En un artículo anterior, («La Sala Electoral hirió de muerte al referéndum» Aporrea.org, 17 de Marzo de 2004), sugería que la oposición no podía ser tan torpe como para cambiar la negociación política por una guerra judicial de resultados impredecibles que retarde el proceso revocatorio presidencial de manera indefinida. En este sentido, argumentaba que recurrir a la vía judicial no era mas que el reconocimiento tácito de la oposición de no contar con suficientes firmas para asistir al proceso de reparo, y que aprovecharía el contexto político para postular a sus candidatos a las elecciones regionales desde una posición mas ventajosa que no estuviera marcada por el fracaso.
Sin embargo, a decir de la conversación del abogado opositor Tulio Álvarez con Teodoro Petkoff (Aporrea.org, 17 de Marzo de 2004), y sus posteriores declaraciones al diario El Mundo (17 de Marzo de 2004) asegurando que la oposición tiene hasta el 10 de enero de 2005 para activar el referéndum revocatorio, se evidencia que en definitiva la torpeza de la oposición no conoce limites, porque el tiempo que se tome el TSJ en dirimir el conflicto de competencia entre la Sala Electoral y la Sala Constitucional será suficiente para que el presidente Chávez culmine sus primeros cuatro años del período constitucional 2000-2006 y haga obsoleta la solicitud de revocatoria de su mandato al no poder realizarse «una nueva elección universal y directa» como lo indica el Artículo 233 de la Constitución Nacional.
El artífice de esta «novedosa» estrategia opositora, le confiesa a Petkoff que descubrió «de la forma más estúpida que el 19 de agosto no es la fecha clave del referéndum revocatorio [sino] el 10 de enero del 2005 porque la constitución dice que serán los dos últimos años del período presidencial en los cuales si se produce el revocatorio entonces se encarga definitivamente el vicepresidente. Pero los dos últimos años de Chávez son partiendo de la definición que hizo el Tribunal Supremo que dice que termina el mandato el 10 de enero del 2007. Es el 10 de enero del 2005. Es decir, que tenemos todo este año para hacer revocatorio… Es que es una vaina elemental.»
Tan «elemental», que la constitución solo contempla «una nueva elección universal, directa y secreta… si la falta absoluta del Presidente o la Presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del periodo constitucional»; y la Sala Constitucional del TSJ dejó claro en una decisión judicial del 3 febrero de 2003, «1) que el actual período presidencial comenzó el 19 de agosto de 2000, fecha en la cual el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías prestó juramento del cargo como Presidente de la República ante la Asamblea Nacional; 2) que la duración del mandato es de seis (6) años a partir de la fecha antes mencionada; y 3) que en razón de lo anterior, debe corregirse que la mitad del mandato se cumple el 19 de agosto de 2003.»
Asimismo, Álvarez le manifestó al diario El Mundo (17 de Marzo de 2004) que «la decisión de acudir al TSJ no constituye un riesgo para el referendo revocatorio… El juego de la oposición luce cómodo y no presionado por el factor tiempo… La constitución establece que revocado el Presidente queda encargado el vicepresidente, quien debe llamar a elecciones al mes siguiente, antes de cumplirse los dos últimos años del periodo.» Pero den acuerdo al texto constitucional, esto solo es pertinente «mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta», situación que se presenta únicamente cuando la falta absoluta se produce dentro de los primeros cuatro años del período constitucional.
Álvarez está convencido de que el 10 de enero de 2007 es el fin del ejercicio presidencial y que por lo tanto «siempre y cuando el referendo revocatorio se realice antes del 10 de enero de 2005, se debe convocar a elecciones», pero la sentencia del TSJ es clara cuando afirma que la duración del mandato es de seis años a partir del 19 de agosto de 2000, por lo que no hay que ser un erudito de las matemáticas para saber que el periodo del presidente Chávez culmina entonces el 19 de Agosto de 2006. Por lo tanto, si el TSJ no se pronuncia en exactamente 5 meses, la oposición se habrá anotado otro autogol.
Y para tranquilidad mental del conversador Teodoro, este será el último de la temporada.
Hasta 2006.
Antonio Guillermo García Danglades
Internacionalista, MA