“Todo hombre debe ser soldado cuando se
trata de combatir la tiranía”.
(Condorcet)
Se cumplió lo que muchos y muchas de nosotros y nosotras veníamos diciendo, el golpe de estado en Honduras contra un pueblo y un presidente constitucional elegido por el pueblo en elecciones libres y democráticas. Los militares latinoamericanos tienen un solo libreto, este no está actualizado. Su última edición se hizo en el Año 73, no hay manuales nuevos, quizás no sea necesario porque a los gorilas no les gusta leer, aunque sepan hacerlo.
La ingenuidad es la característica mas notable de la izquierda latinoamericana, en base a esa ingenuidad es que se organizó el golpe de estado en Honduras. Vimos con verdadero Asco que el jefe del estado mayor de las Fuerzas Armadas de Honduras, Romeo Vázquez, estaba entre los hombres de confianza del Presidente Manuel Zelaya, hasta salio declarando con lágrimas diciendo que el Presidente Zelaya había sido un buen Comandante en Jefe.
El libreto usado fue el mismo del golpe de Pinochet contra Salvador Allende, el 11 de Septiembre de 1973. También es el mismo utilizado contra Hugo Chávez el 11 de Abril del año 2002. Copiaron todo hasta una supuesta carta de renuncia del presidente Zelaya con fecha del 25 de Junio 2009. Si hay una carta de renuncia ¿Para que dar un golpe de estado? ¿Por qué no sesionó el Congreso de Honduras en el mismo momento de la renuncia?
La izquierda hondureña no estaba preparada para este madrugonazo de las fuerzas militares de su país. En sus propias narices y a la fuerza se dejaron arrebatar al presidente de la casa presidencial. Este era un golpe que pretendía desmoralizar al pueblo y a las organizaciones populares del hermano país.
No había custodia militar que respaldara al presidente Zelaya. No se levantó ningún batallón en apoyo del presidente, ni siquiera el general de la Fuerza aérea hondureña que entregó las urnas electorales de la consulta al pueblo. El presidente Zelaya había puesto su confianza en la policía de Honduras y esta confianza fue vilmente fue traicionada.
Nadie estaba preparado para lo que estaba por acontecer y aconteció en Honduras la madrugada del pasado domingo 28 de Junio. Las organizaciones políticas y populares que apoyan al presidente Zelaya fueron sorprendidas en su buena fe, con un libreto muy manoseado por los militares que todavía invocan las políticas de seguridad nacional.
Los Medios de Comunicación en nuestro país y en el resto de America latina, están forzosamente silenciados por voluntad del imperio. Están trasmitiendo la muerte de Michael Jackson, como estratagema de distracción y como política de manipulación hacia las masas.
El Cantante no metió en el testamento a su padre por haber abusado de él en su niñez y juventud. Que si tuvo una sobre dosis, que si estaba despeinado o calvo, Que si era negro de la cintura para abajo, entre otras cosas. Esa era la noticia mas relevante en el ámbito internacional para CNN y las otras cadenas de noticias mundiales.
En Honduras no existe una plataforma de medios alternativos de información y medios alternativos y populares que existe en Venezuela. Esto fue aprovechado eficazmente por las fuerzas golpistas y por los dueños de los medio tradicionales. Se cerraron los diferentes medios de comunicación y se agredieron a periodistas en toda Honduras y la Sociedad Interamericana de Prensa no dice absolutamente nada.
Solo Telesur, estaba trasmitiendo y las fuerzas terroristas arremetieron contra este medio supranacional golpeando a sus periodistas y trabajadores gráficos. Agredieron cobardemente al cuerpo diplomático acreditado de Cuba, Venezuela y Nicaragua, violando toda norma de Derecho Diplomático Internacional. Aquí también se aplicó el manual golpista de la CIA, tal como se hizo en Venezuela contra la embajada cubana, cuando el golpe del 2002.
El guión seguido no tenía ningún tipo de novedad desde el golpe contra Salvador Allende. Se copiaron hasta las comas y las portadas. No hubo por lo tanto ninguna novedad en el modus operandi. Lo que no se perdona es que la izquierda haya sufrido ese madrugonazo, conociendo dicho libreto de tapa a tapa, reafirmando así nuestra conducta ingenua que ya da visos de ser congénita y recurrente.
Los pastores serán
brutales mientras las ovejas sean pasivas.
(E. Godin)