Veo que existen dirigentes revolucionarios que cada vez se quieren parecer más al presidente Hugo Chávez e, incluso, lo imitan sin discreción y sin ningún rubor, pero creo que lo hacen muy mal e incurren en un error garrafal.
Observo que en la medida que esos políticos se quieren asemejar al comandante, en esa misma proporción se distancian del proceso revolucionario, de la gente que nota el exabrupto cuando pretenden ser él.
Creo que no hay que emular ni parecerse al Presidente para ser buen revolucionario. Lo que tienen es que insertarse de alma y corazón en el gran proyecto socialista. Ahhh, porque sucede que imitan a Chávez, pero incumplen con lo que el Jefe de Estado dice que se debe hacer en el marco del proceso y, por consiguiente, avanzan en dirección contraria al pueblo, a la revolución.
Ahora, si quieren emularlo, sorpréndanlo. La dirigencia chavista marabina, por ejemplo, pudiera – tal como hace el comandante en televisión- extender un mapa de Maracaibo y sacar la cuenta de los barrios que comprenden el cinturón de miseria que nos rodea. Hacen los cálculos de los vecinos en condiciones infrahumanas ¿Cuántas mujeres? ¿Cuántos niños? ¿Cuántas escuelas? ¿Cuántos comedores? ¿Cuántos consejos comunales?, todo sustentado con gráficos, cuadros comparativos, infografías y se trazan los proyectos que requieren y no hacen la Alcaldía ni la Gobernación y, bueno, que ellos tampoco hicieron o el pueblo quedó inconforme - a juzgar por las derrotas electorales sufridas -, cuando el ayuntamiento estuvo ocho años rojo rojito.
El Presidente está cansado de expresar que para la ejecución de esas obras existe una sólida plataforma que incluye a las alcaldías e instituciones del Gobierno nacional. También dice que hay obras, que por su costo, no pueden hacerlo las regiones, entonces, sorpréndanlo, avasállenlo con proyectos, pero hagan algo que los marabinos sintamos su eficiencia, porque es que sólo vemos a dirigentes cuidando puestos, queriendo ser candidatos o cazando un alto cargo para beneficiarse ellos de forma egoísta, sin pensar en la gente necesitada, cuestión que dista mucho del revolucionario que pinta Chávez.
Trabajen por el pueblo, pero no imiten al comandante y menos en acciones y procederes. El es único y no sé si nacerá otro en este país. He visto a dirigentes rojitos haciendo de guapetones y no ven que el Presidente cuando se indigna, es duro, pero toma un Cristo y con la Constitución se defiende de los ataques y provocaciones que le lanzan desde todos los flancos, algo muy diferente a lo que hacen políticos que quieren ser como él y terminan de camorreros dejando mucho que desear hasta en la misma población chavista.
(*)Periodista
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