Presidente, con toda mi consideración y respeto, le sugiero: por favor, siga con sus líneas, pero eso sí: tómese su tiempo, una vez pensadas para después narrarlas y revise bien lo que escriba, incluida ortografía, lea y relea, que son muchos sus lectores y, lo que diga, queda registrado en el papel y en su rastro, pues los errores que se cometan por la ligereza del tiempo quedan para el análisis no solamente de sus seguidores, sino también de sus detractores –dentro y fuera de Venezuela- quienes tratarán de crucificarlo y, eso hay que evitarlo. Recuerde que usted no es un personaje cualquiera y cuando se sumerge en el mundo de la escritura sus palabras tienen peso, ése mundo deja de pertenecerle, pasa a ser público, no es nuestro, se riega como pólvora y, usted bien sabe lo que significa y el valor que tiene para bien o, para mal.
Referido lo anterior, solamente me resta decirle que en: ¡Hoy 15 de febrero! Ser o no ser, le atrapé algunos flaicitos flojos entre el plato y el picher que no dejé que se convirtieran en podridos, es decir, se los atribuyo a que sacó el bate apurado por soltar una línea seca hacia la derecha. Me entendió: Claro que sí como buen entendedor.
Abrazos matutinos de un compatriota.
estebanrr2008@hotmail.com