Realmente dentro del marco de la campaña: "Uh, ah, Chávez no se
va", las cosas se están poniendo interesantes. Sin duda vamos rumbo a
la aprobación de la enmienda constitucional, pero como lo expresaba
ayer el Comandante Chávez, la batalla es muy dura y hay que estar bien
atentos a este respecto.
Sin duda uno de los primeros argumentos que señala el
oposicionismo y la extrema derecha, tiene que ver con lo que se
desprende del artículo 345 de nuestra Constitución. Esto, de manera
resumida, establece que, la propuesta de reforma que no fuese aprobada,
no puede intentarse nuevamente en el mismo período constitucional, y es
cierto. Pero, el detalle esta en lo siguiente, que pareciera que ellos
no saben discriminar algunas cosas. Una cosa es que se haya intentado
una iniciativa de reforma constitucional, y otra la de enmendar un
artículo de nuestra constitución. Cualquier persona que no sea abogado
o abogada, simplemente con algo de sentido común distinguiría
claramente estas diferencias.
Por otra parte, alguien en algún foro, me sugirió, y es por ello
la razón de este artículo. Que explicase acerca del principio
constitucional de la alternabilidad, expresado dentro del artículo 6 de
nuestra Constitución, y sus implicaciones con respecto al debate sobre
la enmienda que se ha iniciado en el país.
Parte del ataque del oposicionismo también lo van a centrar por
allí, porque supuestamente, según ellos, la "reelección indefinida",
como ellos lo llaman, atentaría con ese principio de la alternancia en
el poder. Algo así como lo que ocurrió en los 40 años del puntofijismo,
en donde en cinco años gobernaban los adecos, y en los otros cinco años
les tocaba a los copeyanos, pero en el fondo, la misma cosa.
Sin duda, como lo señala Amaury González, en un artículo publicado el 12 de julio de 2007 en aporrea.org,
este debate de la enmienda por la reelección continua del Presidente de
la República, lleva implícito el debate sobre la transformación del
Estado, y lo que debe llevarnos necesariamente a la necesidad de
redefinir y a entender de una nueva forma la cuestión del poder; y que
sin duda debe conducirnos a una batalla de ideasen relación a lo que
debe ser la democracia y la libertad, lo que han sido y lo que pueden
ser.
También ha señalado Amaury, que los conceptos de democracia,
Estado o socialismo, son conceptos políticos y por lo tant contestadosy
sujetos a diversas interpretaciones, y esto es cierto, igual pasa con
el término de la alternancia en el poder o de un régimen alternativo.
Lo alternativo, más que el turnarse en el poder, más que la
sustitución de una cosa por la otra, tiene que ver más, en mi criterio,
con escoger, con decidirse entre dos opciones, entre dos caminos, entre
dos cosas. Eso es lo que hay que entenderlo, y es por ello, que la
enmienda constitucional del artículo 230 no atenta contra este
principio constitucional.
Nuevamente, quiero citar a Amaury Gutiérrez, el cual señala:
" Ahora bien, si afirmamos que aun estamos en una Democracia
Representativa también podemos afirmar que ya dejamos atrás el
puntofijismo. Y de aquella, cada vez más nos alejamos. Esa democracia
política con dictadura socioeconómica, esa dictadura con elecciones,
ese gobierno formalmente democrático pero socialmente fascista
(Boaventura de Sousa Santos) que caracterizó al sistema político
venezolano desde 1958, tuvo siempre como elemento ideológico
fundamental el “sufragio universal directo y secreto”, las elecciones
periódicas “libres” y “competitivas”, así como el orden constitucional,
la garantía de los derechos humanos individuales y colectivos y la
teóricamente muy interesante “división de poderes”. Entonces esta
periodicidad supone que el Estado es pluralista y sin ninguna clase
particular representada, donde diversas organizaciones políticas pueden
competir y tienen posibilidades de acceder al poder".
"Entonces, tenemos que la alternabilidad en el poder, esta
asociada intrínsecamente al sufragio universal directo y secreto, a las
elecciones periódicas, que es el elemento ideológico y fórmula
fundamental de la democracia liberal representativa, por lo tanto
defendida por todos los que postulen que el estado es pluralista y sin
ninguna clase social representada. Es decir, los que defienden la
alternabilidad en el poder, defienden el mantenimiento de una sociedad
jerárquica, una sociedad donde predomina la injusticia social, la
desigualdad y la exclusión. Esto es así en la medida en que
consideremos el caso concreto venezolano y de otros países de América
Latina y no las teorías políticas liberales. Los liberales, han tenido
siempre al momento de debatir interesantes argumentos que se limitan a
la teoría, argumentos que se deshacen por si solos en los ejemplos
prácticos, salvo pocas excepciones que pretenden presentar como de
validez general. Si valió para uno vale para todos. Entonces, si
definimos al Estado desde el punto de vista marxista, es decir, dándole
un carácter de clase, o como superestructura política al servicio de
los grupos económicos, ya la cosa cambia y la academia se ve en
aprietos, tanto que empieza a compararse con Suecia o Finlandia".
" La Historia de la cuarta republica y su “Democracia
Representativa”, la del Porteñazo, los perseguidos, desaparecidos y
muertos, la del viernes Negro y el Caracazo, la de las elecciones
competitivas, libres y periódicas; la de la “alternabilidad en el
poder”. Y el pueblo, la gran mayoría del país, explotado, expoliado y
sumergido, victima principal de esa historia, que ahora se levanta y se
ve encarnado en un líder.
Se defiende una alternabilidad en el poder para defender un ilusorio pluralismo? Una pluralidad y unos cambios orientados a que todo permanezca igual? O se defiende una reelección indefinida para consolidar los cambios que se están dando? La continuidad de un proceso de revolución con la gran deuda social acumulada se convierte en permanente. Los Estados Liberales fueron impulsados por el imperialismo en connivencia con las elites de cada país, para convertirlos en Jaulas para la reproducción de la Tasa de ganancia del capital. Y aquí se acaba todo.
El nuevo Estado revolucionario es el pueblo organizado en Consejos Comunales, es el Estado tradicional disuelto y extendido en la comunidad; El Poder, es el que democratiza un Estado emancipador, que no se posee sino que se ejerce, garantizado por el ejecutivo y ejercido por la gente; la libertad es, eso que se alcanza en la revolución permanente, la garantía de las premisas sociales para la realización de las potencialidades de todos. Lo inédito, lo viable, lo inimaginable".
Se defiende una alternabilidad en el poder para defender un ilusorio pluralismo? Una pluralidad y unos cambios orientados a que todo permanezca igual? O se defiende una reelección indefinida para consolidar los cambios que se están dando? La continuidad de un proceso de revolución con la gran deuda social acumulada se convierte en permanente. Los Estados Liberales fueron impulsados por el imperialismo en connivencia con las elites de cada país, para convertirlos en Jaulas para la reproducción de la Tasa de ganancia del capital. Y aquí se acaba todo.
El nuevo Estado revolucionario es el pueblo organizado en Consejos Comunales, es el Estado tradicional disuelto y extendido en la comunidad; El Poder, es el que democratiza un Estado emancipador, que no se posee sino que se ejerce, garantizado por el ejecutivo y ejercido por la gente; la libertad es, eso que se alcanza en la revolución permanente, la garantía de las premisas sociales para la realización de las potencialidades de todos. Lo inédito, lo viable, lo inimaginable".
Pero como diría un amigo de los barrios, para explicar esto de una
manera más sencilla, más digerible, la enmienda constitucional del
artículo 230 de nuestra Constitución, que busca el permitir la
reelección continua del Presidente o Presidenta de la República, no
atenta en lo absoluto con la alternabilidad del poder, ya que el
Presidente o Presidenta de la República tiene un período constitucional
bien delimitado (6 años) en donde desarrolla su gestión, en caso de
incumplimiento de su programa de gobierno presentado, a la mitad de su
período (3 años) puede convocársele un referendo y revocarle el
mandato, donde indiscutiblemente, y de acuerdo a los supuestos de
nuestra Constitución, pudiera darse una nueva elección y elegir a un
nuevo Presidente o Presidenta de la República, amén de todos losm
controles legislativos, ciudadanos y judiciales a los que se encuentra
sometido. Lo que se busca incluso, más que la posibilidad de que el
hombre o la mujer que desempeñe el cargo más importante de nuestro
país, una vez culminado su período, y en ejercicio de un derecho
político, se presente nuevamente como candidato o candidata y someterse
a la evaluación popular, es garantrizar y resolver el problema de la
continuidad de una gestión, y más importante, de la continuidad de un
proyecto socialista que estamos construyendo entre todos, con nuestra
propia identidad, con nuestras propias particularidades, y que sin duda
ha sido un proyecto, que pese a sus errores, ha tenido muchos más
aciertos, y que nos está conduciendo a nuestra liberación y
emancipación como pueblo.
Patria Socialista o Muerte!!!
Estamos Venciendo!!!