Para Mercal y Pdval no vale ese refrán muy conocido que dice: después de la tempestad viene la calma. Y es que resulta verdaderamente imposible, hablamos de la alimentación de las personas y digan lo que digan, allí se ha crecido el Gobierno revolucionario que preside nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
En diciembre, fecha de un gran consumo de alimentos de todo tipo, estos dos mercados se comportaron a la altura del compromiso que el Gobierno nacional tiene con el pueblo. Se blindaron ante las tácticas y la perversión de aquellos comerciantes que juegan al saboteo, al acaparamiento, para torpedear la gestión del Presidente.
Aunque no debemos confiarnos, viene el referéndum de la enmienda constitucional y provocar la escasez de los productos de la cesta básica es una de las estrategias utilizadas por la oposición, para estrangular al pueblo y señalar de ineficaz el proceso revolucionario.
Y no se trata de acusar a nadie, sino de recordar que en elecciones es casi una constante que los alimentos básicos de la dieta de los venezolanos desaparecen de los anaqueles. Por fortuna, la población descubrió esta práctica y conoce del lado en que están los responsables.
Pero bueno, pasaron las fiestas navideñas, cuando realmente se respira un poco más de tranquilidad, sin embargo observamos que en los Pdval y los Mercal persiste el ajetreo, continúan llenos los anaqueles, se sigue vendiendo a precios solidarios y la gente de menores recursos no se queda atrás, acude y aprovecha los productos a precios solidarios.
Y lo digo con conocimiento de causa. Ahora desempleado tras el revés político sufrido aquí en Maracaibo, estado Zulia y obviamente con mayor tiempo e intentando rendir un poco más dinero que me queda, acudí al Mercal más cercano, suponiendo que compraría a todas mis anchas y encontré tremenda sorpresa: la cola de personas daba la vuelta al establecimiento.
“Aquí no hay descanso”, me dijo una señora en tanto otra intervino para precisar: “Esto nada más queda solo cuando lo cierran, porque es la única alternativa que tenemos de comprar barato”. Decidí entonces salir de allí y acudí a otros, pero se encontraban en similar situación. La gente tiene perfectamente ubicados los Mercal, mientras que Pdval tiene la virtud de desplazarse por todo el país e instalarse donde más lo necesite el pueblo revolucionario. El abastecimiento que hizo de los productos navideños el mes pasado es una labor encomiable, digno de elogios por la comunidad favorecida.
De modo, que allá aquel que no quiera verlo, pero para mí las misiones ejecutadas por el Gobierno nacional son un éxito y en cuanto a Mercal y Pdval no tengo dudas en afirmar que son dos gigantes del proceso revolucionario que abandera el comandante Chávez.
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