Chávez y Henri Falcón, la crítica y la autocritica. Toma tu licencia, escuálido. Glacias, camalada Chávez

QUIENES esperaban un salto de talanquera o se profundizaran las supuesta diferencias del gobernador de Lara con el comandante Hugo Chávez Frías antes las críticas del Presidente Hugo Chávez Frías hacia el gobernador de Lara, se han quedado una vez más con los crespos hechos. En su programa “Cuentas claras” Henri Falcón ha reconocido las razones que esgrimió Chávez para criticarlo sobre el proyecto inconcluso TRANSBARCA (En el 2005 el vicepresidente de la República Ramón Carrizales, para aquel entonces ministro de infraestructura, colocaba la primera piedra) en “aló presidente” número 343 realizado en el sector Boca de Monte, en Acarigua, estado Portuguesa el domingo 8 de noviembre. Con esta autocritica, Henri le cierra el paso a las especulaciones y malas intenciones de propios y extraños. Al final del programa, Chávez prometió prestarle más atención al estado Lara. Indague e investigue, Sr presidente, las cosas no marchan bien en el PSUV-Lara. Es un buen consejo que me permito darle.

CREO que llegó la hora de sentarse a dialogar y a debatir las diferencias y las coincidencias entre ambos factores o tendencias que habitan en el seno del PSUV de Lara, para poder limar las diatribas, los enfrentamientos estériles y las asperezas que continuamente se expresan en los medios de comunicación en la tierra de los guaros. Esta confrontación lo que ha conseguido es un inmenso descontento en las bases del partido que posiblemente se exprese en una alta abstención en la escogencia de los delegados al Congreso extraordinario (que dios y la virgen quiera que no sea así -- frase favorita de Falcón --). Este enfrentamiento está siendo muy bien aprovechado por los opinadores de oficio de la derecha larense que copan los medios de comunicación privados para sacar así ganancia y ocultar las enormes diferencias que existen entre ellos. Ya es hora, y así lo propongo que los líderes del PSUV, entre ellos Henri, Amalia, Julio, Jonás, etc., se sienten a dialogar en nombre de una unidad interna que tanto necesitamos para desde ya irnos preparando para un contundente triunfo electoral en las elecciones para elegir juntas parroquiales, concejales y diputados a la Asamblea Nacional, está última, la mas importante sin minimizar a las otras; para poder darle al comandante o mantener la mayoría en la Asamblea Nacional que permita garantizar la continuidad de la revolución bolivariana y socialista sin trauma o peligro alguno. Demuestren su liderazgo en acciones políticas productiva que expresen ese amor que dicen sentir por el pueblo guaro. El socialismo también significa desprendimiento, hermandad, bondad, camaradería, solidaridad, eficiencia y calidad revolucionaria. “Dios quiso que se abriera el camino y que un pueblo consciente, noble y valiente nos trajera aquí” es una frase de nuestro comandante que bien viene al caso.

VIVÍ esta pequeña historia y así lo cuento. Acudí a sacar mi licencia de manejar que irresponsablemente no renovaba desde hace 8 años –Tuve como licencia de conducir un papelito rosado todo remendado de celotex, durante seis años que daba la cuarta república y una cédula de identidad vencida que tardé cinco años en conseguirla en la época que mandaban gobiernos adecos-copeyanos.

HICE MI COLA como cualquier ciudadano. Me preparé para sufrir maltratos, así como también un largo tiempo colmado de dificultades. No fue así. En menos de dos horas la tenía en mis manos con fotografía a color y demás yerbas. De pronto el vecino de la derecha en la cola comenzó a despotricar contra Chávez, identificándose como un educador jubilado. “¡Jamás se ha visto tanta pobreza y miseria!, exclamaba. La vecina del lado izquierda le riposta: “Usted como que no lee la estadísticas”. Le dio cifras y el jubilado le contestó de nuevo. …¡Ese árabe que tiene Chávez en el Instituto Nacional de Estadística es un comunista palestino!. Cuando al ciudadano del cuento le otorgaron la licencia, mi vecina chavista le gritó...¡Toma tu licencia escuálido! que me sonó como ¡Un toma tu tomate! Sorpresa, lo remató un ciudadano chino ya venezolanizado cuando exhibiendo su nueva licencia le dijo: ¡Glacias camalada Chávez!

! No esta demás agregar que la audiencia conformada por más de cien personas se destornillaron de la

risa por las gracias de Fung Hung que así es como se llamaba el oriental. El humor del venezolano es

proverbial y estas pequeñas cosas hacen esta revolución grande.


Antojofel@hotmail.com


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Antonio Fernández Lunardi


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