¿Quién celebró ese triunfo?

Roberto Hernández Montoya –uno de los Ledezmistas más reconocidos del país–, cuando escuchó de boca de la presidenta del CNE que Antonio Ledezma había ganado la Alcaldía Mayor, se puso de pie y gritó a todo pulmón: "¡Ganéee...!". Al momento se sobresaltó porque no escuchó ninguna voz de apoyo.

El Parque Central –lugar donde habita el Ledezmista– estaba en silencio. Entonces el hombre optó por bajar a buscar su carro. Sacó un afiche de Ledezma y se lo pegó al vidrio y salió del estacionamiento rumbo a incorporarse a la primera caravana que se encontrara para celebrar el triunfo de su candidato.

Pasó por Los Chaguaramos y siguió a Santa Mónica y nada. Tocaba pito y no se escuchaba nada. Entonces detuvo el vehículo y sacó un cohetón y lo lanzó. Paaafff. Se escuchó en el lugar. Y de uno de los edificios se escuchó una voz que decía: "Vete a celebrar con Alfaro Ucero".

Subió al carro y se fue rumbo a Cumbres de Curumo. Nada. Ni un solo habitante celebrando el triunfo. Bajó por Los Campitos. Nada. Y el hombre tocaba pito y nada. Nadie salía a acompañarlo. Entró a Santa Fe, y nada.

Se decidió a seguir por la autopista rumbo a Parque Central, y en el camino nadie celebraba el triunfo de aquel hombre tan importante. Un gran intelectual. Un hombre que, un 31 de diciembre, en el hotel Tamanaco, vio cómo su esposa caceroleaba al general Alberto Müller. Y al mismo tiempo le gritaba: "¡Muérete, viejo decrépito!". En fin, Antonio Ledezma tiene muchas razones para que uno salga a celebrar ese triunfo; sin embargo, en Caracas, hasta ahora, sólo Roberto Hernández Montoya había salido a rendirle tributo.

Era domingo 23 de noviembre. En la noche. Y Hernández Montoya pensó que el lunes era el día para salir a caravanear por toda la ciudad. Subió a su apartamento. Se acostó feliz. Y despertó en la mañana. Tomó su pito. Su afiche de Antonio Ledezma. Su entusiasmo. Y bajó al estacionamiento. Llevaba una cara de felicidad a cuatro treinta. Sin embargo nadie lo felicitó.

Nadie le dijo nada.

Salió pitando del estacionamiento y gritó: "Le-dez-ma, Ledez-ma". Nadie lo acompañó.

Tomó el autopista y a punta de pi-pi-pi-pipi-pi avanzó lentamente buscando solidaridad para su solitaria alegría. Y nadie. Más bien los otros vehículos lo evitaban porque "ese tipo que va pitando ahí debe estar loco".

En fin, es la primera vez que un triunfo adeco es celebrado por una sola persona.

robertomalaver@cantv.net


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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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