Tristes, con los rostros congestionados y amargados pero simulando un rebosante estado de ánimo salieron los azarosos líderes de la oposición a cantar una extraña victoria: “Hemos derrotado nuevamente a Chávez”. La lista era de delirio: Ismael García, Andrés Velásquez, Omar Barboza y algunos “líderes” estudiantiles entre los que destacaban Yon Goicochea (por cierto muy apagado), Freddy Guevara y David Smolansky, representante de la Universidad Católica Andrés Bello. Ricardo Sánchez estuvo muy apagado en los últimos ajetreos de los resultados finales. A Manuel Rosales no lo dejaron hablar esa noche del 15-F, sencillamente porque la oposición considera que está metiendo mucho la pata y se ha convertido en el hazmerreír más elocuente y patético con que hoy cuenta la oposición.
Los votos obtenidos por el Presidente Chávez son de él, pero los obtenidos por quienes lo adversan no son nadie. Los votos contra el Presidente son sencillamente producto del odio que ha engendrado Globovisión y no son de ningún partido. Más bien habría que decir que esos 5 millones de votos los obtuvo la degenerada locura que le ha inoculado a mucha gente los medios de comunicación. Hay que decirlo claramente: Esos votos le pertenecen a Globovisión, más que a partido alguno.
Por eso, la oposición rápidamente aceptó el triunfo de Chávez en la creencia de que ese “tesoro” allí contenido representa una gran fuerza para participar en la elección que se avecina para elegir a los nuevos diputados para la Asamblea Nacional, al igual que un caudal poderoso para enfrentarse al combate electoral por la Presidencia en el 2012. Pero ¡Oh desgracia!: esos votos no son de Antonio Ledezma, tampoco de Manuel Rosales, ni de Leopoldo López, ni Capriles Randonky ni mucho menos de Salas Rómer. Cuando lleguemos al 2012 veremos cómo todos estos señores convertidos en ancianos no podrán aguantarle la mecha a Chávez ni siquiera la primera semana de campaña.
Por el lado nuestro, por el del PSUV, la lucha se presenta más dura, más severa, más exigente. Este no es un triunfo de un grupito de líderes en particular. Es un triunfo del Presidente y del pueblo. Por lo que se hace fundamental, poner de nuevo sobre el tapete y con mucha más fuerza las 3-R: Revisión, Rectificación y Reimpulso. Se hace esencial sobre todo una ética socialista: sacar a los corruptos que quiere vivir dándose la gran vida con los dineros del pueblo; sacar a los hipócritas y fariseos, a los farsantes de siete suelas, a los traidores agazapados entre los pliegues de la revolución bolivariana y que cuando son elegidos más nunca se comunican con el pueblo. A los que quieren hacer negocios particulares con los dineros que son del pueblo, a los que nada aportan a la revolución y sin embargo se pavonean como líderes de esta lucha y de tantas conquistas que ha costado harta saangre. Hay que darle más poder al pueblo y ya basta de farsa y de mentiras. Que estos agazapados traidores no vayan a creer que este triunfo los atornilla en sus negocios, en sus maquinaciones particulares. Este triunfo debe ser también para desenmascararlos aún más. ¡PATRIA, SOCIALISMO, REVISIÓN, RECTIFICACIÓN, REIMPULSO O… MUERTE, CAAAAARAAAAJO
jsantroz@gmail.com