Se fue con Pedro a Roma, se
inmiscuyó en la iglesia católica, se colocó cerca del púlpito
y pidió que el cura que daba la misa lo confesara. Y entró
y comenzó a decir una sarta de mentiras y maldiciones contra Dios
y su hijo Cristo y el cura reía y reía y le daba vino a Judas para
que se emborrachara y siguiera ofendiendo al buen Cristo y a su padre
y Judas salió a la calle después y se fue por un largo camino. Al
final de ese camino se reunió con los querubes del mal que había puesto
allí el mismo demonio... Escalaron una alta colina; quisieron llegar
al cielo para atacar a Dios, pero de repente ¡bum! la colina se vino
abajo y Judas y los querubes corrieron por todos los puntos cardinales
del mundo. Dios los condenó a emitir sonidos distintos a cada uno
de ellos. Y a Judas le tocó venir a Venezuela.
Hoy Judas ESTÁ MULTIPLICADO
entre esos que se dicen oligarcas. Se multiplicó entre esos que se
dicen burgueses, ricos, adinerados. Son esos que traicionaron a Bolívar
y convirtieron a Páez en eunuco. Son los mismos que le dijeron al Libertador
que deseban luchar a su lado para echar a los españoles…fue una gran
treta; así no tendrían que compartir el dinero con los monarcas. Fueron
esos que se llamaron mantuanos, de la estirpe de Judas.
¿Por qué ha de sorprendernos
que no sientan amor por su patria, por sus congéneres, por los pobres,
por los que luchan para sobrevivir en el país millonario, que los segregó
históricamente, que los conminó al ostracismo, que los excluyó de
toda esa riqueza que produjo el petróleo desde hace cien años. Son
los hijos y las hijas de Judas, esas que desde las emisoras de radio,
televisión y prensa escrita maldicen a los “desdentados, a los tierrúos
a los negros y salvajes”, porque así es como ellos ven a los pobres.
¿Por qué ha de sorprendernos
que esos hijos de Judas se enojen por las Escuelas Bolivarianas, por
las Universidades Bolivarianas, por los Barrio Adentro, Por las Clínicas
Populares? Por Los Comedores Populares donde los necesitados que
ellos crearon sacian el apetito? Por sus venas corre el ADN de Judas,
aquél que llevó por el mundo la maldad de su hermatocritos y
la traición de su alma en pena.
¿Por qué ha de sorprendernos
que RAFAEL POLEO desee la muerte de Chávez: el Poleo es uno de esos
Judas que salió una noche a vender a Jesús por cuarenta denarios.
Poleo no necesita ahorcarse en una rama de cují; está ahorcado por
el destino, por esas sombras que lo persiguen entre los ramalazos de
luz que penden del espacio universal para que la historia haga
visible a los vende patria. ¿Por qué ha de sorprendernos que Globovisión,
Ravell, Ledezma, Allup, Caldera, Juan José, RAT DONKEY, López, Blyde
Colomina, Nitu, Rodríguez, Otero, Bravo, García, Ocariz, Julio Borges,
Cabeza de Motor, Majo, Antonetti, KiKo, Matacuras y CIA sean tan perversos,
tan inhumanos, tan alejados de la verdad, ¿acaso no son esos querubes
que acompañaron a Judas en la traición?
¿Qué podemos esperar de los
hijos de Judas que no sea odio, hipocresía, rencor y racismo? ¿Quién
dijo que por las galerías biológicas de un hijo de Judas, infectadas
de maldad puede deslizarse la palabra confraternidad. Ellos nuca
pasaron por la niñez; ellos nacieron verdes y venenosos y siguen igualitos.
No, no debemos sorprendernos. Satanás, transformado en cura político, está con ellos. Se percibe el tridente y el vaho de la macabra odisea es muy evidente. Echémoslos a un lado; son los hijos de Judas que no encuentran paz a sus espíritus traicioneros, pero no sintamos lástima de ellos: ellos pasarán por la vida como el Judas errante, sin amor, sin una mano, sin una sonrisa del pueblo… ¡pobres Judas!