Pico y plasta: Con una medida, que ya fue aplicada en el pasado durante un cierto tiempo y fracasó completamente, tal y como los expertos de la época lo predijeron, pues ha fracasado en todas partes del mundo, el gobernador de Miranda y el Alcalde Metropolitano pretenden aparecer como grandes “transformadores”, hombres de “frescas” ideas, gente “hacendosa” y dirigentes del futuro. Su ocurrencia: Prohibir la circulación de vehículos para acabar con las trancas. Sencillamente genial. Se aplica en horas “pico” y su resultado es una plasta. Pico y plasta. Nada de construir nuevas vías, ni ordenar el caos en la circulación de vehículos automotores, ni poner a derecho el transporte público (uso de paradas, de las rutas establecidas y de los canales de circulación estipulados); tampoco a los motorizados, quienes actúan como verdaderos delincuentes.
El desbarajuste producido por el caos vehicular ya copó la paciencia de los venezolanos, quienes exigen la acción de las autoridades. La parada forzosa de automóviles, la salida fácil, tiene efecto hasta que la gente se compra otro carro; ya sucedió en tiempos de Luis Herrera. No aprenden estos gobernantes del pasado en su obsesión por llevarnos de nuevo al día de parada, a la prohibición de viajar dos personas en una moto, a la privatización de PDVSA y de las industrias básicas, al incremento del IVA, al impuesto al débito bancario, al dispare primero y averigüe después… La reelección continua de diputados y concejales, las empresas mixtas en las industrias básicas y el control de cambios, no tendrán que rescatarlos porque ya de eso se encargó en forma diligente el gobierno revolucionario.
El Mosat asalta la sinagoga de Maripérez: Si hay alguna acción que haya sido efectuada por especialistas en la materia es precisamente el asalto perpetrado recientemente de la sinagoga Tiferet Israel en Los Caobos. Sigilosamente, hombres con pasa montañas, fuertemente armados, penetran en la Sinagoga sin que la vigilancia existente en la misma se percate de ello. Revuelven, hacen unas pintas, se llevan algunas cosas, amenazan y se retiran tranquilamente.
No estaban dirigidos por Lina Ron, quien no se caracteriza precisamente por actuar en forma silenciosa. No fue “La piedrita”, grupo que actúa en forma altisonante, lanzando bombas lacrimógenas y dejando clara su autoría. Es una acción de profesionales, que pretende golpear interna y externamente al Gobierno del presidente Chávez, quien acertadamente rompió relaciones diplomáticas con el gobierno de Israel, el más terrorista del mundo actual y que compite cabeza a cabeza con la Alemania nazista. Es evidente que se trata de una acción de los servicios secretos de Israel, dignos discípulos del proceder de EEUU a lo largo de su historia.
Ministro de la Defensa acto proselitista religioso: Acabo de ver, a través de “YouTube” un acto público, de carácter propagandístico-religioso, realizado en Maracay por la asociación internacional “Avivamiento”, el 16-9-2008, en el cual aparece nuestro Ministro de la Defensa domo protagonista. En medio de gritos y aplausos, invocaciones a Jesús y su evangelio y la adopción de posiciones corporales particulares para recibir la bendición divina, el Ministro es objeto de una oración pública para sanarlo de “cuatro hernias discales muy dolorosas”, según señaló quien fungía de sacerdote de la multitud allí reunida. El Ministro, luego de colocar sus manos con las palmas hacia arriba, esperó la oración que milagrosamente le quitó todos los dolores de su espalda en ese momento, como lo demostró siguiendo las indicaciones del “pastor” de inclinarse y efectuar movimientos laterales de torsión. Todo esto en medio de gritos de júbilo por la acción desplegada por Jesús, claro caso de hipnosis colectiva en un acto de fanatismo religioso corporativo.
No sé si los efectos terapéuticos milagrosos, muy parecidos a los que se ven en actos similares de otros grupos también supuestamente religiosos, persistirán todavía, pero sin duda constituyen una alternativa de salud que no ha sido explorada por el presidente Chávez y que pudiera significar además una necesidad menor de médicos integrales comunitarios y de los médicos-cirujanos tradicionales. Hacia el final del acto, el Ministro entró “en trance” y se desvaneció, por lo que hubo que ayudarlo a mantenerse en pie, reacción que obedece a haber sido “tocado” por el Espíritu Santo. Saquen sus propias conclusiones.