La Enmienda no es el fin, es el medio, y no creo difícil su aprobación pero el margen se puede estrechar. Mucho se ha escrito por esta ventana de Aporrea sobre la impunidad, sus causas y derivaciones y no dejaremos de hacerlo, tal vez algún día Chávez lea algo al respecto y lo haga reaccionar. Cuando alguien se propone votar en una elección es claro que debe tener una motivación específica. Muchos factores pueden incidir para desanimar o hacer cambiar de opinión al votante y eso lo vemos reflejado en el alto grado de abstención que arrastramos por años. No vamos a extendernos en eso pero sí a tocarlo levemente. Cuando llegue el día de las votaciones por la aprobación o no de la Enmienda en cuestión, pesará mucho el malestar del pueblo. Y son muchos malestares: Al entrar a una farmacia la gente sale con los bolsillos o chequeras vacías o muy diezmadas. En los supermercados TODAS las semanas suben los precios. ¿Causas? Misterios de la ciencia! Si necesitamos un automóvil tendremos que caer en las fauces de los concesionarios ladrones que colocan sobreprecios obscenos a esos bienes. Los vendedores de autos se han hecho ricos cobrando peajes, pidiendo miles de bolívares fuertes para poner al usuario en los primeros puestos de la lista de espera. Los alquileres están dolarizados y nadie le para a las fulanas regulaciones, lo mismo pasa con la venta de inmuebles. En los Mercales abundan más los productos de empresas golpistas que los regulados. Ahora son las baterías de los carros las cuales doblaron sus precios por supuesta falta de ácido sulfúrico importado. Cuestan 500 Bs.F. en adelante y muy adelante. Los electrodomésticos no tienen fin de parar en sus precios. La ropa también entra en el juego macabro con un poquito de moderación especulativa. Eso es lo que llamo la dictadura de la empresa privada. El Indepabis hace muy poco porque tiene muy poco personal y no vemos voluntad política del gobierno para reforzar un ente tan importante para el ciudadano de a pie. Su presidente no es un Mandrake y los fiscales no son el hombre araña. Algo tan simple de corregir y no se hace.
Por otra parte tenemos la muy manida impunidad. Ésta implica también el campo del burocratismo . Si un funcionario de cualquier dependencia pública es responsable por el atraso o frustración de un trámite importante, debe ser despedido o sancionado para que entre en el ritmo revolucionario y no se burle de sus semejantes. Se habla mucho de burocracia pero no hay castigo y así crece más y más. No es posible que las cárceles estén llenas de pobres y marginados mientras los ricos bandidos, asesinos y conspiradores andan tranquilos por estas calles. El canal (de cloaca) Globovisión no es sancionado y eso irrita al pueblo chavista pues no hay justicia ante tanto delito descarado. El presidente le tiene miedo a ese canal tenebroso por la crítica internacional. Los cuerpos policiales están llenos de delincuentes y es muy poco lo que se hace para minimizar ese flagelo. Las cárceles son verdaderos depósitos de seres humanos que se deshumanizan y no hay castigo para el personal que permite la entrada de armas y granadas fragmentarias, entre otras. En fin, sería muy largo enumerar tantos casos de impunidad y en verdad se convertiría en un ejercicio de masoquismo.
A la hora de ir a una votación todos esos elementos mencionados pesan enormemente y con la Enmienda no habrá una excepción. Por otra parte, el señor presidente debe aparecer menos en los medios de comunicación pues su discurso tiene desgaste y eso es muy peligroso pero sabemos que él hace caso omiso al asunto y por ahí se nos van unos cuantos votos.
Estamos en manos de la dictadura privada y la cuerda se puede tensar al máximo si el gobierno no toma cartas en el asunto. El bolsillo es un buen medidor de la intención de voto y la frustración por tanta violencia es el fiel de una balanza que no se inclina a favor del Proceso. Veamos como volvieron las momias en Táchira, Caracas y Miranda. No subestimemos al enemigo que no descansa un solo día para tratar de socavar al gobierno bolivariano. Estamos en serio peligro.
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