El mes de febrero significa una fecha histórica en proceso de construcción del socialismo del Siglo XXI. El 27 de febrero de 1989, el pueblo de Caracas se sublevaba en contra de los ajustes económicos del paquete neoliberal del entonces presidente Carlos Andrés Pérez, artífice de la Venezuela de los petrodólares en su primer gobierno en la década del 70. La violencia armada contra los sectores del pueblo cobró miles de muertos y desaparecidos. Ésta indignación en la sociedad venezolana, generó que un grupo de militares llamados bolivarianos, que realizaron un levantamiento cívico militar el 4 de febrero de 1992, el cual no alcanzó sus objetivos de destituir al mandatario Pérez. Uno de sus líderes, el teniente coronel Hugo Chávez, al entregarse para evitar mayor derramamiento de sangre, manifestara en una frase “… que ‘por ahora’ no hemos alcanzado nuestros objetivos”, la cual se transformó en una consigna para el futuro.

Este 2 de febrero de 2009 se conmemoraron los 10 años del proceso bolivariano, con la conducción de presidente Hugo Chávez. Aquél oficial del ejercito venezolano que cumplió con su compromiso de continuar la gesta del 1992, ahora transformada en la sociedad bolivariana, que construye sobre su propio modelo el socialismo del Siglo XXI.

Una nueva batalla están enfrentando los bolivarianos, la continuidad de sus logros, de los sueños alcanzar una sociedad mas justa, en la cual la aprobación de la enmienda es imprescindible para darle continuidad a la transformación de Venezuela en una nación en vías de desarrollo.

La oposición aplica su tradicional campaña sucia para desvirtuar la enmienda

Cualquier argumento es válido para desfigurar los verdaderos objetivos de la enmienda. Estos sectores de oposición hablan de la reelección continua, de que si se aprueba la enmienda el presidente Chávez quedara indefinidamente en el cargo, desfigurando el verdadero sentido de lo que se propone al referéndum del 15 de febrero de este año, que es la posibilidad de que puedan ser elegidos el presidente y todos los demás cargos de elección popular para nuevos períodos. Este mecanismo de consulta popular ha sido una constante en los 10 años de gobierno bolivariano, donde no existe el voto obligatorio, pero dónde sin embargo cada día más venezolanos participan en elecciones, porque comienzan a comprender la importancia de su derecho democrático, a diferencia de lo que pasaba en las anteriores votaciones tuteladas por los partidos de la burguesía venezolana.

La incapacidad de una respuesta de la oposición a los planes del gobierno venezolano ha conformado una agenda de violencia y de un doble discurso. Por un lado llaman a votar por el NO y sin embargo convocan a marchas de estudiantes con acciones de calle, violando los permisos de marchas y apelando a la violencia. La misma consigna de “No pienses, el No es No” es un ataque a la sociedad civil venezolana, es una subestimación a la capacidad de discernimiento del pueblo, es como la tradicional actitud de los patronos o gerentes de las empresas capitalistas, “yo no te pago para pensar, sino para trabajar”.


Los grupos que apoyan la enmienda han reflejado el porque votan SI


En un tríptico publicado en la campaña se reflejan algunas de la razones para votar la propuesta:


¿POR QUÉ APOYAMOS LA ENMIENDA?


Para garantizar el Poder del Pueblo
Por la Democracia participativa y protagónica verdadera
Por la consolidación del Socialismo del Siglo XXI
Por las Misiones Sociales
Por la Vida
Por la Paz
Por la Soberanía Petrolera y Tecnológica
Por nuestro Comandante Hugo Chávez Frías
Por la integración Latinoamericana y del Caribe
Por la creación del mundo multipolar


Seguramente muchos consideran el modelo socialista venezolano como una sociedad cerrada, pero sólo basta con vivir en esta sociedad para comprender, cuan falsas son las calumnias de los EEUU y los medios privados de prensa. Estos sectores hablan de democracia, libertad, de derechos humanos, siendo los principales violadores en el mundo de estos derechos.


En Venezuela no hay presos políticos, hay libertad de expresión y las elecciones son las más seguras del mundo, tal como lo certifican cientos de observadores internacionales. Lo que molesta a la oposición y el gobierno estadounidense, es el desarrollo de la nación de una manera independiente y soberana.


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