A propósito del llamado mega-evento de La Carlota del 31 de octubre pasado, debemos hacer un acto reflexivo al respecto, en el modo organizativo de dicho concierto disque en homenaje al cantor del pueblo Alí Primera y un canto por la paz. Para etiquetarnos de revolucionarios, debemos arrecharnos alzando nuestra voz de protesta y no dejar que estas cosas se sigan repitiendo. Ha pasado una década y una generación está ávida de espacios para defender el proceso de cambio, sin embargo, el derechismo sigue colado con su actitud y carencia de conciencia ideológica en este intento.
Si revisamos el lenguaje utilizado por los “visitantes” de Calle 13 en el exagerado lenguaje soez y chabacano, protestamos ante lo que consideramos anti-revolucionario, y no lo digo por las palabras, sino por lo repetitivo y denigrante, en especial hacia la mujer. Alí Primera, supo plasmar en palabras de tono alto, sentimiento de pueblo a pesar de su espacio y tiempo…¡aunque diga groserías el pueblo tiene derecho y no se me ponga arrecho pero es la pura verdad que no hay mayor grosería que esta misma sociedad!. Muy contrariamente a la conducta de Calle 13, que al parecer, con su irreverencia, se presentaba ante un público ignorante en la forma de dirigirse en su discurso y lenguaje.
Es bueno preguntarse ¿cómo en un homenaje al cantor del pueblo, no se contó en su repertorio con artistas de la talla de Los Guaraguaos, Lloviznando Canto, Lilia Vera, Esperanza Márquez, Un Sólo Pueblo, José Montecano, Grupo Ahora, La Cantera y la propia Diputada cantora la Chiche Manaure, por sólo nombrar algunos de una larga lista de revolucionarios en esencia y, no de adecos cantores de otrora, ahora llamados revolucionarios?. Si bien es cierto que los camaradas de Dame pa`matala fueron invitados al igual que los hijos de Alí, Servando y Florentino, también es cierto, que siendo residentes del patio, fueron tratados como de segunda y prácticamente excluidos del evento, algo inaceptable en este proceso revolucionario.
Los cantores, creadores y cultores populares tenemos que lanzar un alerta y protestar autocríticamente pues, no están jodiendo de manera endógena, allí vemos megas eventos con aristas comerciales que se dan el lujo de incorporar en sus cantos letras subliminalmente contra el propio socialismo que los contrata. En mi pueblito lo he visto, aunque esto ya es nacional, el gasto de muchos dólares en artistas foráneos y eventos gratis donde abunda el comercio de la caña, la camisita, más todo lo capitalista y consumista que se pueda imaginar. Si esto sigue así, estamos matando el canto del poeta cantor, ¡Dame pa´mátala carajo!...gritaría Alí en su canto. A buscar otras calles…¡Primero el “residente” y después el “visitante” señores…!
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