ver el conjunto de estructuras, el origen de esta problemática
que va más allá del sujeto – porque a veces cambiamos: de director, sustituimos
al sujeto, entonces estamos otra vez criticándonos y lamentándonos, nos
equivocamos el tipo se corrompió, se hizo burócrata, no dio la talla. Es que a
veces nosotros en la óptica, en el
enfoque podemos tener un grave error de concepción, teórico, metodológico, que
es que penalizamos a las personas y no vemos lo que subyace, el soporte que
esta detrás de eso.
En Invedecor cuando vemos la educación,
investigación, comunicación, eso tiene un cemento, tiene una ligazón, tiene una
articulación y exactamente es el ataque a la razon dominante que tiene como
soporte,
En
educación la relación docente/alumno, o docente/docente, docente/directivo,
docente/comunidad, el conjunto de relaciones en la escuela y el proceso de
aprendizaje. Eso está sedimentado, está cualificado por el ataque y
cuestionamiento a la división social del trabajo. Y la reflexión en aquel
momento junto a grupos de educación popular –porque tengo que reconocerle a los
grupos cristiano, del Centro de Educación Popular Exeario Sosa Luján de
Barquisimeto-, que con ellos durante tres meses estuvimos haciendo esta reflexión
para producir un texto que se conoce como el “Poder en
Un
pequeño problema que tienen. Están super coherentes en la fundamentación
teórica y técnica. Pero uno los revisa y se pasea buscando el sujeto social, y
no aparece. ¿Y el contexto? Bien, gracias... La problemática: no resuelven
problemas. Y entonces uno dice: ¡coño, estamos jodidos! ¿Me entienden? Pero
puede ser un tronco de proyecto. Incluso, puede ser una tesis de grado o los
trabajos de ascenso sin destino que tenemos nosotros en la universidad.
Arrechísimos en la formulación, en la consistencia teórica y en la forma de presentación
y hasta en los kilos (aquí se miden por kilos o por número de páginas, para que
sepan, para que tengan conciencia de eso). Y uno se pregunta: ¿y la pertinencia
de esas tesis, trabajos de ascenso o en la producción proyectos de
investigación que ustedes conocen? Entonces uno descubre que ahí faltan
elementos que tienen que ver con esto. Es una forma de entender la ciencia, la
transformación, las prácticas gerenciales, etc. Entonces estamos ante una pelea
donde sistematizando (y yo me pudiera poner aquí a echarles unos cuantos
cuentos, pero voy es con el caso del 2 de diciembre, porque eso tiene
implicación política) el tema de las 3R. Porque tengo que buscar revisar y
¿cómo reviso la experiencia de lo que estamos haciendo? ¿Cómo vamos a rectificar,
si no hemos hecho esa revisión, y con qué método vamos a revisar? ¿Usted cree
que eso es cualquier cosa? Usted ve que hay gente que se llena la boca hablando
de las 3R y lo que está haciendo es una caricatura. Y no vamos a rectificar y
el enemigo nos va a dar unos cuantos palos y sobre la base de la derrota, del
más allá y del más acá, entonces vamos a tener que empujar con fuerza. Y esto
si tiene un destino político: yo estoy hablando en clave política. Haciendo una
lectura política del problema como en mi caso, en los ministerios donde estoy,
particularmente, tengo esa batalla campal. Ciencia y tecnología, tremenda
tragedia. Porque si ustedes conocieran de cerca lo que es el Sistema Nacional
de Ciencia y Tecnología, sus organismos adscritos y todo lo que está allí
planteado... Por lo menos aquí en
Nosotros
a veces estamos hablando normalmente y decimos, ¿hay confrontación de ideas,
hay diálogo, hay respeto a la diversidad? No compañeros, lo que predomina es lo
que Habermas denomina una especie de patología o distorsión en la comunicación.
Antes que discutir, lo que hay es una querella de de circulo, descalificación y
adjetivaciones…ni siquiera usamos el sustantivo, siempre estamos calificando.
Siempre estamos, efectivamente, en una onda de no tolerar la divergencia o cualquier
opinión contraria. Eso forma parte de la vieja cultura adeca . Veía que en el
ensayo había una reivindicación de la nueva cultura política como objetivo,
Karen, y eso tiene que ver mucho con lo que les estoy planteando . ¿Cuál es la
nueva cultura que demanda una nueva República, una nueva sociedad, una utopía
de nueva sociedad? ¿No será que tiene que ver mucho con esto, la forma como nos
comunicamos, la forma como nos educamos, la forma como nos organizamos, la
forma como investigamos? ¿No será verdad, como digo a veces, que este es un código
civilizatorio? Operativamente me pongo a echarle coco al asunto y digo: ¡coño!
es que somos seres de otro mundo, somos seres galácticos, como dice Silvio
Rodríguez en
Estamos
hablando de un código civilizatorio cuando les hablo a ustedes de una forma de
investigar distinta, de una forma de comunicarnos, una forma de educarnos y de
organizarnos y hasta podría meter por ahí el aspecto motivacional, porque
alguien me decía que a esas cuatro patas de INVEDECOR le falta la variable
motivacional. Siempre he dicho que una persona que tiene convicciones, que
tiene un manejo de la realidad, que tiene un deber ser claro, que es realista y
sensible, tiene una motivación por sí solo; por esas tres razones tiene
convicción, tiene motivación, es capaz de morir en función del cambio
revolucionario. En mi caso, frente a la tortura pude probarlo personalmente, en
los años de prisión o en la clandestinidad.. O sea, no necesito, meterme en un
curso de autoestima o de motivación al logro para tener esa motivación. Y me
perdonan los compañeros que pueden estar orientados por las dinámicas y por ese
cuento que usted echó, eso lo hemos
vivido nosotros también. Todos los dinamiqueros, decíamos nosotros, eran
aquellos que pensaban que con dinámicas era la única forma que nosotros tenemos
de acceder a la relación con el alumno. Bueno, entonces, redondeando esta idea,
¿Podemos sistematizar con las preguntas directivas o directrices que surgen de
INVEDECOR? Sí. Y ustedes descubren, yo les planteo hasta sus relaciones
personales, como fui tallerista de este método, y no se si algunos recuerdan
cuando en el Pedagógico yo le hacía esa pregunta: ¿Cómo están ustedes con su
pareja, ustedes se investigan? En todos los planos. ¿Ustedes se comunican?
Vamos a ser sinceros: ¿Es verdad que se comunican? Entonces empezamos a ver las
prácticas comunicativas y veíamos que era embuste. Porque tenemos barreras y
distorsiones comunicacionales. ¿Ustedes se educan juntos, aprenden juntos?
Digo, para ser vivencial, porque entonces había un grupo pequeño de 20
compañeros en los talleres con muchas mujeres allí. ¿Cómo estamos organizados,
quién hace el trabajo en el hogar, quién es el que lava los platos, quién es el
que friega, quién es el que plancha, quién es el que lleva los carajitos a la
escuela. Entonces uno ve la división social y la doble jornada y ve todo y
todas las cosas que hay que sincerar. Entonces yo les decía: apliquémonos INVEDECOR
a nosotros mismos, vamos a verlo en el barrio, vamos a verlo en la escuela. Y
alguien podía decir, bueno esta gente es como una secta, ¿no? Esto es serio,
porque nosotros somos virales. Porque entonces ocurre lo que tu estabas
diciendo, porque después de que nos metemos en esta onda no volvemos atrás. Eso
lo ví con los alumnos y lo puedo decir con los compañeros que están aquí que
hicieron talleres conmigo. Los compañeros que lograron romper con el paradigma
positivista tradicional, con el enfoque tradicional en este caso, se hicieron
subversivos, incluso se hicieron constructores de sueños, profesionales de la
esperanza, que es la consigna del Proyecto Educativo Nacional, que está en este
folleto (en un pendón de este acto). No volvieron hacia atrás. ¿Qué es
no volver hacia atrás? Porque hubo una ruptura con valores, con métodos, con
procedimientos, con formas de ser. Y tengo la satisfacción entonces de
encontrarme a los compañeros diez años sin verlos y nos preguntamos ¿Dónde
andas tú? Bueno, en la lucha. Hoy andamos regados. No somos un partido, pero
andamos regados en cualquier misión y muchos de ustedes están en las misiones,
estamos en las tareas de
E/Carlos
Lanz Rodriguez
24
de Noviembre de 2008