En comunicado reciente, el Consejo Universitario (CU) de la UCV llamó a respetar la libertad de expresión de los venezolanos, la cual no ha sido nunca reducida ni un ápice por el gobierno del presidente Chávez. La exigencia debería ser dirigida a lo interno de la UCV , donde se ha prohibido mediante la coerción física el libre pronunciamiento de miembros de su comunidad, como ocurrió con la inaudita e inaceptable actitud de la decanesa de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, al impedir la continuación de una exposición de fotos y afiches sobre la invasión sionista de Gaza en los espacios de su facultad.
Por otra parte, el llamado a respetar la libertad de pensamiento por parte del CU es producto de la ignorancia de muchos de sus miembros, pues no existe todavía medio ninguno que pueda evitar que la gente piense lo que quiera.
La acusación de actuación impune de grupos parapoliciales en la Ciudad Universitaria ha debido dirigirse a condenar las acciones de los terroristas de Bandera Roja y los excesos violentos de grupos opositores extremistas, como los que hace algún tiempo trataron de quemar vivos a estudiantes manifestantes de la escuela de Trabajo Social y que hoy hacen blanco de su violencia a nuestro cerro del Ávila. Se convierte, así, el CU en cómplice de las acciones violentas de estos grupos en las calles y avenidas de Caracas y al permitirles utilizar el espacio universitario como retaguardia para tales acciones.
La hipocresía del CU llega al límite al exigir que no se criminalice la protesta estudiantil, sin recordar como ese organismo criminaliza cualquier protesta que se efectúe en su contra en los espacios universitarios. Allí no hay “gas del bueno”, lamentable expresión del Presidente, pero hay “expulsiones de las buenas” y “golpes de los malos” por parte de los muchachos de Puerta Aponte.
Por último, inaceptable y delictivo el uso del presupuesto universitario en acciones propagandísticas y políticas a favor de la no aprobación de la enmienda. Caen las autoridades universitarias en acciones similares a las que critican al Gobierno Nacional. La universidad debe estar en lo político, pero no debe mezclarse en la política. La toma del poder no es una actividad académica.
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