En mi humilde y modesta opinión, qué fácil se pone en evidencia la estupidez de la oposición en este país. En los problemas de envergadura que implican situaciones tan sensibles como la falta de agua, por citar sólo un caso que requiere de un análisis responsable, de una labor conjunta, de concienciar a la población, los enemigos más acérrimos del proceso revolucionario, incluyendo a sus sesudos analistas, aún están entretenidos con las totumas del presidente Hugo Chávez.
Asombra como esos opositores que se la pasan viajando con las ínfulas de ser reconocidos en el mundo como representantes serios de la oposición y que en Venezuela los tomen en cuenta, regresan de Europa o EEU para hablar de las ancestrales vasijas del comandante en el proyecto bolivariano.
Llenaron los medios de comunicación con tal información y se olvidaron del asunto de los paramilitares enquistados en Zulia y Táchira, de las bases militares estadounidenses en Colombia, aunque en mi criterio es mejor así, porque los enemigos del proceso tienen tanto de estúpidos como de apátridas y terminan colocándose del lado de la oligarquía neogranadina y de espaldas al pueblo venezolano, que vive con horror los sicariatos y los vientos de guerra que soplan tras la instalación de esos puntos castrenses en territorio vecino.
Como las causas de la escasez de agua relacionada al cambio climático no se le puede atribuir a Chávez, apelan a lo de las totumas en lugar de sumarse a la campaña de educación y orientación, para que las personas no malgasten el preciado líquido, no se desperdicie en la calle y no se use en grandes chorros ni para lavar carros ni regar la grama.
Los opositores pretendieron ridiculizar al Presidente -incluso la nota acerca de las taparas de Chávez circuló en perversos mensajitos de textos-, sin darse cuenta que el comandante es un experto en ponerlos a “comer nabo” y con cualquier tontería los entretiene, mientras él enfrenta las grandes dificultades del país. Y cuando se les olvida, les vuelve a colocar un señuelo y la oposición lo sigue mordiendo con rigurosa fiereza.
A mi juicio, una tremenda idiotez de esa gente que adversa al máximo líder revolucionario el cual hace, además, que la oposición no tenga el más mínimo de credibilidad y quede anulada ante la opinión pública. ¿Cómo creerles? Se la pasan sacándole la progenitora al Primer Mandatario Nacional, llaman al magnicidio y van a Washington a quejarse ante el imperio de que en Venezuela no hay libertad de expresión, se violan los derechos humanos y que, para colmo, Chávez los tiene condenados a una totuma, una caja de fósforo y una vela, entre otras denuncias que imagino harán a sus amos del norte.
Periodista
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