La distracción es un follaje de ilusiones que algunas personas como turistas acumulan y disfrutan en viajes placenteros, recreándose primero con la vista abarcando lo inmediato, durmiendo despiertos para compensar las circunstancias de alegrías que le auspician un formato de sabor romántico y con la risa a flor de labios se capta la nueva panorámica que te distrae el momento. Se aprieta el placer de ese hermoso paisaje que se nos presenta dentro de la cultura recreativa que cada país se aprecia en cultivar para atraer al viajero que condicionan su psique y, es así como cada individuo pernocta sus sueños y, en ese trajín limitado se ocupa de conocer y convivir con los individuos, costumbres y bellezas de las ciudades inter o extra continental que visita, diferentes al de su entorno habitual, bien sea, por ocio, negocios o, por muchos otros motivos que se ofrezcan o se le presenten que exalten la interrelación medioambiente de lo percibido en el recorrido de los sitios escogidos con antelación por la agencia turística u otros organismo que tengan que ver con el ramo, cualquiera la clase social que se desplace, aunque generalmente siempre predomina la media, que se involucre y con la constancia de un estudiante se atrapan nuevas realidades, costumbres que después pasarán a formar parte de un pasado como nuestro de la ilusión vivida, dentro de la concesión que se adopte como visionario de pluralidades que preservarán en el presente como en el futuro de lo sustancialmente adquirido in situ como un pedazo de nuestra historia bien oculta que cada alma se llevará a la tumba como íntimo tesoro.
En cada viaje que usted haga como turista: se incluye dentro de la permanencia y actividades a realizar en el país o región a visitar el itinerario que ha de cumplir en atención al calendario a desarrollarse con los deberes y derechos que le asisten incluidos. Nada de excitaciones, ni extralimitaciones. Eso queda al libre albedrío o al riesgo de cada persona quiera correr. Aunque de eso se encargará de explicarlo con santo y seña el guía asignado para tales menesteres socioculturales que han de ejecutar o llevarse a cabo.
Pero, como las transformaciones dentro de las sociedades emergentes es continuo y cada día se exige más y se permiten nuevas consideraciones que permitan el libre flujo de turistas de una nación a otra para más y mejor recreación bien variada a desarrollar: hay gobiernos que se involucran por el sólo interés de que sus connacionales se diviertan y se recreen de lo lindo, por lo que los españoles y los rusos de común acuerdo han expresado por la sana paz de sus turistas y de la economía de ambos países y, de acuerdo a lo expresado por Rodríguez Zapatero, presidente de España: “El turismo es un área económica preferente entre España y Rusia”, por tal motivo se firmará un memorando de entendimiento para que los 500 mil españoles que visitan a Rusia cada año con igual cantidad o más de rusos, lo hagan plácidamente “para estimular”, “para favorecer”, “para follar” “para apoyar ese turismo” –palabras más, palabras menos-. Como oímos repetimos e imaginamos con especulación nuestra: que habrá mucho candor, así como hubo entendimiento de su insistencia: los foliadores españoles deben visitar a Rusia fresquitos como lechuga recién remojada.
Habrá crecimiento poblacional entre esos dos repúblicas, aunque no sé en que sentido si más de allá que de acá. Lo que sí es seguro que la industria condonera española va a crecer exponencialmente y además, español o española que visite a La República Rusa tiene derecho a follar a la hora que le vaya en ganas, lo que no es criticable, aunque antes estaba tácito como letra muerta. Al contrario, rusa o ruso que vaya a España, deberá por la ley de la reciprocidad mutua follar. Porque lo que es igual no es trampa. La responsabilidad entre ambos pueblos debe ser tal para poder controlar la natalidad dual, o sino en un futuro no lejano habrá ruso-español-ruso que jode. Quedamos exceptuados de este convenio: extranjeros de otras razas para no echar a perder la nueva consanguinidad. Así que los turistas nuestros no pueden follar en España ni en Rusia sin atenerse a las consecuencias del acuerdo que reglamentará Zapatero-Medvédev.
Entre los posibles nuevos lemas que se publicitarán a consideración del público joven español por la novísima Agencia Turística La Cacatúa Virgen para poder viajar a Rusia, se tienen: “Viaje hoy y pagué después para que folle a tiempo y sin distracción alguna por lo que cada euro cuenta”. “Ahorre que el que no ahorra no folla”. “El que no viaja a Rusia ahora no sabe de lo que se pierde”. “No agarre fallo y viaje contento que en Rusia se folla y acá se fía”. “Joven, atleta, deportista no te masturbes tu mente y no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. “Multiplique sus euros follando despacio”. Y, viva con pasión desenfrenada y olé.
Mientras, nosotros estamos a la expectativa para no quedarnos detrás de los españoles y rusos.
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