Pildoritas 73 (año 02)

¡MEREZCO UNA EXPLICACIÓN!

Si en un gobierno adeco estabas de vacaciones cuando ganaban los copeyanos, al regresar te encontrabas a otro en tu escritorio, o la carta de despido inmisericorde, o al revés, era la alternabilidad entendida así: quítate tú para ponerme yo; este gobierno, no llegó a esos extremos y es por ello que la administración pública está plagada de funcionarios que se heredaron de la cuarta con sus mañas y resabios y que aun haciendo de las suyas parecieran intocables, lo doloroso es comprobar que a funcionarios que se han partido el pecho por la revolución, que vienen entregándole todo al proceso desde sus comienzos, de la noche a la mañana, sin ni siquiera tener la deferencia de participárselo, le sale en Gaceta el reemplazo, estableciendo una práctica detestable e inaceptable desde todo punto de vista en Revolución, hacia el socialismo, unos de cuyos principios básicos: el respeto por el ser humano y la solidaridad, se pisotean alegremente; es el caso que hemos tenido que comprobar con nuestro amigo y líder del chavismo en el Táchira LEONARDO SALCEDO, a quien hace varios días, en Gaceta, le fue designada una ciudadana como reemplazo y a estas altura nadie de sus superiores se ha dignado, siquiera llamarlo para darle una explicación que de todas maneras debió ser previa a la decisión y no posterior.

Es así, al registrar casos como este, cuando las personas que ocupan cualquier modesta posición en la administración pública y que se identifican en teoría y praxis con el proceso se preguntan, no sin razón; ¿Si esto sucede con Leonardo, excandidato, líder, y figura incuestionable del chavismo en el Táchira. qué puede quedar para nosotros?, y quienes no aspiramos a cargos, sino que hacemos desde nuestra trinchera el modesto aporte de nuestra opinión, tenemos que decir como Condorito: ¡merezco una explicación!



¡QUÉ LASTIMA CARDENAL, QUÉ VERGÜENZA SEÑORES OBISPOS!

Otra vez la cúpula de la Conferencia Episcopal, que no es sino la reunión de personajes con sotana que conforman prácticamente un partido político, sale con el Cardenal a la cabeza, en una demostración de parcialidad, dando de nuevo una prueba irrefutable de cómo un alto prelado pisotea el evangelio que juró defender y colocándose del lado de quienes tienen las manos manchadas de sangre por la muerte y heridas causadas a numerosos venezolanos cuando intentaron por la fuerza hacerse al poder.

Da tanta lástima como dijo el Comandante tener que saberse cristiano católico y tener que constatar la lamentable dirigencia que nuestra iglesia tiene formando filas con quienes son culpables de que este país aun haya podido despegar definitivamente hacia el desarrollo, por los 40 años que irremediablemente se perdieron en manos de quienes mataron, desparecieron, torturaron y mantuvieron en la pobreza y la oscuridad a millones de miembros de la iglesia de Cristo, nunca la de estos representantes jerárquicos que desdice de su condición de pastores.

Por más cacúmen que uno le ponga para intentar entender su posición, no puede llegar sino a una sola conclusión y es que estos señores con tanto estudio, con tantos callos en sus rodillas, con tantas oraciones, comuniones y misas, con las camándulas desgastadas por el uso, se creen inmunes al castigo divino y piensan que para ellos no hay en el infierno una paila reservada y especialmente preparada para que el gran pecado que están cometiendo al darles la espalda a los pobres y cerrar filas al lado de la oligarquía y el fascismo, al lado de incendiarios y asesinos, no quede impune. Puede que aquí en la tierra no les pase nada más que una respuesta contundente de quines nos sentimos defraudados y avergonzados por la actitud de estos señores, que come muy bien, viven muy bien, se desplazan muy bien demostrando que los votos de pobreza se quedaron en el piso de la iglesia en que los ordenaron obispos y en lugar de ella ostentan, y lo más dolorosos es que lo hacen con dineros del pueblo y partidas que el estado les asigna a cuenta de su dedicación a programas sociales, que como se ve, parecieran ser los de reunirse a redactar panfletos con el nombre de comunicados en los cuales destrozan la verdad y mienten descaradamente sin percatarse que Venezuela es otra y que grandes mayorías le han perdido el respeto por lo que pierden el tiempo con sus documentos frecuentes que solo sirven confirmar que tan bajo ha caído buena parte de la cúpula episcopal.

Si yo fuese una de las víctimas que no murieron en manos de los asesinos hoy condenados o un familiar de alguna de las víctimas que perdieron su vida. Estaría haciendo vigilia frente a la sede de la CEV, para expresar mi repudio contra la incompresible actitud de algunos obispos.-





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Saúl Molina Z.


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