No hay duda que la corrupción, esa debilidad cancerígena, llegó en tres carabelas a nuestro continente, hace mas de quinientos años, no se sabe si en las manos, los pies o en la inconsciencia de los viajeros errados. Desde ese momento se multiplicó en los habitantes de la región, en nacidos de los primeros invasores. Y tal como rezó el gran Alí Primera “y… aquí los tenemos hoy”
Pero no vamos a caer en decir lo que ya se conoce (al menos por muchos). Esa corrupción está entronizada en la mente de muchas personas, con responsabilidad de combatirla. Pero que galopan sobre el poder para usarla en provecho propio. No voy a caer en la diatriba de acusar a tal y exonerar a cual; conozco el rostro de la corrupción de manera directa, y se de su existencia por relato de mucha gente, es decir ni engaño ni me engañan.
Si sabemos que las estructuras del aparato del estado están minadas de corruptos y ladrones desde la cuarta república y los que se han insertado en esta quinta república, ¿Por que no se hizo una constituyente en cada uno de los ministerios del estado? ¿Que impide que cuando se cambia un ministro de cualquier cartera, no se aproveche y se haga una razia de limpieza del personal contaminado y putrefacto moralmente que está allí? ¿Quién no conoce que la gran mayoría de los empleados de esas dependencias, llegaron allí por palanca de los corruptos mayores de AD Y COPEY? no voy a afirmar que todos los empleados públicos son corruptos, o están allí por corruptos ¡pero la mayoría sí lo son! y de eso tengo plena certeza, así se resientan algunos vagabundos.
Sostengo que cuando se habla de revolución, es por que se está en disposición de cambiar la esencia y presencia de todo lo existente, por que esas existencias en sí, son producto de la corrupción y, motivo de su existencia. ¿Entonces por que en diez años, no se ha volteado aunque sea un ministerio con las patas pa’ arriba? ¿Por qué permanecen los mismos vicios, tracalerías y mafias enfrentados a los cambios necesarios? ¿Por qué se sigue contratando a engañadores con mentalidad de la cuarta república y eligiendo en partidos “revolucionarios” a tracaleros de oficio, militantes de los chances rebuscados, que son conocidos y enfrentados a las bases? mas las benditas directivas mediocres, los avalan, amparan y apoyan (vean lo de Lara, ¿cuantas denuncias no hubo en contra ese señor? o el ex gobernador de Anzoátegui, el tal de Lima, o Carlos Giménez, o Ismael García).
Los sectores de la oposición, tienen la poca fuerza que demuestran, es por culpa de la irresponsabilidad de quienes han ocupado cargos de alta gerencia y solo se han dedicado a la burocracia en si, y no a combatirla, a atacar las causas de corrupción. Hace poco vi a un ex ministro de economía, dando cátedra teórica por televisión. Pero cuando pudo hacer lo que era necesario, se diluyó en los tecnicismos y en las trampas burocráticas, permitió que lo amarrara la madeja de corrupción en su entorno, pero fue incapaz de ser revolucionario y romper el esquema de freno que retrasa los cambios necesarios.
Recientemente recibí un correo de un compatriota del mundo, que se queja de una vicisitud que vive hace varios años. Con documentos y pruebas, acusa de corrupción a la fiscalía en lo referente a su caso, sobre un yate. Da nombres, documentos aparentemente ciertos de la veracidad de su denuncia, y sin embargo se siente defraudado e impotente ante la justicia ¿por que pasa eso? ¿Qué revolución es esa que mantiene las estructuras de la pudrición corrupta? si nuestro presidente reconoce que hubo necesidad de crear las misiones, para impedir el atraso de la administración establecida, en la solución de las cosas¿ entonces por que carajo no profundizamos y atacamos eso vicios putrefactos de una vez? ¿Por temor a que se pasen a la oposición? ¡Pero si ellos son la oposición enquistada!, saquémoslo de una vez ¿cuantos estudiantes que de verdad apoyamos este proceso estamos en las misiones sucre y Rivas? ojo aquí subrayo la palabra verdad, por que en la misión sucre hay los escuálidos que juegan garrote. En mi aula son mayoría, pero aun así, hay suficiente gente que filtrada puede ocupar posiciones de rescate y avanzada revolucionaria. No tanto por el sueldo, si no por hacer revolución verdadera. la revolución no avanzará al paso que necesita, si no tiene a sus cuadros en los lugares adecuados, con escuálidos no hay revolución, hay contra revolución.
Necesitamos constituyente general en la administración pública. Fuera los escuálidos y los infiltrados en los partidos de la revolución. Fuera los burócratas que solo piensan en el billete y los carros ultimo modelo, que compran movilizaciones con cuadros pagados por la administración publica. Como por ejemplo la Asamblea legislativa del Yaracuy, donde hay un gran grupo de personas que cobran sueldo sin hacer un carajo, ¿verdad Adelmo, verdad Ángel, verdad Henry? o los asesores de los liceos, que cobran en la Zona educativa del mismo estado y no conocen ni como son los liceos por dentro, por ejemplo el liceo “Rómulo Betancourt” en San Felipe. De paso ¿Cómo un asesino de estudiantes puede ser epónimo de un liceo?
Ya vendrán nuevamente las amenazas. ¡Al carajo!