Falocracia y verdad, en Il Cavaliere

Ha dicho que Chávez es un tipo pragmático que hace negocios con Estados Unidos, y recibió [de Chávez], no obstante, la proposición para una alianza estratégica con su país.

‘He tenido que usar todas mis armas de playboy para conquistarla [refiriéndose a la presidenta de Finlandia] y conseguir así la cesión de la sede de la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria en Parma’. Por supuesto, que su embajador fue citado de inmediato a la cancillería finlandesa.

Escribió un libro donde dio albergue a los epítetos más célebres y retumbantes que le endilgan sus adversarios: megalómano, extremista, bandido, hooligan y borracho, entre otros, por lo que hubo de ponerle, al libro como título: ‘Fulano di tal, ti odio’…

Hubo de influir para que una televisora le censurara, a Darío Fo, su obra teatral ‘Anómalo bicéfalo’, una sátira justo sobre él, por lo que Humberto Eco se atreviera a certificar, entonces, que las nuevas dictaduras serán más mediáticas que políticas. ¿Qué serán, o que son, Humberto?

Cuando Mutis afirmó que lo publicaba Einaudi, obligó a García Márquez a declarar que el suyo era, precisamente, él, provocando una carcajada generalizada entre periodistas y comensales que habían llegado hasta Lomas de Virreyes, para compartir con dichos escritores latinoamericanos.

Se le ocurrió apuntar y disparar con el dedo, contra una periodista rusa que alguna vez osó preguntarle, al taciturno Putin, sobre su posible divorcio…

Dijo que era la nueva falange que derribaría los campamentos gitanos.

Apeló a la belleza de alguna de sus poquísimas ministras (es un falócrata redomado), para seducir al Parlamento. A la una, que fuera azafata, miss y presentadora de televisión. A la otra, que fuera virreina de la región de Lombardía. A la otra, que fuera vedette. A la otra, que fuera empresaria. Y a la otra, que era muy joven y menudita. Estuvo tan enamorado de la primera, que casi le cuesta el matrimonio. Pero sería tan nimia la cuota de féminas en su gobierno, que incluso se burlaría del español tildándolo de ‘rosa’ por tener tantas mujeres en su seno, lo que obligara a la más joven, de todas ellas, a decir que era partidaria de enviarlo a un buen psiquiátrico.

Logró en el Senado un proyecto de ley que lo ponía a salvo de todos los juicios que, por corrupción, se le han incoado, a lo que los jueces le salieran al paso tachando dicha ley de inconstitucional, como cabía, y por lo que los empresarios lo abuchearan, hablando de paradojas...

Luego volvió a la carga grabando un disco de canciones románticas, de todas, cuyas letras, él es autor, apareciendo, cual gondolero cantarín, en su carátula.

Con motivo de la campaña electoral, para su reelección, afirmaría que las mujeres de derecha son mucho más lindas que las de izquierda, corriente a la que acusó de no tener buen gusto, ni siquiera con ellas, resultando tal apreciación, no más, que un fascista desvarío.

Cuando Obama fue electo, dijo de él que era un tipo guapo y bronceado. Pero ya con anterioridad había dicho, de un primer ministro danés, que no sólo era un gran colega, sino también el primer ministro más guapo de Europa. Y que, tan guapo era, que estaba pensando, incluso, hasta presentárselo a su mujer…

Y últimamente declaró, con frase casi psicótica, que le da asco ser Primer Ministro…  Y no es para menos.

Pues si, es a Silvio Berlusconi a quien me he referido: Il Cavaliere.

Pero entre dos políticos ‘churchillianos’, como él, y Aznar, hay seguro muchas diferencias, pero una es quizás la más sobresaliente: que ante una pregunta acerca de si Chávez habló mal de Bush (con uno u otro) Aznar diría seguro que sí, por rata consumada, y por jalabola consumado. Y Berlusconi, no es que no lo diría, sino que lo negó…

Así pues que, de suyo decir la verdad (o su verdad) resulta encantador. Pero eso no quita que el vuelto a elegir, como primer Ministro italiano, no deje de ser un locato ultra derechista intolerable y puede que hasta otras cosas más. Pero en todo caso, menos intolerable que los derechistas de aquí, que no dicen ni una sola verdad, por razón de su extremo derechismo aborrecible, hoy sin norte, y a quienes no les da asco, para nada, ser funcionarios tan incompetentes y tan comprometidos, sólo con el descarrío ético, en algunos de ellos, por ahora, comprobados.

Y es tan locato, Il Cavaliere, que nada tendría de  raro, que, ante una eventual próxima reunión con Sarkozy (el otro ‘casi-casi’) se atreva a decirle: ¡Y vaya que tu esposa si que  está buena, y en ‘pleno desarrollo’, mano! ¿Y de dónde la sacaste? (Y más cuando a Carla se le hubiera ocurrido declarar, hace algún tiempo, que sus reflejos epidérmicos, son de izquierdas).  ¡Con razón Sarkozy desea ir a Cuba!


 

canano141@yahoo.com.ar



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Raúl Betancourt López


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