¡Qué tal, camaradas! Agitada se nos ha puesto la Patria desde la llegada de Chávez. Antes, sin doctrina y sin rumbo y bajo las brillantes conducciones tripartíticas de Gobiernos, Fedecámaras y CTV, nos comportábamos como tablita en el océano, a puro golpe de olas y de vientos. Hasta emocionante se puso, pienso.
Con las grandes fallas en nuestro sistema de Justicia (esperamos por una fórmula que algún día lo haga justo) nos regocijamos cuando parece un asomo de ella. A veces nos conformaríamos con que fuese bien o mal, pero que aparezca. Nada de limbos.
El caso del reciente juicio a los comisarios y agentes de policía de la PM nos ha puesto a reflexionar. Primero, seguimos perdiendo la guerra de cuarta generación, la sucesión de batallas mediáticas. Estamos jodidos. Estamos jodidos porque quisiéramos que todos nuestros compatriotas conocieran la verdad.
Pero con ese bombardeo de mentiras y tergiversaciones, si nos descuidamos hasta a nosotros nos confundirán. Son una vaina.
Me permito estimar que ese juicio no estuvo bien llevado –y perdonen si me extralimito, porque no he leído más de lo que todos en los medios–, pero debió ser considerado dentro de todo el contexto golpista. No sólo la Baralt y Puente Llaguno.
Y mejor no hablar de golpista porque quieren asemejarlo con el 4 de febrero y que por autoría intelectual condenar a Chávez, como a Simonovis, Vivas y Forero. Lo que no recuerda la oposición es que el 4 hubo un enfrentamiento entre militares y el 11 de abril fue una agresión policial, bien armada, contra civiles. Además, una “matanza” muy bien orquestada.
Por otra parte, si quieren verlo de otra manera, Chávez co-comandó una intentona y pagó cárcel por ello. Además, como esto de abril 2002 no fue considerado un golpe de Estado entonces fue una “loquera” de todos los actores de la oposición y deben pagar.
Bien. Sacar el caso de esa batalla de una manera aislada –muy desigual amenazas intimidatorios con ataque de F16, por armamento de alta potencia de la PM, unidades de ataque (ballenas y rinocerontes), por premeditación y alevosía, con tiradores también de la PM desde los edificios y otros espacios disimulados–, aunque se revistió de un carácter sangriento se presta a manipulaciones.
Manipulaciones donde la oposición y sus medios son súper especialistas, además de contar con el apoyo de la CIA en todas sus manifestaciones.
El “contexto” revela la preparación de los Generales traidores, altamiranos los más, para controlar a la FA. La participación de los Rectores de universidades de oposición. La bendición divina de la “Altísima Jerarquía”. El progresivo, constante y fuerte envenenamiento por parte de los alienantes medios de comunicación de la burguesía, nuevos partidos políticos. Participación de los cadáveres y zombis de la vieja politiquería. El mundo empresarial-comercial apátrida. De los más apátridas: los endiosados meritócratas del petróleo.
Todos bajo la conducción y asesoramiento económico e intelectual –si eso se puede considerar intelectual- de USA (Departamento de Estado, CIA y sus sucursales). Los Militares estadounidenses en Fuerte Tiuna. Shapiro y su personal de la embajada, etc. Todo está debidamente demostrado en los documentos desclasificados en USA. (¡Uff, huele a azufre!)
Hemos visto tanto material gráfico, audiovisuales comprometedores, escritos sustentados, grabaciones de conversaciones entre los PM, testimonios en vivo de víctimas, por pueblo presente, y participantes del valiente equipo de respuesta –por ello perdonamos al Barreto de hoy. Como a Isaías al mencionar lo del Golpe, porque la fiscalía fue blandengue– Es grande el cúmulo de lo referido a la batalla estratégicamente elaborada por los desesperados que no entienden –no tiene que ver con los nuestros que tampoco lo han asimilado- que el poder debe radicar en el pueblo y no en sus privilegios.
Díganme cuando se destaque que la GN no actuó, como menciona la oposición que pudo haber detenido la matanza, cuando no lo hicieron a propósito porque estaba en manos de los generales traidores, y dejaron que la policía del “traidor mayor” diese sus peñonazos con sus hombres previamente preparados con el policía de Nueva York.
Camaradas, estimo que están dadas las condiciones para una imputación bien amplia. Demandémosle a los compatriotas que tienen toda la información, Carneiro y los militares patriotas, nuestros canales y radios revolucionarios, etc. y que acudan a CONATEL y sus grabaciones, para que armen un expediente bien completo, y que con o sin Fiscales introduzcan una acción contundente.
Abogados revolucionarios sobran. Bolas, creo que también.
Que la oposición diga que les tienen una persecución política nada nos importa. Que no jodan tanto y que se vayan al Mayamiarajo. Allá los quieren. O como Rosa-les quien parece huyó directo a los brazos –y ya le colocó unos Cartiers– del polisantólogo Nixon y hoy en el Canal del istmo –no de la Mancha, o de la mancha en el canal– disfruta de sus veleidades.
El Presidente Chávez lo destaca cada vez con mayor énfasis, “no soy un pendejo”. Agrego: “no somos unos pendejos”.
No queremos…, perdón, no aceptamos más la impunidad. Y de quien sea.
¡Justicia, justicia. Justicia por y para todos!
Ah, y encadenar, previo anuncios bien constantes, para mostrar nuestras verdades. Las verdaderas verdades. Quitarles las vendas de la mentira colocadas por los globoterrores a nuestros amigos, familiares y a todos los engañados. Desenmascarar a los bandidos, pues. ¡Ya basta!
¡Patria, mientras hacemos poco a poco el Socialismo, y Muerte a la falsedad y a la impunidad!
¡Así sí Venceremos!
edopasev@hotmail.com