NO DEBIÓ aceptar Zelaya que el gobierno de Costa Rica le diera al golpista Goriletti el mismo tratamiento que se le dio a su investidura como presidente legitimo de la República de Hondura. Tal estrategia fue planificada por la secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton  y sus halcones demócratas y algún que otro bichejo republicano asesor para tratar de ganar tiempo y se lleven a cabo las elecciones de noviembre con los golpistas en el poder. No se puede poner en riesgo la fortalecida imagen de Zelaya y convertirlo  en una especie de exiliado errante visitando países a granel en donde ya se sabe la posición unánime que tiene cada país en relación con el golpe de estado contra él.

 COMIENZAN  las organizaciones sociales y populares a tomar posiciones y criterios muy claros, respecto a lo que hay que hacer para rescatar el hilo constitucional. “Las reuniones que se celebran desde el jueves en la capital costarricense son "un diálogo de sordos, estéril".  Juan Barahona es coordinador del Bloque Popular y secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH). A criterio del coordinador sindical, este diálogo "le está dando tiempo a los golpistas", por lo cual considera que si el próximo domingo no hay acuerdo, deben levantarse las negociaciones.

 EL REGRESO DE MANUEL CELAYA a su país luce apremiante. Por supuestos que el principal riesgo que corre es el ser detenido. Agotada la agenda de las comisiones que representan a Zelaya y a Roberto Micheletti, reunidas por segundo día en San José con la mediación de Arias. Zelaya y  el golpista estuvieron el jueves en el inicio de la mediación, pero ambos se entrevistaron con Arias por separado y no se vieron las caras. Es bueno recordar que el actual  presidente de Costa Rica Oscar Arias ganó su segunda presidencia tras una reñida y cuestionada disputa con apenas 18 mil 165 votos de diferencia. Siempre se ha mostrado como un constante representante de los intereses norteamericanos en su país, siendo un fiel devoto de la política exterior de los Estados Unidos en Centroamérica.

 EL PROFESOR DE la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Monedero, denunció este viernes que diferentes sectores de derecha y parlamentarios estadounidenses planean imponer, como "solución" al golpe de Estado en Honduras, una serie de cinco demandas o cinco puntos plantadas en una entrevista a Kevin Casas Zamora, quien fue vicepresidente del actual mediador, el presidente costarricense Oscar Arias. Veamos

· Zelaya tiene que regresar a la presidencia, pero no necesariamente al poder. Dicen que la presidencia y el poder son cosas diferentes – *Este punto convertiría a Zelaya en un mandatario títere en manos de la oligarquía hondureña y de su ejercito antipatria y pitiyanqui--

· Tiene que terminar sus planes para enmendar la Constitución -- *Se trata de aprobar una nueva constitución a través de una Asamblea Constituyente. Este es el verdadero motivo del golpe de estado. Aquí Zelaya debe mostrarse intransigente y seguro. Le va su destino político en ello--

· Tiene que poner una gran distancia entre su persona y el Presidente Chávez. "That's essential" (eso es vital). -- *La estrategia de las clases dominantes golpistas es sacar a Honduras del ALBA y de los acuerdos de Petrocaribe para que las transnacionales puedan suministrarle el petróleo. Hondura funcionaría como una cuña contra los gobiernos progresistas, revolucionarios y antiimperialistas, tal como funcionó contra los pueblos vecinos en los años 80 dirigidos por el departamento de estado norteamericano (Negroponte, Noriega, Otto Reih, Posada Carriles, Joya y demás compañía) --  

· Tiene que haber una forma de poder compartido, donde Zelaya mantenga el gobierno, pero algún otro tipo de decisiones estén ahí implementadas que vayan preparando las próximas elecciones de noviembre. *--Obedecer a la oligarquía hondureña y sus secuaces políticos en todos sus caprichos y evitar tocar sus intereses, así de simple. Nada de cambios profundos en Honduras --

· Tiene que haber alguna suerte de amnistía, para que las personas que dieron el golpe no reciban ningún tipo de castigo. -- *Evitar por ejemplo, el castigo contra la cúpula militar que sacó por la fuerza a Manuel Zelaya fuera del país, tal como lo planteó el presidente Chávez en relación con el general Romeo Vásquez (los militares pagaran los platos rotos).