Jamás imaginé: ni por mi mente pasó someramente que en este país de mis debilidades políticas hubiera tanta gente insensible que, no haga posible complacer mis deseos: virginales extrahumanos en los que me hallo navegando contra viento y marea y sin brújula para atraer aunque de lejos con catalejo si es posible al ansiado secretario de la OEA. Mi empresa no requiere de muchos sacrificios y mis antojos son fáciles de matar con solo decir: sí señor Ledezma, usted es el Alcalde mayor. Y, tilín se acabó: recojo mis macundales y me voy otra vez a buscar los beneficios que da el poder en cualquiera de sus formas que se ejerza y de una buena vez acabar con esta angustia infiltrada que cada día que permanezco en huelga de hambre me punza y se agranda como la pobreza en Venezuela, cosa que me da pena decirlo, aunque parte de ella viene desde que éramos gobierno en el pasado y dirigente importante del adequismo y, en particular de amigo y jefe CAP, con quien aprendí el caradurismo dinámico de la política que me mantiene metido en la palestra con esta huelga de hambre de por medio: de cuyo desarrollo les cuento que, además del apoyo mediático y minipartidista que he recibido: cada noche tengo que meterle escondido algo al estómago como frutas y otras vainas alimentarias que pasan de contrabando para poder amortiguar el tropel de parásitos que en mis intestinos se pelean por mi huelga de hambre que los tiene coléricos y hambrientos y, a esos sí que les tengo miedo que me puedan matar, porque son más peligrosos que la lengua de Ramos Allup y las noticias de globoterror que están de lleno conmigo.
Aunque los resultados son pírricos, por lo menos, le ha dado cinco vueltas al mundo y esquelético como estoy todavía hay gallo para rato y, yo más que nadie sé que, si no viene la OEA, viene la ONU y, sino viene ninguno de las dos, entonces yo me voy con mi huelga para Washington, porque si Mahoma no viene a mí yo voy a él como lo reza La Biblia.
Me informó cabeza de motor que en Honduras me tienen de modelo dentro del gobierno golpe democrático que dejó de ser de facto como muchos equivocados creen y, es posible que Goriletti venga a conocerme flaco como estoy con muchas esperanzas de triunfar. Aunque no sea en las primeras de cambios y, algún día no bien allá seré el guía indiscutible de los huelguistas de hambre del planeta, ya que lo mío: servirá como un rosario de presiones que por donde reviente magullará quieran o no mis detractores dentro de este gobierno de mis pesadillas fortuitas que, me tiene a reventar de espuma y no de aquello, porque no como aparentemente y, obligado como estoy a servirle a mi patria: orgulloso de esta aventura que me mantiene en ascuas.
Juro por los cardenales de Venezuela y Honduras indistintamente que, yo y únicamente yo: me mantendré ecuánime como lo que soy hasta que la OEA se decida a venir a verme.
¡Vivan los fantasmas –no por mí sino por ellos y ellos …!
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