Venezuela: ... Nuestro sagrado grito sería: "Uh, Ah, Allahu Akhbar !"

Estamos en Navidad. Por lo menos así nuestros amos coloniales nos lo han enseñado a través de medio milenio. Hoy por hoy criticamos todo sobre ellos, los conquistadores del calibre de Colón, en primer lugar su horror y terror; pero olvidamos algo que han traído acá esos colonizadores para esclavizar también mentalmente a todo un continente y someterlo bajo su yugo brutal del saqueo y la destrucción: nadie critica su RELIGIÓN. Al contrario, la defendemos, como si siempre hubiese sido algo nuestro; “usted comunista, ateo y marxista, por favor, no toque, no ensucie mi religión, mi cristianismo, mi Navidad!" Especialmente en el Sur, en Venezuela, pero también en otras partes del continente americano, tanto en la política como en la vida real, la crítica religiosa es todavía tabú. ¿Por qué?

Jugando con nuestras emociones y mentes inocentes y manipulando nuestro miedo de la muerte física, nuestros misioneros y señores coloniales hicieron un trabajo excelente, eterno y lógico formal con cada uno de nosotros. Crearon la mejor arma intelectual de destrucción masiva; la cargaron con fraudulentas papeletas democráticas y con peligrosas balas radio-activas de consumo masivo, con regalos de Navidad blancos como los angelitos y rojos de sangre capitalista. Por lo tanto, el holocausto mental global, para el cual no hay ni rescate ni reparación, se está volviendo perfecto, se globaliza. A nivel internacional, en sofisticadas formas tecnológicas, como la cientología, la religión y la ideología fascista moderna forman cada vez más la primera línea de la "guerra de las ideas", del "dominio de espectro completo" y del oscurantismo corporativo de la Edad Media. Es precisamente en este campo, donde actualmente nos azota un ataque a toda fuerza aquí en Venezuela.

Incluso trata de tragarse la Revolución Bolivariana en Venezuela, hasta de devorar el marxismo, es decir, el socialismo científico, filosófico y sapiente a escala mundial. Actualmente tenemos un auge de todo tipo de invenciones de los significados de nuestra revolución y del socialismo sui generis.

Tío Sam, el padre de la Coca Cola y el Señor Murdoch están trabajando horas extra.

Jingle bells, campanas de la jungla, sí: que se alegre el mundo, nuestros Salvadores nacen por 2008va vez, y, sin embargo, nosotros y nuestro planeta estamos más abandonados por dios que nunca.

* ¿Tenía razón Epicúreo? ¿Los dioses realmente viven en las lagunas de nuestras mentes? ¿Será que sólo vinieron a crear el mundo y luego se fueron de vacaciones eternas, olvidándose de todos los pobres y de su reino aristocrático en el cielo?

* ¿Tenía razón Aristóteles en reclamar, que después de crear nous, dios, Anaxagoras simplemente olvidó todo sobre él? ¿Básicamente nunca lo utilizó en su filosofía? Les dijo a los señores del Olimpo griego que Selena, la Luna, no era diosa, sino simplemente una piedra, hecho por el cual fue acusado de blasfemia y fue condenado al ostracismo de Atenas.

* ¿Por qué el científico natural francés Pierre Laplace le dijo a Napoleón Bonaparte, que como científico no necesita la hipótesis de "dios"?

* ¿Qué nos revela la película de vídeo 'Zeitgeist' sobre el mayor engaño de todos los tiempos de la clase dominante? ¿Cuándo vamos a liberarnos de las cadenas de la ilusión religiosa, de la alienación divina?

* ¿Cuando será que empieza la verdadera revolución socialista mundial?

Navidad no es sólo una fiesta, es un día santo, no es parte de una religión personal o individual. Se trata de una realidad social, una parte intrínseca del control mental, de un cuidadosamente alimentado holocausto mental colonial e imperialista. Es un arma intelectual de destrucción masiva de la razón científica y filosófica. Junto a la ideología, la religión patriarcal y monoteísta es el principal guardián del paraíso terrenal de los parásitos capitalistas y forma parte del proceso de producción de la explotación, de la acumulación de capital, de la historia universal oficial, que es nada más ni nada menos que su historia. Históricamente sabemos que fue la religión la que quemó las mujeres en la hoguera, la que declaró guerras, e incluso la que apoyó el nazismo alemán. También, la religión es la religión, al igual que no hay un capitalismo bueno, tampoco hay una religión buena. Todo tipo de capitalismo y toda clase de religión es "bueno", porque son las mercancías, los objetos valiosos, los ‘caramelitos’ de las respectivas clases dominantes en conquista.

Si los árabes habrían permanecido más tiempo en España, todos nosotros hoy gritaríamos: "Uh, Ah, Allahu Akhbar (Dios es grande)!"

Por supuesto, no celebraríamos la Navidad, sino nos fuéramos a la Meca.

Sin duda, en el mundo hay maravillosos y agradables pueblos religiosos y cristianos, que no saben las terribles dimensiones de la manipulación y el adoctrinamiento. Inocentemente y sin saberlo, son utilizados y abusados para fines inhumanos. Este comentario se dedica a ellos, para animarles a estudiar su realidad histórica un poco más profundamente.

En esta temporada navideña, en realidad, existen miles de millones de personas que no tienen motivo alguno de celebración. Por el contrario, tenemos que lanzar la crítica marxista de la religión de la clase dominante, del suspiro de la criatura oprimida, del alma de las condiciones sin alma, del corazón de un mundo sin corazón y de la estricnina mental de la mayoría de la humanidad.

La propia burguesía en su batalla sin piedad contra el Dios feudal, reemplazó a este con la Razón, y separó la Iglesia y el Estado.

Por lo tanto, la revolución socialista comienza con la crítica social de la religión, de lo contrario la revolución socialista contra el capitalismo no puede comenzar. Se queda atascada en la teología de la liberación o en la teología de la revolución. El Presidente Hugo Chávez Frías de Venezuela dijo en un discurso a la nación que piensa, que no existe el cielo allá arriba, de otro modo los astronautas ya lo habrían detectado; tampoco existe el infierno allá abajo, de lo contrario la empresa petrolera de Venezuela, PDVSA, ya lo hubiese descubierto debajo de la tierra.

Todos nuestros problemas sociales a nivel mundial son provocados por el hombre, por lo tanto, nosotros, la humanidad, podemos deshacerlos, resolverlos y trascenderlos hacia la emancipación humana creativa.

 

 

franzjutta@camtv.net
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Franz J. T. Lee


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