Constituiría una burla grave y un irrespeto a los torturados y asesinados en la Segunda Guerra Mundial, los judíos entre ellos, que alguien dijera que fueron víctimas de una guerra por haber agredido a Alemania o que se trató de víctimas colaterales de un enfrentamiento bélico. Mentiríamos si afirmáramos que no hubo persecución de civiles desarmados, ni secuestro de ciudadanos alemanes de religión judía, ni destrucción de sus viviendas y sitios de trabajo, ni linchamientos en las calles, ni apresamientos y reclusión en campos de concentración. Sería perverso decir, emulando la opinión de los gobernantes israelíes sobre los palestinos, que fueron enfrentados pues eran un peligro para la seguridad alemana. Y luego, con gran tranquilidad y desparpajo, afirmar que el ejército alemán sólo se defendía de las acciones anti-alemanas de los judíos.
¿Qué pensarían los venezolanos de religión judía sobre estas destempladas posiciones? ¿Qué nos contestarían a través de los distintos medios de comunicación? Lo menos que nos dirían es mentirosos y calumniadores de la situación de los judíos en la Alemania nazi y de todos los demás países invadidos ésta . Cierto. Los tanques, cañones, bombas y balas alemanas no enfrentaban una agresión armada de los judíos alemanes, polacos o soviéticos; los ejércitos enfrentados por los colonizadores hitlerianos fueron los de las naciones invadidas por ellos, sin importar que dentro de sus fuerzas armadas hubiera evangélicos, luteranos, ortodoxos, católicos, judíos y ateos.
Precisamente ésa es la situación en la Franja de Gaza desde hace un mes. La invasión de lo que queda de territorio palestino por un ejército mucho mejor armado que el ejército nazi, más agresivo y más sanguinario. Ejército que no sólo utiliza aviones, bombas, tanques, cañones, granadas y fusiles, para asesinar hasta ahora más de 400 niños, más de 100 mujeres y un número de hombres equivalente a la suma de aquéllos, sino que bombardea con fósforo blanco a poblaciones civiles indefensas, para quemarlos hasta los huesos sin ningún tipo de remordimiento. Este genocidio no se puede justificar con los 6 millones de judíos muertos en la Segunda Guerra Mundial y no puede continuar. Basta ya de tanta degeneración.
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