Según la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (LOFANB), la FANB, es la institución garante de la defensa militar del Estado. Debe mantener en un todo, la armonía del espacio geográfico: Aire, Mar y Tierra. Debe participar en el restablecimiento del orden público en caso de conflicto nacional. Los Militares pueden ejercer funciones en los poderes públicos. La FANB asegura la soberanía plena y jurisdicción de la República en los espacios demarcados y suscritos por los convenios internacionales. Defender las áreas vitales –zonas ricas en minerales- o aspectos circunstanciales de la Nación, como lo son: la autodeterminación en lo social, político, cultural, geográfico, militar, ambiental y económico. Ejemplo: Combatir la extracción de nuestras riquezas naturales mediante el contrabando o atacar frontalmente el narcotráfico o a cualquier invasor extranjero. Adiestrar a la Milicia Bolivariana y organizar al pueblo en general para la Defensa integral. La participación activa de la FANB con otras Fuerzas Armadas de otros países, ya sea en alianza o en coalición, para contribuir con el desarrollo integral de la Nación, en materia de integración bajo condiciones establecidas en los tratados, pactos o convenios internacionales, requerirán de la aprobación de la Asamblea Nacional. La FANB tiene competencia para formar parte en misiones de paz, siempre y cuando el tratado internacional esté suscrito y ratificado por la República Bolivariana de Venezuela y con la previa aprobación de la Asamblea Nacional. El apoyo tácito plasmado en la ejecución de los diversos planes creados por el Estado Venezolano, ejemplo: Plan República, así como el apoyo a las misiones sociales: Mercal, Barrio Adentro, entre otras. Cuando existan graves perturbaciones sociales, que escapen del alcance de las autoridades civiles, los militares previa decisión del Presidente o Presidenta de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la FANB, contribuirán a preservar y restituir el orden interno. En materia de inteligencia, dicen que unos buenos servicios de inteligencia militar son los ojos de la FANB y que a través de las apreciaciones de inteligencia, la institución armada se apoya en sus pilares fundamentales para mantener el éxito permanente. Se requiere constante organización, planificación, dirección y control de ese importante sistema de inteligencia y contrainteligencia, aunándole por supuesto, las labores de espionaje y contraespionaje a las situaciones que lo requieran, de ahí la importancia en mantener activa la red nacional de inteligencia comunal. La actividad castrense en estos nuevos tiempos de cambios profundos o radicales, es dinámica por excelencia y requiere estar a la par con los avances científicos y tecnológicos del innovador orden mundial y social que emerge debido a la integración de la autodeterminación de los pueblos. En efecto, más temprano que tarde, la FANB debe crear una red comunicacional digital militar, que opere mediante códigos claves, que permita llevar la tecnología comunicacional al soldado en aula de clases y demás recintos internos de los cuarteles. Los núcleos endógenos en granjas militares, es una manera de participar en el desarrollo de centros de producción. La elaboración del presupuesto anual de la FANB que corresponde al área administrativa, previo análisis de factibilidad presupuestaria. Se pueden puntualizar las operaciones militares, ejerciendo actividades de búsqueda y salvamento de rehenes en situaciones conflictivas, de guerra o irregulares, o como también situaciones de SOS internacional. La publicación del reporte meteorológico diario, referente al clima, es una manera de transmitir seguridad a la población y cuando se emplea en operaciones militares, es obvio que se usa con fines de defensa. Los militares por excelencia deben tener conocimientos sobre primeros auxilios, de cómo inmovilizar una pierna, un brazo, cómo aplicar un apósito, conocer las prioridades de evacuación, improvisar refugios seguros, levantar hospitales de campaña, entre otros apoyos que se deben prestar. La FANB como garante de la soberanía y defensa de la Nación, tiene competencia para proteger el patrimonio público, cualquiera que sea su naturaleza, propósito y razón. Los militares, son geólogos por excelencia, deben conocer el territorio nacional, tal cual conocen los recovecos de su ciudad natal. Por mandato expreso de la LOFANB, Constitucional Nacional y Acuerdos Internacionales, los militares deben cumplir y hacer cumplir los derechos humanos, contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, convenio internacional suscrito y ratificado por la República Bolivariana de Venezuela. Impartir instrucción premilitar en los liceos, es un servicio civil, siempre y cuando dichos instructores estén debidamente acreditados. Participar en el Plan República, es un servicio cívico-militar. Recientemente la Asamblea Nacional reformó la LOFANB para incluir el componente de Milicia Bolivariana integrada por civiles y adiestrados por personal militar. Ahora ya no existe el rango de Sub en los grados de oficiales. ¡Ah! Mi comandante Presidente, si vamos para la guerra, termine de equiparar a la oficialidad técnica, que automáticamente todos los sub oficiales profesionales pasen al grado oficial técnico correspondiente. Por vía de Decreto Presidencial se pueden acortar los lapsos legales preestablecidos en la reciente reforma a la LOFANB. Humildemente le recuerdo, que yo soy maestro de salto y practicante de sanidad, a campo traviesa en pleno fragor y encajo perfectamente en la vanguardia de la Milicia. No tengo miedo de ir a la guerra. Finalmente le recomiendo, que ordene la apertura oficial, a la movilización en su primera fase: el llamamiento. Es necesario tener el parte del personal voluntario vigente. Aunque la mejor guerra que se gana, es la que se evita, sin embargo los pesuvistas estamos dispuestos a defender nuestra revolución, de eso no tengan la menor duda. ¡Patria, socialismo o muerte…!

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