Salvemos la Cuenca del rio Caura

El daño ambiental es muerte segura. Advierten los científicos.  Es cierto el calentamiento global, avance del desierto, tala de bosques, merma de aguas, voracidad de huracanes, extinción de especies y contaminación del aire está avanzando por la voracidad del hombre, La minería ilegal, los depredadores forestales son los que están acelerando la destrucción del planeta. Los revolucionarios tenemos que luchar y cambiar la mentalidad del talar, cavar y quemar. Hay que resaltar los valores de la solidaridad, el amor al prójimo y a la naturaleza.

La deforestación de los bosques en el país a la larga va a tener consecuencias drásticas para nuestro país y nuestro planeta. Entre 1980 y el año 2007 se destruyeron en Venezuela cerca de 14 millones de hectáreas de bosques naturales, a una tasa promedio de 500.000 hectáreas por año, más de 1.300 hectáreas por día, el equivalente a una hectárea cada minuto. Una devastación sin precedentes en la historia del país.

En 1968 durante el gobierno de Raúl Leoni, se decretó el exterminio de los Bosques Tropicales Húmedos, estos por su alta biodiversidad, su valor hidrográfico y su relación con el clima continental y de gran importancia para la vida, vista su importancia había que salvaguardarlos. Pero prevaleciendo el interés económico los decretaron zonas de “Reservas Forestales” y así validaban la explotación maderera de estos bosques. Esa figura legal  permitió a la larga  una gigantesca extracción de madera sobre los bosques naturales, que bajo estos decretos originó la amenaza de desaparecer enormes extensiones de bosque natural, en el norte del territorio.

Tenemos que salvar la Reserva Forestal El Caura para que no corra la misma suerte de las Reservas Forestales de Turén, Ticoporo y San Camilo, Caparo, Rio Tocuyo, Socopó y otras. Estas reservas forestales arrasadas por los traficantes de la madera y en complicidad con algunos funcionarios del Ministerio del Ambiente  son los culpables de una gigantesca extracción de madera sobre los bosques naturales, que bajo estos decretos originó la destrucción y desaparición de enormes extensiones de bosque natural, en el norte del país, para satisfacer las hordas madereras,  después convertidas en fincas ganaderas con baja producción,  que nunca les interesó la recuperación y el repoblamiento sobre todo en las Reservas Forestales de Turén, San Camilo, Río Tocuyo, Ticoporo, Socopó, Caparo y otras. Solo quedan no intervenidas la Reservas Forestales del Caura y Sipapo, esta última sobre zonas indígenas Piaroas en el estado de Amazonas.

La deforestación de los bosques a nivel mundial, mas la industrialización ha acelerado el cambio climático, el cual hoy se admite que un daño generalizado debido, por ejemplo, a un aumento del nivel del mar y a olas de calor, inundaciones y sequías más frecuentes e intensas ocurrirá incluso aunque se trate de pequeños aumentos de la temperatura promedio global. Por lo tanto, es necesario que se hagan grandes esfuerzos para mantener el incremento de la temperatura global promedio por debajo de los 2°C en relación a su nivel preindustrial.

Si queremos tener una buena posibilidad de alcanzar este objetivo, no debe permitirse que la concentración de CO2 supere las 450 partes por millón (hoy está cerca de 390 ppm). Esto implica que antes de 2050 las emisiones globales de CO2 deben reducirse a menos del 50% del nivel de 1990 (actualmente están 15% por sobre ese nivel), y que las emisiones promedio en los países desarrollados tienen que reducirse en por lo menos el 80% del nivel de 1990.

Un requerimiento claro es que se interrumpa la deforestación tropical, responsable del 20% de las emisiones de gases de tipo invernadero, en la próxima década o dos. “la deforestación es la segunda causa mundial de las emisiones de gases de efecto invernadero, pues cada año, la pérdida de bosques supone la emisión a la atmósfera de 6.000 millones de toneladas de CO2, el 20%. 
 
Hay argumentos y razones para salvar la Cuenca del rio Caura, decretando a este bosque Parque Nacional,  ahí habitan importantes comunidades indígenas. Hay razones climáticas y alta biodiversidad. Vamos a salvar este bosque para futuras generaciones.

PRESIDENTE CHÁVEZ, el maravilloso río Caura y el paraíso natural que representa, está pidiendo a gritos su defensa y protección. El primer paso es quitarle esa marca de segura destrucción, que le confiere el hecho de que toda la extensión de su cuenca, esta decretada desde los adecos como Reserva Forestal, por lo tanto es urgente el rescate de la Vida que emprendió este proceso revolucionario es ahora, y su trascendental objetivo deberá cambiar esa figura de Reserva Forestal impuesta por la cuarta república, por una que realmente proteja su actual condición de no ser tocada e intervenida, Presidente decreté EL PARQUE NACIONAL EL CAURA; firme el Decreto por parte del gobierno revolucionario y bolivariano de la creación del mayor parque Nacional de Venezuela y el más grande del planeta en selva tropical húmeda, por su dimensión de cinco millones de hectáreas.

                                             

jlrlinares@gmail.com



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Juan Linares

Ex-parlamentario regional. Especialista en Crisis. Temas Preferido: Ecología, Política Internacional y Laboral. Militante de Marea Socialista en el estado Bolívar.

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