Hay que avanzar en proyectos concretos que estimulen la economía regional y los consejos comunales para lograr superar los asuntos políticos y finalmente desarrollar un plan de soluciones integrales. La idea es lograr un gobierno de unidad nacional, donde todos tenemos una actitud nueva y, sobretodo, tengamos una visión común sobre la administración de los núcleos endógenos. Algunos líderes se han enzarzado en puras polémicas por los medios televisivos y, hasta el momento no hemos logrado solventar problemas comunes como la violencia estudiantil, inflación y acaparamiento, como el incumplimiento de obras del ayuntamiento por la burocracia allí existente.
La expresión opositora, debe asumir sus responsabilidades, porque no puede seguir con su política falaz de torpedear la acción del gobierno en todas sus fases y, tratar de asumir un ventajismo engañoso que solo maximiza los conflictos a todo nivel. Los dirigentes deben estar abiertos al dialogo para resolver los problemas de índole social. Debemos solventar el problema de los paramilitares promovido por grupos derechistas y los mismos ganaderos, el cambio climático, las invasiones que son promovidas por ambos sectores. Sobretodo, tratar el tema de la pobreza porque viene constituyéndose en una gran amenaza latente por las migraciones.
Hay que buscar una solución a la ignorancia a través del comportamiento de los residentes en una comunidad. Incorporarlos en la lucha social y dejar de criticar en forma gratuita a quienes hacen trabajos comunitarios. Tenemos que tomar en cuenta a los comuneros y su caracterología. Todos, tenemos el derecho de compartir las mismas alegrías y comida. Romper con las barreras lingüísticas para así dibujar un paisaje distinto al actual. De esa manera, lograremos un verdadero juicio de valor sobre las razones que llevan a este pueblo grande, (Venezuela), a luchar por las reivindicaciones sociales, con esta relación mancomunada se esta logrando disminuir las cargas de odio y prejuicios entre sí.
Prácticamente, nos encontramos en un ritmo de pasodobles, donde solo se busca festejar la victoria electoral, pero se debe dar paso al trabajo comunitario y patrocinar un cuadro cultural para cada región de nuestro país. La oposición debe contribuir a tender puentes de conciliación porque su votación no ha variado mucho y, debemos tener conciencia que los votos abundan, ni se regalan o cruzan, solo hay que lograrlos con el trabajo electoral.
Lo cierto es que ya no seguiremos siendo escaparate de los Estados Unidos y se debe asumir una posición critica de avance ideológico para desclasificar a los apartidas que dañan desde nuestra economía como se prestan a lanzar sus gomas con piedras. Somos la puerta de América Latina, punto de encuentro de muchas vertientes culturales y políticas socio económicas.
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*filósofo