¡Qué tal, camarada! Por todos los asombros que nos produce la estupidez de la oposición debemos seguir echándole… pichón al respaldo a nuestro proceso.
Vamos a insistir con mi trillada propuesta de bajar la acción mediática opositora que en esta guerra de cuarta generación nos viene ganando muchas batallas. O sea, como sabemos, estamos perdiendo esta gran guerra, perversa por demás.
Los que viven en Caracas se obstinan con la estupidez mayor de Globoterror, pero en la provincia –yo en Anzoátegui- agregamos la estupidez de otra cadena nacional llamada “Promar Televisión”. Un acuerdo comercial desde los Andes hasta Oriente para encadenar sus ofertas, pero lo que más promueven es la disociación y la discordia.
El antichavismo puro es lo que vemos cada mañana. Y no lo veo por un masoquismo mediático personal, como cuando ojeamos a globoterror. No, creo que todos los que apoyamos al “rrrrégimen”, con la conciencia de poder equilibrar nuestros criterios, más bien nos reforzarnos conceptualmente.
Nos reímos de todas esas estupideces pero nos da mucha tristeza que esa vaciedad impregnada de malignidad se meta en el alma de muchos de nuestros compatriotas, que no sólo pierden de empujar a favor de los obligados e interesantes cambios que requieren nuestros pueblos, sino que nos hacen más difícil la hermosa tarea que nos une bajo el liderazgo de Chávez.
La cotidiana lectura por televisión de todos los periódicos de oposición (y fragmentos de VEA para que no digan que están parcializados), comentados por fenómenos de la crítica, la malsana, por supuesto, sólo contribuye a enloquecer y a disociar (cada vez más) a los oposicionistas.
Por estas páginas hemos sugerido, y varias veces, que se regule esa leedera, o sea el uso de la televisión. La TV, como no puede la radio, debe transmitir imágenes de acontecimientos y no que uno o un par de estáticos-fanáticos (algunos disimulados) leedores de prensa se dedique (n) a hacer análisis de cada noticia escrita por otros. Flojera pareja, ahorro en periodistas que pudieses cubrir la información y una mal uso del tiempo de televisión
Menos apoyados en una Prensa con altos contenidos de veneno conceptual y espiritual.
Esas transmisiones impregnadas de malignidad son una muestra de que Dios también se salió de las televisoras opositoras. Y de las radioemisoras. Lo expreso copiando la estupidez mayor del cardenal mayor, que aún el color del cargo no es rojo rojito. Menos mal.
Así como que Dios también se salió de Últimas Noticias. O del ratico que estaba por ahí y dejó que se soltaran los demonios, siendo el medio súper favorecido por el afectuoso respaldo del Presidente a su coterráneo director de quien no dudamos su tendencia hacia la Revolución, pero…
Pero esa honrosa posición, que ha hecho de ese diario se convirtiera en el que más beneficios recibe con la propaganda masiva de los Gobiernos, en especial de los chavistas, le llena los bolsillos a la Cadena y mantiene a los periodistas que agreden con sus escritos y su manera de presentar la información, y buscan pelea callejera con su verbo.
Y que por la misma estupidez enloquecida ni siquiera cuidan, por interesada lógica, esa entradita millonariaza a sus amos y a sus sueldos y estabilidad.
Esa entrada a la estupidez escuálida (disculpen la redundancia), sus salidas del closet de la redacción y otros, nos hizo ver que no debíamos seguir comprando ese periódico, y ojalá el Gobierno les tumbe el chorro de financiamiento.
Bien. Dios también se ha salido de las almas de algunos aristócratas eclesiásticos. Si es que estuvo allí. O por lo menos estuvo al principio. Y se fue de los partidos de la oposición. Y del alma de los burgueses y de los comerciantes especuladores.
Y de donde sale Dios se mete el diablo.
Esa salida de Dios de algunos espacios parece que afectó al Zulia. Hay el diablo parejo. Hasta un rayo recientemente cayó en la Basílica de la Chinita.
Y, cual epidemia, algunos diablos de allí anidaron su parcela infernal en Lima. Hasta el pervertido que creyó que estaba libre del pecado por la agresión a la dama de la policía merideña, o que piensa que está santificado por sus vacaciones en la Nunciatura.
Otros se quedaron calentando el clima maracucho.
Dios se fue de Colombia. Ni se diga de los Estados Unidos. Mucho más de Miami donde está el reino de Satanás con su cuerpo medio enfermo lleno de gusanos.
No sólo se fue de USA desde los tiempos de Hiroshima, sino que el diablo recorre el mundo sembrando terror y muertes. Y de azufre.
Totalmente distinto a Dios que acompaña a la espada liberadora de Bolívar en su recorrido por América Latina y por el Mundo.
Al final, a los escuálidos de aquí y a los del resto del planeta no sólo los abandonó Dios sino que son… unos pobres diablos.
¡Patria, Socialismo o muerte! Con ello ¡venceremos! y superaremos a los malignos ¡Gracias a Dios!